Buena victoria con sufrimiento al final

El Espanyol empezó más resguardado, sin presionar la salida de balón de la Real. El objetivo era claro. Evitar que la Real crease situaciones de superioridad en el centro del campo. El Espanyol tuvo una gran ocasión en los primeros compases del partido, pero Remiro estuvo muy acertado y salvó el compromiso. La Real fue de menos a más, tuvo más amplitud en la salida de balón, generando transiciones cómodas. Los centrocampistas estuvieron siempre en continuo movimiento, buscando los espacios libres, superando las líneas defensivas del Espanyol. Las disputas caían del lado realista, lo que propiciaba que pudiesen elaborar jugadas en campo contrario. La Real fue de menos a más y fruto de su buen hacer llegó el gol de Kubo. Tras un buen cambio de orientación, el balón le llegó de un rechace y finalizó de forma sensacional. El equipo estaba cómodo y gozó de más ocasiones que no pudieron materializarse. Llegó con claridad al área rival.

Tras el descanso, el partido se puso más de cara aún con el gol de Sorloth y eso que el Espanyol, con el doble cambio, comenzó a tener más el balón, metiendo a la Real en su área. Y el tercero de Cabrera en propia puerta no hizo más que poner de manifiesto la superioridad realista. Pocos pensaban que se iba a sufrir tanto, pero de un partido cerrado surgió la incertidumbre. Imanol movió el banquillo pensando ya en el partido ante el Celta. Una nueva victoria supondría alargar una racha más que positiva.