Europa League

Otro error no permite que la Real despegue

Los de Imanol cuajan un buen partido en el debut europeo, pero un mal despeje de Aihen mete al Niza en el encuentro

Beñat Barreto

Enviado especial a Niza

Miércoles, 25 de septiembre 2024

La Real debió volver a la victoria en Niza si hubiese aprovechado sus claras ocasiones en la primera mitad y no hubiese cometido otro error ... grave en defensa. Lo peor de todo es que encima hay que dar gracias porque otra acción infantil de Pacheco provocó un nuevo penalti, el quinto en ocho partidos, esta vez no por manos y sí por agarrón, similar al de Zubeldia ante el Alavés. Apareció Remiro para rescatar un punto y dejar viva a una Real que eso sí, tiene que sumar los tres puntos ante el Valencia. No puede haber otro resultado posible.

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«Nissa is coming», se presentó la grada sur del Allianz Riviera del Niza con un tifo en el que se ilustraba el trono de hierro de Juego de Tronos. Lo que no sabían los franceses es que enfrente tenían al Rey en el Norte puesto que así lo demostró el año pasado la Real por Europa en la Champions League. El Niza solo acumula diez participaciones en competición continental. Los de Imanol se presentaron dispuestos a revertir de una vez por todas la mala dinámica y esta vez el oriotarra sí que dijo la verdad e hizo los cambios que declaró en la rueda de prensa previa. Apostó por sus guerreros, procedentes de una pequeña aldea llamada Zubieta. El oriotarra realizó hasta ocho cambios y alineó a nueve canteranos a la vez en una defensa de cinco. La noche es oscura y alberga horrores. Mejor resguardarse dentro del muro, infranqueable durante 44 minutos.

Pese al primer disparo cruzado de Moukoko, el conjunto txuri-urdin dominó el tiempo, el juego y el marcador en el primer acto. La sequía se detuvo en 432 minutos. Brais y Barrenetxea, de los mejores en la primera parte, fabricaron el 0-1 con un robo alto, un pase para correr al espacio y un misil directo al corazón de una afición nizarda que no calló en todo el partido. Bulka solo pudo aplaudir el golazo realista tras una acción individual de Barrenetxea que en Europa se transforma. Ahora solo debe ser mucho más regular con los equipos de la Liga.

No sufría la Real, que salía con facilidad tanto con Zubimendi como con la sorpresa Marín y el recuperado Brais, imprescindible en este equipo. La defensa de tres también funcionaba con un Jon Martín que bien podía ser Jon Nieve como jefe de filas actuando como líbero. Inconmensurable debut europeo del lasartearra. La masacre hubiese sido importante si Oyarzabal tuviese ahora mismo la chispa que poseía antes de la lesión. El capitán no aprovechó preciosos pases de Brais y Barrenetxea. Se le hizo de noche en las dos acciones. Primero con Bombito y luego con Clauss. Merecía bastante más premio una Real que maniató al Niza, sorprendida en el centro del campo y obligada a perseguir sombras en el Allianz Riviera. Pero esto es Europa. Un centro lateral aislado fue a parar a los pies de Aihen, que en estático despejó con la derecha. Rosario aprovechó el caramelo con un remate cruzado que superó a Remiro. El caminante blanco dio las gracias por un nuevo error grosero defensivo.

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Pudo ser bastante peor

El partido hubiese sido otro totalmente distinto si la Real se hubiese marchado a la caseta como merecía, con victoria momentánea en el marcador. El inicio del segundo acto fue tétrico, con un nuevo penalti cometido por agarrón. Si Barrenetxea no aprendió de la mano de Sergio, Pacheco no se vio repetido el vídeo de Zubeldia ante el Alavés y no atendió las explicaciones del staff. Agarró de manera persistente a Dante en un córner que iba a terminar en Mónaco. La pena máxima en este fútbol moderno es clara, aunque en el VAR y con la jugada a cámara superlenta es mucho más fácil de pitar.

Hay que reconocerlo. Los penaltis no son la faceta que más domine Remiro. En los cuatro anteriores de esta temporada se venció pronto, pero esta vez aguantó de pie y adivinó el remate raso de Guessand. Gran parada que mantuvo viva a la Real en el partido, que si hubiese recibido ese golpe en el mentón probablemente hubiese terminado en la lona. Si en la primera mitad los de Imanol fueron superiores, en la segunda sufrieron puesto que los actores secundarios que fueron titulares terminaron fundidos. No pasó demasiado en la última media hora de juego salvo un remate cruzado de Ndayishimiye. Tuvo una última la Real en los pies de Becker, pero su disparo desde la frontal fue flojísimo cuando tenía mejores opciones. Valencia. Anoeta. Ganar. Ya no vale otra cosa.

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