Se desata la 'Sadiqmanía'
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El nigeriano necesita diez minutos para marcar su primer gol con la Real, le anulan otro por fuera de juego y Anoeta le despide entre cánticos y aplausos'Sadiq y besar el santo' es el titular perfecto para describir el estreno del futbolista nigeriano con la camiseta de la Real Sociedad. Y ... es que el fichaje más caro de la historia del club solo necesitó estar diez minutos sobre el terreno de juego para marcar su primer gol de txuri-urdin –tercero en Liga– y levantar de sus asientos a los más de 35.000 espectadores que se dieron cita el sábado en el Reale Arena. Es un escándalo de jugador y la afición ya alucina con su alto rendimiento. De ahí que le despidiera con cánticos y entre aplausos al término de los noventa minutos.
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La conexión Sadiq-grada se pudo apreciar desde la primera parte, cuando Imanol Alguacil, por extraño que parezca, le mandó a calentar antes del descanso. En ese momento, los realzales ya deseaban verle en acción y sus deseos fueron órdenes, porque en la reanudación saltaron al verde Umar y diez más. El delantero de los 20 millones, lejos de necesitar entrenamientos para adaptarse –su incorporación se produjo hace tres días–, pareció que llevaba media vida jugando en la Real. Por eso, en apenas tres minutos provocó una falta peligrosísima al borde del área dando muestras de su espectacular zancada al realizar una pared con Brais. Fue derribado por Reinildo cuando se perfilaba a portería. Eso fue en el 48 de juego.
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Y siete después, en el 55, hizo el 1-1 al culminar un gran centro medido de Mohamed Ali-Cho, quien fijó a Giménez en el costado izquierdo para irse por fuera y ponerle un auténtico caramelo al cazagoles de 1,92 de estatura. Sadiq no falló, aunque el gol quizá debió ser anulado porque el esférico tocó en su brazo antes de entrar. El VAR no lo vio así y el tanto subió al marcador. Solo habían pasado diez minutos desde su ingreso y, arrodillado besando el suelo como de costumbre, el Reale Arena le dedicó la primera canción personalizada. Poco después, en el 67, el ex del Almería pudo hacer el segundo después de una buena recuperación de Zubimendi, pero se complicó más de la cuenta al intentar el recorte por dentro ante Reinildo, que le ganó la partida. Y ya en el 76 el nuevo '25' realista dejó una delicatessen que, pese a terminar en fuera de juego, fue ovacionada. Recibió de Kubo y, solo ante Oblak, se la picó para mandar el balón al fondo de la red. No se le puede pedir más.
Sorloth, de menos a más
El noruego, por su parte, fue de menos a más en un partido en el que acabó siendo sustituido al descanso. Empezó sin apenas protagonismo y no fue hasta el ecuador de la primera parte cuando tocó un balón dentro del área colchonera. Eso sí, despertó a partir del 37 con dos buenas carreras por banda derecha tras sendos saques de banda de Gorosabel y filtró un buen pase en diagonal a Cho, que dentro del área fue superado por Llorente en carrera.
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