Un Athletic sumido en una crisis institucional
La convulsa junta directiva del club y la inestabilidad interna de Elizegi contrastan con la balsa de aceite que es la Real con Aperribay
La tranquila Junta de Accionistas que vivió Jokin Aperribay hace una semana contrarresta con la Asamblea General que celebró el Athletic el domingo. El ... club bilbaíno, además de en una pandemia, también está sumergido en una crisis institucional de aúpa. Mientras en San Sebastián la mayor preocupación es la fecha de regreso de Illarramendi, en Bilbao Aitor Elizegi vio cómo su legislatura iniciada hace dos años sufría un duro golpe después de que los socios compromisarios echasen atrás las cuentas del ejercicio anterior, el presupuesto de la 2020/21 y también la medida estrella de la directiva: la grada de animación.
El malestar de los socios explotó el domingo tras una serie de episodios que han ido hartando, desde casa, a la afición rojiblanca. El primero fue en el cierre del mercado. Según el director deportivo Rafa Alkorta los pesos pesados del vestuario de San Mamés pidieron al club el fichaje de Fernando Llorente, y este negoció con el delantero riojano, aunque la falta de consenso en la junta directiva evitó la vuelta del jugador. Sin embargo, el presidente, un día después, desmintió la versión de Alkorta y sembró el desconcierto al asegurar que el club no contactó ni negoció con Llorente y que sólo habló con él a instancias del propio futbolista, y no a petición expresa de la plantilla.
La situación deportiva no ha ayudado a calmar el tenso ambiente y han sido varios los encuentros que, con Gaizka Garitano en la cuerda floja, se han denominado como «finales» en referencia al incierto futuro del entrenador en el banquillo. Se salvó el 'match ball' más claro al golear al Betis en casa (4-0) en la décima jornada, pero el equipo no ha despegado y es décimo lejos de los puestos europeos.
REBAJA SALARIALHay conversaciones para que la plantilla se reduzca su salario alrededor del 10%, unos siete millonesASPECTO DEPORTIVOLa marejada en el club no afecta de momento al rendimiento aunque se pide más a los jugadores
Pero los problemas reales están en la economía. El Athletic es el club cuyos ingresos de socios tienen más importancia en su cuenta de resultados, con un 19%. Evidentemente, la ausencia de público en los estadios, no solo se hace notar sobre el terreno de juego, sino también en la cartilla. Aitor Elizegi ha intentado que el club se quede con el 30% de las cuotas de los socios por los partidos disputados a puerta cerrada y que los aficionados solo han podido ver desde sus casas. Sin embargo, esta medida también fue revocada por los compromisarios y todo indica que serán los jugadores los que tengan que aceptar una bajada de salario.
El club invierte más en las fichas de la plantilla que lo que ingresa por los derechos de la televisión y el Athletic está intentando equilibrar esa balanza. La pasada campaña destinó 82 millones al primer equipo, capítulo que se rebaja a 75,8 en la actual. Pese al descenso, queda mucho hasta llegar a los 73,3 millones de televisión presupuestados para esta campaña.
El club se ahorró 4,6 millones por la cesión del 6% de sus contratos de los jugadores de la pasada campaña y según avanza El Correo hay conversaciones entre mandatarios y jugadores para que la rebaja de esta temporada sea una cifra cercana al 10%, lo que supondría un ahorro de siete millones en fichas.
La medida estrella, estrellada
Al igual que el Reale Arena tiene su grada Aitor Zabaleta, Aitor Elizegi también quiere su grada de animación en San Mamés y es una de las grandes bazas de la candidatura que presentó para tomar el mando de Ibaigane. Sin embargo, con 339 votos a favor, 348 en contra y 31 abstenciones la animosa grada tendrá que esperar. Y eso que el club ya había promocionado su creación y que 1.068 socios habían mostrado el deseo de trasladarse a la nueva zona.
Desde Bilbao apuntan que la unidad que ha mostrado la oposición para hacer frente y tumbar lo propuesto por la junta directiva no se debe a la disconformidad con los asuntos económicos, sino con la gestión global de Elizegi.
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