La cesión del noruego Alexander Sørloth cubre la marcha de Willian José al Betis

El día de ayer resultó frenético en las oficinas de Anoeta, porque mientras se gestionaba por un lado la salida de Willian José al Betis se trabajaba por otro en la incorporación del delantero del Leipzig. Empezando por la novedad Sørloth, natural del Trondheim, se crió en la cantera del Rosenborg, con el que debutó en la Allsvenskan sueca. Después pasó por el Groningen (16/17) y el Midtjylland (17/18), hasta que en enero de 2018 el Crystal Palace lo fichó por 9 millones de euros.

Sin embargo, lo cedió primero al Gante (18/19) y después al Trabzonspor, con el que explotó en la temporada 19/20 al marcar 33 goles en 49 partidos, 24 tantos en la SüperLig turca y dos en la Europa League al Sparta de Praga. Con semejantes números el Leipzig no se lo pensó mucho en septiembre pasado para pagar 20 millones por su fichaje, aunque esta pasada campaña solo jugó 13 partidos como titular de los 29 en los que participó, anotando cinco goles. Encontrar sitio en un ataque en el que están André Silva, Forsberg, Poulsen, Szoboszlai y el coreano Hee-Chan Hwang, aquel velocísimo extremo del Salzburgo al que se enfrentó la Real en Europa en 2018, no es fácil, por lo que el Leipzig ha visto con buenos ojos su cesión para que tenga más continuidad que en Alemania.

En principio llama la atención por su altura, ya que mide 1,94, pero se trata más de un delantero potente que va bien a los espacios que de un rematador dentro del área. La intención de los técnicos era conseguir un perfil lo más parecido posible al del lesionado Carlos Fernández que permitiera juntar a los dos puntas arriba cuando así lo requiriese Imanol, tal y como sucedió con el sevillano al final de la pasada temporada. Y parece que el noruego cubre las expectativas.

El de Porto Calvo dijo adiós a la Real con un último entrenamiento en el que apenas aguantó diez minutos sobre el césped de Zubieta. Los justos para acercarse a Imanol y decirle que le dolía el pie. Mientras tanto Betis y Real Sociedad negociaban su llegada al Villamarín que, tras las conversaciones de ayer, quedó definida en una cesión por una temporada con obligación de compra por 8,5 millones.

El conjunto entrenador por Pellegrini había cogido la delantera por el brasileño a finales de la pasada semana. En Mestalla andan tiesos de dinero y no pudieron hallar una fórmula que permitiera dar cuerpo a la operación. Además de jugar a varias bandas para tratar de presionar a la baja al vendedor. Y en Heliópolis han tenido las ideas más claras y ese interés ha cristalizado en un acuerdo definitivo.

La crisis desatada por el covid ha dejado a los clubes sin blanca, por eso el mercado lleva parado varios meses sin apenas transferencias de jugadores. Salvo para Villarreal y Sevilla, que se lanzan a por todo lo que se menea. La razón que ha acelerado la cesión de Willian José ha sido la decisión de Pellegrini de no contar con Loren Morón, el delantero marbellí que el técnico chileno no quería y que va rumbo al Espanyol.

A partir de ahí se liberaba una ficha y un hueco en ataque que había que cubrir. Y la opción que más les gustaba era la del ariete de Porto Calvo, por el que ya pugnaron en el verano de 2016 cuando lo fichó la Real. La diferencia es que lo querían cedido y el jugador apostó por la estabilidad de un contrato largo en un club que se hizo con sus derechos. Ahora, avatares del destino, regresa allí a préstamo aunque con una obligación de compra para el Betis.

En Sevilla se va a encontrar con dos antiguos compañeros como Canales y Juanmi, con los que compartió vestuario en la Real. El cántabro se marchó libre en 2018 tras agotar su contrato en San Sebastián mientras que el malagueño fue traspasado un año después por ocho millones más dos en variables.

A partir de entonces las relaciones entre ambos clubes han sido muy buenas y ha quedado de manifiesto con este nuevo acuerdo para la transferencia de Willian José. El Betis tampoco anda muy boyante de dinero y, como la mayoría de clubes de Primera, tiene problemas con el límite salarial, por lo que el diseño de la operación le permite hacerse con un futbolista de su agrado y tiene un año por delante para conseguir el dinero necesario para afrontar su compra. Esta temporada solo tiene que hacerse cargo de su ficha.

Además de Canales y Juanmi, en el cuadro verdiblanco hay otro viejo conocido de la afición txuri-urdin, como es el portero chileno Claudio Bravo, que a sus 38 años sigue en activo a orillas del Guadalquivir. Willian José se marcha por la puerta de atrás después de haber marcado 62 goles con la Real. Desde que vio frustrada su salida al Tottenham en enero de 2020 y se negó a jugar contra el Espanyol en la Copa, las cosas le han ido de mal en peor. Incluso en estos meses en el Wolverhampton, con el que solo marcó un gol en 18 partidos en la Premier.

Al menos, en su última aparición oficial con la elástica blanquiazul antes de partir hacia Inglaterra en enero pasado marcó dos goles en el partido de Copa en Córdoba, lo que habría supuesto una bonita despedida. Pero en las Islas renunciaron a comprarlo, volvió en julio a Zubieta criticando al club y ahora se marcha tras dejar el entrenamiento nada más empezar. Así las cosas, su salida es la mejor solución, porque su continuidad solo habría contribuido a enquistar una situación que no tenía arreglo.

Su marcha ha abierto la puerta a la llegada de Sørloth. Con Carlos Fernández lesionado, dejar a Isak y a Bautista como únicos delanteros centros, sobre todo con lo poco que jugó la pasada temporada el de Errenteria, suponía un riesgo que el club no ha corrido en un año tan exigente.

Curiosamente, Isak volverá a tener a un noruego cerca en ataque después de la grata experiencia de hace dos años con Odegaard, compañero de Sørloth en la selección. Entonces se entendieron a las mil maravillas y ahora no tiene por qué ser distinto.