Como el Atalanta, pero mejor
Desde mi córner ·
A la Real le faltó poco para emular la goleada del equipo de Gasperini, pero al menos no encajó ningún tantoEl partido de Champions League entre el Atalanta y el Valencia que se jugó el miércoles pasado dejó algo más impactante que la goleada que ... se llevó el conjunto che a casa. Todavía hay quien se frota los ojos al comprobar el cambio de piezas que realizó Gian Piero Gasperini, técnico del conjunto de Bérgamo, al dar entrada a falta de quince minutos para el final con el marcador 4-1 a un delantero en sustitución de un defensa. El fútbol ofensivo llevado a la máxima expresión por medio de un equipo italiano. Y el equipo che llegaba con peligro al área del tercer clasificado en la pasada edición de la Serie A. Pero Gasperini apostó por atacar, en contra de lo que dicta la historia balompédica de su país.
Eso mismo, atacar, lleva haciendo la Real desde que Imanol Alguacil se sienta en el banquillo. El técnico de Orio y Gasperini tienen muy pocas cosas en común, pero les une su filosofía ofensiva. La Real no le marcó cuatro goles al Valencia, pudieron ser más, pero fue mejor que los 'nerazzurri' en el aspecto defensivo, al no encajar ningún tanto. Un buen ataque te hace ganar partidos, una buena defensa, títulos.
Aunque lo que le hace ser especialmente buena a la Real es su centro del campo. Los hombres de Celades fueron incapaces de soportar el juego creativo txuri-urdin en el eje central y acabaron pidiendo clemencia. La brillantez técnica de Parejo no apareció en el Reale Arena y el equipo che se movió sin alma por el terreno de juego. Carlos Soler y Kondogbia también se rindieron al poderío blanquiazul en la medular y tan solo pudieron mirar absortos cómo el marcador se ampliaba.
El partido tuvo claro color blanquiazul 
y el Valencia fue incapaz de inquietar a Remiro
Mikel Merino tuvo mucha culpa de ello. El navarro ofreció otro recital ayer. Participó en los tres goles. En el primero, además de cabecear el balón al fondo de las redes, es el autor de la recuperación del esférico que posibilita la apertura a Zaldua. En el segundo no bota el córner ni remata en primera instancia, pero es el jugador que construye la jugada que acaba en el saque de esquina al recibir la pelota de Remiro en la salida desde atrás. El centrocampista aprovechó la tibia presión che para colaborar en la construcción del juego. Una vez más. En la diana de Januzaj, Merino filtra un pase categórico a Odegaard tras aguantar la presión de espaldas a Diakhaby y girar el cuerpo de manera majestuosa. La influencia del '8' realista en la circulación de balón es primordial.
La Real goleó, sí, aunque tampoco conviene olvidar que el Valencia llegó con nueve bajas, casi todas de titulares. Por eso el partido podía haber salido de esta manera o de otra totalmente opuesta. Los de Imanol hicieron bien en no fiarse del rival, que, a pesar de jugar mermado, tenía en sus filas a gente como Parejo, Gameiro, Ferran Torres o Soler.
En este compás de espera hasta la vuelta de la semifinal de Copa no está de más que la Real se regale estas alegrías. Los aficionados disfrutaron, Becerril entero se lo pasó en grande y hasta el 'power ranger' amarillo que vio el partido dos filas más adelante vibró con la victoria. Es lo que tiene el carnaval y esta Real.
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