Andoni Gorosabel: «El descanso ha venido muy bien y veo a la gente enchufada para el derbi»

–Le están yendo bien las cosas...

–Estoy jugando bastante, que es lo que siempre he querido. Debuté con la Real en 2017 y he comprobado que ser futbolista no es un camino fácil. Ahora quiero estar muchos años en el club.

–¿Siempre había soñado con ser futbolista?

–Empecé a dar patadas a un balón desde muy pequeño y sí, mi sueño era ser futbolista.

–¿Su primer recuerdo con un balón?

–Dándole patadas en cualquier parque de Arrasate con el aita. Luego ya, algo más mayor, jugando en el patio de la ikastola. Entonces hacía más deportes...

–¿Algún otro que se le diera bien?

–El baloncesto. No tenía mala muñeca –risas–.

–¿Es de los que sigue la NBA?

–Sí, claro. Soy de LeBron y ahora de los Lakers.

–Pero se decidió por el fútbol. ¿Cómo fue eso de ser de Arrasate y jugar en Aretxabaleta?

–Antes de alevines yo jugaba torneos a fútbol siete y partidos amistosos con un equipo de Arrasate que se llamaba Solano. Lo hacíamos en campos de gravilla. En Atxabalpe, en Bergara... Éramos diez chavales y solíamos ganar bastante. El 'Mondra' hizo unas pruebas para captar jugadores pero fui y vi que había un montón de gente. A los pocos días hubo un torneo en Aretxabaleta y fui a jugar con el Solano. Lo hice bien y en la UDA me dijeron que si quería jugar con ellos no tenía que hacer prueba. Y ahí me quedé hasta que me fichó la Real.

–¿Cuándo le llamaron desde Zubieta?

–Estuve yendo a entrenar el último año de infantiles y ya me ficharon el primer año de cadetes. Yo venía de jugar de mediapunta o de extremo en la UDA y pasé a hacerlo de lateral derecho.

–¡Menudo cambio!

–Beñat San José, que era el entrenador, me comentó para que probara ahí. Me dijo que me veía condiciones y que era un puesto que me podía ir bien. Al principio, me costó. Porque en el pueblo era el que hacía los goles y no defendía mucho, y de repente tenía que hacer todo lo contrario. Luego me acostumbré y es de lateral donde he hecho carrera.

–En juveniles le recuerdo jugando la Youth League con la generación de un año más y ganando en Manchester...

–Así es. Ganamos 0-1 con gol de Odriozola. En el equipo también estaban otros compañeros de ahora como Bautista, Guridi, Sangalli o Merquelanz. Fue un viaje increíble porque luego vimos a la Real en Old Trafford. Nos pusieron detrás de los banquillos y miraba encima de una portería y había una grada entera blanquiazul. Es una pena que ahora no vayamos a vivir algo así...

–Hay una pancarta en Anoeta que dice que el fútbol sin público es como bailar sin música...

–Sientes que te falta algo. En este último año nos hemos clasificado para la final de Copa, estamos jugando en Europa, vamos muy bien en la Liga, ahora tenemos la Supercopa... Y no podemos disfrutarlo con nuestra gente. Es una pena.

–Antes de llegar al primer equipo realista fue cedido dos veces, al Beasain y luego al Real Unión de Irun. ¿En ese momento lo consideró como un paso atrás?

–Al principio, sí, porque a nadie le gusta salir de la Real. Cuando fui al Beasain era juvenil de último año y me dijeron que me vendría bien competir en Tercera. Luego repetí en esa categoría con el Berio. Después salí a Irun con Asier Santana. Enseguida le di la vuelta a la cabeza y tener una buena actitud fue clave para que esas dos cesiones fueran provechosas. El paso por el Real Unión me abrió las puertas del primer equipo aquí.

–Regresa y debuta con la Real...

–En cuatro meses pasé de jugar en Gal a hacerlo en la Europa League en Macedonia. Recuerdo que ante el Vardar di una asistencia a Willian José con el exterior. Al día siguiente en el entrenamiento todos me llamaban Quaresma. Era el año en el que Zaldua estaba cedido en el Leganés y Eusebio me dio varios partidos para que Odriozola tuviera descanso.

–Sin embargo, su presentación en sociedad fue al año siguiente en aquel derbi en San Mamés del 1-3 con Asier Garitano...

–Se había lesionado Zaldua y el míster me dijo el día anterior que iba a jugar. Nos salió todo increíble, porque jugamos con un equipo muy joven y casi todos de casa: Illarramendi, Aritz, Zubeldia, Oyarzabal, Bautista, Sangalli, Pardo, Kevin... Creo que nueve de la alineación habíamos pasado por el Sanse. Ganar como lo hicimos fue tremendo, porque el campo estaba lleno y apretaba mucho.

–¿Prefiere aquel ambiente o jugar a puerta cerrada?

–El Athletic se crece en un San Mamés lleno empujando a tope. Es un ambiente muy difícil para el visitante. Pero como jugador te estimulas mucho más en un campo con gente, aunque sea en contra.

–No me ha quedado claro...

–Yo diría que cualquier futbolista prefiere jugar con el campo lleno. Mañana también.

–¿Recuerdo que en aquel partido secó en su banda a Yuri, que venía del PSG?

–En general fue todo el equipo el que estuvo muy serio en defensa. Es algo que tenemos que repetir en este derbi para ganar.

–¿Aquel partido ha sido el mejor que ha jugado junto al de la Copa en febrero en el Bernabéu?

–El mejor no sé, pero los dos de los que mejor recuerdo guardo, seguro.

–Esa temporada 18/19 sigue jugando hasta que en diciembre se lesiona en Getafe...

–Fue en la última jugada de la primera parte. Fui a por un balón suelto y al arrancar noté un 'crack' en el pie. Me senté en el vestuario y pensé que no era nada, pero al incorporarme para salir al campo vi que no me podía poner en pie. Tenía roto el quinto metatarsiano y me tuvieron que operar. Perdí esa temporada y no volví a jugar hasta diez meses después.

–Y nos plantamos en la pasada campaña, donde empieza a la sombra de Zaldua hasta que la Copa le cambia la vida, ¿no?

–Había jugado solo dos partidos en Liga, ante el Alavés y el Levante. Pero en la Copa Imanol me puso ante el Becerril, Espanyol, Osasuna y Real Madrid, y al tener continuidad empecé a encontrarme a gusto.

–Y llega esa eliminatoria en el Bernabéu ante el Real Madrid...

–A un partido sabíamos que podía pasar de todo, pero cuando nos vimos ganando 1-4 en la segunda parte no nos lo creíamos. Aunque en el Bernabéu sabes que nunca te puedes confiar, porque te meten uno y te caen tres de golpe. Ya se vio lo que sufrimos...

–Y encima marcando a Vinicius...

–En aquel partido se echó el equipo a la espalda y no paraba de encarar. Y yo ahí delante. En el descuento vi la segunda tarjeta y me fui a la calle.

–¿Dónde se metió?

–En las escaleras del túnel de vestuarios. Pero no me dejaban acercarme a ver lo que pasaba.

–¿Y qué hacía?

–Estar sentado escuchando lo que se oía. Se me hicieron más largos aquellos dos minutos que los nueve meses que estuve lesionado el año anterior. ¡Cómo sufrí hasta que escuché el pitido final! Entonces salí al campo a abrazarme a los compañeros.

–Y aquí le tenemos, de titular en una Real que ha sido líder durante varias jornadas.

–Es el momento de mi carrera en el que más estoy disfrutando, porque no solo es una sensación individual positiva, sino que todo el equipo está muy bien.

–¿Y eso de bautizarle como 'Gorosalves' a quién se le ocurrió?

–Se lo inventó Aritz Elustondo y ahora hasta en la cuadrilla me llaman 'Gorosalves'. Hay mucho cachondeo. Es la leche cómo cambia el fútbol en tan poco tiempo.

–¿Cómo tiene el tobillo derecho que se lesionó en el calentamiento contra el AZ Alkmaar?

–Bastante bien para lo que podía haber sido... Estábamos en un rondo y fue un gesto muy feo, porque el tobillo se me quedó enganchado en el césped. Pensé que me lo había roto. Por suerte se quedó en un susto. Todavía me queda alguna molestia, pero voy mejorando y estoy en condiciones de jugar.

–¿Con qué Real nos quedamos, con la imparable de octubre o con ésta que lleva nueve partidos sin ganar?

–Somos los mismos y seguimos haciendo lo mismo. Más que por el juego, lo que nos está marcando son los resultados. Los detalles antes nos salían de cara y ahora nos dan la espalda. Cuando ganemos un partido, que espero que sea en Bilbao, volveremos a encadenar una racha positiva.

–¿El cansancio también ha hecho mella?

–El calendario de esta temporada es muy apretado y el cansancio se nota. Pero tampoco es el principal responsable de que llevemos nueve partidos sin ganar.

–¿Sensaciones para el derbi?

–Buenas. Estos días de descanso nos han venido muy bien y veo a la gente muy enchufada.

–¿El Athletic es un lobo con piel de cordero?

–El Athletic siempre es el Athletic, juega en casa y necesita ganar el derbi a toda costa. Nosotros sabemos que en esta Liga cualquiera te puede crear problemas y que tenemos que igualar su intensidad para ganarles.

–¿Su jugador más peligroso?

–Quizás Williams, porque el Athletic es un equipo muy vertical y es su jugador más rápido. Pero también está Muniain, ahora Berenguer, Raúl García... Hay que estar atentos a todos.

–¿Qué siente al tener la opción de ganar dos títulos como la Supercopa o la Copa tan cerca?

–Ilusión. En la Supercopa estamos a dos partidos de ser campeones y en la Copa, a uno. Es difícil, porque hay rivales muy buenos delante, pero vamos a ir con todo para poder ganar esos dos títulos.

–¿Cuántas veces se ha visto levantando la Copa en Sevilla?

–Muchas, pero vamos a ir despacio. Primero el derbi.

–Kortabarria, los Rekarte, Mikel González... ¿qué tiene Arrasate para que hayan salido tan buenos defensas de ahí?

–No lo sé, pero algo habrá, porque son unos cuantos...

–¿Conoce a alguno de ellos?

–No. Sé lo que han significado en la Real, pero en persona no he estado con ellos.

–¿Era de los que iba a Anoeta de pequeño?

–No mucho, porque Arrasate queda lejos. Veía a la Real por televisión hasta que fiché en cadetes, me daban entradas y empecé a venir con el aita.

–¿Su primera Real?

–Aquella que casi gana la Liga con Karpin, Nihat, Kovacevic... Yo entonces jugaba arriba y me fijaba más en los delanteros.

–¿Algún ídolo de aquella época?

–Al margen de la Real, me encantaba el Thierry Henry del Arsenal. Era una máquina.

–¿Sigue viviendo en Arrasate?

–No. Ahora vivo en Donostia, en Benta Berri. Con la pandemia voy poco al pueblo. De vez en cuando vienen a visitarme los aitas y la novia, aunque tampoco mucho, porque hay que mantener la burbuja.

–¿Un plan al margen del fútbol?

–Me gusta jugar a pádel en verano. De mi cuadrilla soy el mejor, aunque no sé si eso es una buena referencia. También paso mucho tiempo jugando a la Play.

–¿Un deportista?

–Cada deporte tiene su referente. En fútbol siempre me ha gustado ver a Messi, en baloncesto a LeBron, en tenis a Nadal...

–¿Una comida?

–El tataki de salmón que nos hace Jhonny Porto, el cocinero.

–Me ha dejado a cuadros...

–La chuleta también me gusta y el arroz a la cubana. Pero el tataki de Jhonny es superior.

–¿Cocina en casa?

–Me defiendo. Para hacer unas pechugas no hace falta mucho.

–¿Un programa de televisión?

–Soy más de ver series en Netflix o películas en el ordenador.

–¿Un lugar que quiera conocer?

–Mykonos. Me han dicho que está muy bien.

–¿Tres cosas que se llevaría a una isla desierta?

–El ordenador, la Play portátil y un balón. Con batería infinita, claro.

–¿Un libro que esté leyendo?

–Hace mucho que no cojo uno. Desde que dejé los estudios.

–¿Una película?

–El Aviso, de Daniel Calparsoro.

–¿El compañero del vestuario con el que más planes hace?

–Elus y Barrenetxea, que vive cerca de mi casa.

–¿Un deseo para 2021?

–Que vaya todo a mejor, que dejemos atrás esta pandemia y que todos tengamos salud.