Jon Pacheco, cuatro temporadas sin responder a las expectativas que había generado
Pacheco debutó en junio de 2020 y de momento no ha podido demostrar el gran proyecto de central que apuntaba ser
Jon Pacheco, a sus 24 años cumplidos en enero, ha tenido que emigrar al Deportivo Alavés para tratar de demostrar fuera el gran central que apuntaba a ser desde que todos los técnicos de Zubieta tuvieran su nombre apuntado en rojo, tanto en categorías inferiores como cuando despuntaba en el Sanse. Hace no mucho Aperribay reconoció en rueda de prensa que si un futbolista de Zubieta no podía demostrar en casa que son jugadores válidos para la Real el club estaba fracasando.
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Por un motivo u otro, Jon Pacheco no ha podido demostrar el proyecto de gran central zurdo que apuntaba a ser. El de Elizondo debutó como txuri-urdin a finales de junio, cuando el fútbol regresó después del parón por la pandemia. El zurdo se estrenó en una plaza complicada como el Coliseum e Imanol apostó por una línea de cinco con tres centrales; Le Normand de líbero, Aritz por la derecha y un joven Pacheco, todavía con acné, como zaguero por la izquierda. El defensor, con el dorsal 26 a la espalda, disputó 78 minutos en la derrota 2-1 ante el Getafe.
En la 20/21, una temporada después, ya se entrenaba a las órdenes de Imanol aunque esa temporada tan solo jugó un partido de Liga, ante el Atlético. El canterano competía en el Sanse de la mano de Xabi Alonso que a la postre terminó ascendiendo a Segunda división. Poco volvería al filial –disputó dos encuentros en Segunda contra el Sporting y el Valladolid– puesto que ya estaba en dinámica de primer equipo. En esa primera campaña como central jugó dieciséis partidos con los mayores, diez de Liga, tres de Copa y otros tres de Europa League. Apuntaba maneras.
Pese a que no es un central excesivamente alto para el fútbol actual –mide 1,84m–, Pacheco destacaba por su aseada salida de balón y su facilidad para filtrar pases por dentro. El mejor proyecto de central zurdo desde Iñigo Martínez parecía que iba a ser un jugador grande, pero a la sombra de Le Normand y con la reconversión de Zubeldia tuvo menos oportunidades. El problema es que cuando ya dio el salto con el dorsal 20 que dejó libre Monreal en la temporada 22/23, Pacheco empezó a tener más encuentros sin terminar de alcanzar el rendimiento y las expectativas que él mismo se había generado con sus asombrosas condiciones.
La lesión de Le Normand
Ese curso, precisamente, es el mejor de Pacheco como realista hasta la fecha. El baztandarra se marchó hasta los 25 partidos oficiales aprovechando una lesión de Le Normand y lo cierto es que hubo un tramo de temporada entre septiembre y noviembre en el que sí que demostró ser el central que había soñado ser. Para el recuerdo un partido en Old Trafford ante el Manchester United en el que secó nada más y nada menos que a Cristiano Ronaldo. No obstante, el bretón regresó de la enfermería, Zubeldia se mantuvo a gran nivel e Imanol apostó por ambos.
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Si la salida de Le Normand invitaba a pensar que ahora sí que íbamos a ver la mejor versión de Pacheco, el verde no dijo lo mismo. Sus condiciones no iban de la mano con sus sensaciones. Quizás la fuerza mental le pasó factura. Pacheco encadenó despistes defensivos y falta de contundencia, hechos más visibles puesto que Le Normand y Zubeldia eran dos colosos. Nadie duda que puede ser el central zurdo titular, pero su rendimiento no dice lo mismo. Esta pretemporada también ha demostrado dudas, como el día ante Osasuna en el que vio la roja. Un chaval de 18 años como Martín parece que le ha ganado la tostada. Tiene un año para demostrar que es un central como la copa de un pino.
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