Caminar juntos

Derbi incómodo, por lo tanto, entre dos equipos guipuzcoanos, con el deseo de que ambos logren sus objetivos a final de curso. Que la Real vuelva a Europa por la puerta grande y que el Eibar logre la hazaña de la salvación. Los visitantes parte como favoritos aunque los de Mendilibar van a tener sus opciones y siempre han sido un rival incómodo para la Real, contra la que ofrecen su mejor versión, como en la primera vuelta en el Reale Arena.

No será un partido agradable para aquellos que sienten tanto a la Real como al Eibar, que no son pocos en la villa armera, empezando por el capitán txuri-urdin Mikel Oyarzabal. No obstante, solo cabe apelar a la profesionalidad y espíritu deportivo y que sea el terreno de juego el que dicte sentencia. La situación me recuerda a aquel derbi en Segunda en 2010 entre el Real Unión, que peleaba por evitar un descenso que finalmente se consumó, y una Real que acariciaba un premio muy gordo, el del ascenso, que acabó consiguiendo. Aquel choque en las últimas jornadas acabó con un 0-0 que contentó un poco a todos aunque a la postre no sirvió a los unionistas.

En todo caso, en un curso en el que ambas entidades han caminado más separadas de lo deseable, hay que desear que ocurra lo que ocurra esta noche, tanto Real como Eibar caminen juntos en el futuro por el bien del fútbol guipuzcoano y junten a unas instituciones forales que deberán hilar más fino en este caso. A la Real no le ha ido nada mal en Primera con el Eibar (dos participaciones europeas y una Copa) y el Eibar ha hecho grandes campañas en la élite, por lo que su convivencia es perfectamente posible, más allá de que se peleen por la futura estrella que salga de la cantera del Bajo Deba.