Un divino tesoro en el vestuario de la Real Sociedad
La Real es el segundo equipo más joven de la liga a base de formar a talentos de Zubieta y firmar jugadores emergentes en el mercado
La apuesta por jóvenes valores de Zubieta y la predilección por contratar futbolistas emergentes por aquello de adelantarse en el mercado a trasatlánticos europeos hace ... que la Real Sociedad tenga una edad media baja para lo que se estila en los grandes conjuntos que disputan competición continental. A la espera de las últimas fluctuaciones del mercado, solo el Valencia tiene una plantilla más joven que la realista en LaLiga, no por expreso deseo de la dirección técnica, sino por pura necesidad. La precaria situación económica que vive el club che no es comparable a la de la Real y el resultado de las ventas forzadas y la inevitable apertura de puertas a jugadores del filial ha sido el brusco rejuvenecimiento.
La Real ha reducido su media de edad tras la marcha de dos centrocampistas experimentados. Primero anunció su marcha Asier Illarramendi, que arrancaría el nuevo curso con 33 años, y después llegó la lesión que precipitó el adiós de David Silva, que con 37 años era el más veterano del vestuario.
En su lugar, no sustituyéndoles, porque es imposible, vienen desde abajo Jon Ander Olasagasti –este miércoles cumple 23 años– y la perla del fútbol ruso, Arsen Zakharyan, aún por aterrizar en Donostia. El futuro centrocampista txuri-urdin tiene 20 años.
La tendencia del club de trabajar con la juventud hace que futbolistas que llevan años rindiendo a un alto nivel en el primer equipo tengan aún lejos su ocaso. Oyarzabal, Zubeldia y Aihen, por ejemplo, pueden ser considerados veteranos del vestuario y, sin embargo, tienen aún 26 años (los cumplirá este miércoles Aihen), los mismos que el fichaje más caro en la historia del club, Umar Sadiq, Brais o Le Normand. Otro estandarte de la cantera, pretendido por los mejores equipos, como es Martin Zubimendi, tiene 24. Y por debajo cumplen más jugadores ya contrastados como Kubo (22) o Barrenetxea (21).
Ocurre que la captación del talento aspira a ser temprana en Zubieta, de manera que tras varios años de formación –muchas veces entrenando con el primer equipo a pesar de no tener sitio en el grupo–, emergen jugadores con aplomo. Es el ejemplo de Jon Pacheco, un central de garantías a los 22 años. Robert Navarro y Beñat Turrientes empiezan a llegar a su momento decisivo cuando aún tienen 21 años. Karrikaburu busca oportunidades en un equipo profesional para seguir creciendo como delantero con 21 años y Pablo Marín, que gustó la pasada temporada, espera aún su turno con 20.
Algunos futuribles para el primer equipo de la Real Sociedad se ejercitan a diario a las órdenes del staff de Imanol, no para despuntar a corto plazo sino para llegar a ser recursos valiosos en Primera aún en una edad joven. Unai Marrero tiene 21 años, Gaizka Ayesa 22 y Aitor Fraga 20. Son tres guardametas que participan junto a Álex Remiro de manera habitual. Tienen margen, al menos por edad. Y ahí está el caso de Jon Martin, que con 17 años ha dejado detalles interesantes como central. Imanol ya ha advertido que echará mano de él en el día a día. Probablemente haya que esperar unos años para recoger los frutos.
Traoré, el más veterano
Sin embargo, en un grupo orientado al máximo rendimiento, la edad no es un objetivo finalista. La Real Sociedad también recurre a la experiencia. Lo ha hecho en este mercado con el fichaje de Hamari Traoré para el lateral derecho. El maliense se ha convertido en el jugador más veterano de la plantilla con 31 años, lo que no le resta potencial físico alguno. Con un físico portentoso, el final de su carrera no parece estar cercano. De momento, ha fichado por dos temporadas, más una opcional. Alex Sola, con 24 años, está llamado a tomarle el relevo en ese tiempo.
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