Álex Remiro: «La Real ha superado mis expectativas»

-No se puede quejar de su segunda temporada en la Real Sociedad...

-Va bien, sí. Veo que sigo mejorando y ganando experiencia.

-¿En qué ha mejorado?

-En la toma de decisiones, en las distancias, en la confianza... No es lo mismo venir de estar parado un año que venir de jugar.

-¿Pero traducido a acciones técnicas?

-Con el balón en los pies siempre me he sentido cómodo, pero creo que ahora domino más los espacios y me comunico mejor con la línea defensiva.

-¿El juego aéreo es su asignatura pendiente?

-En todo hay que mejorar. Para un portero de hoy lo más complicado son los blocajes, porque los balones son muy ligeros y los campos, muy rápidos. Por eso casi han desaparecido los blocajes y se imponen más los desvíos para no dejar el balón en una zona muerta. ¿Por arriba? No se puede salir a todos los balones que cuelgan...

-Esta temporada ha encajado muchos menos goles...

-Es que el equipo está muy bien defensivamente. Después del triunfo ante el Levante leo que esos partidos antes no los ganábamos y pienso que, a lo mejor, es que también hemos mejorado en defensa. Ahora nos sentimos más cómodos en bloque bajo, cuando antes parecía que teníamos que ir a apretar todos los balones.

-¿Cómo se mantienen 15 porterías a cero en 33 partidos?

-Defendiendo tan bien como lo estamos haciendo. Por ejemplo, de córner creo que no nos han hecho un gol en Liga. Y de falta lateral me suena el de Mario Hermoso en Anoeta y poco más. En bloque bajo somos más fuertes, somos más ganadores en las disputas, estamos más implicados, nos desordenamos menos que antes, tenemos más controladas las referencias rivales... Creo que somos un equipo contundente en defensa y muy solidario. A los compañeros no les cuesta hacer una carrera de más para apagar el fuego de otro.

-Y eso que el debate de los centrales siempre está ahí...

-Somos el tercer equipo menos goleado y solo el Sevilla juega tan expuesto como nosotros, y no durante todo el partido. Hay veces cuando atacamos que tenemos a los centrales en campo contrario. Yo veo que a sus espaldas hay 50 metros y que si perdemos el balón deben medirse en esa distancia a delanteros que muchas veces son más rápidos. Y tienen que ganar duelos en el área, sacar el balón jugado... Llevo dos años escuchando lo de los centrales pero muy pocos podrían jugar con el estilo que nosotros tenemos.

-¿...?

-La gente se fija en Zubeldia porque es un central reconvertido, pero lo está haciendo muy bien y tiene 23 años. Aritz, Le Normand, Sagnan... Son buenos centrales, y jugando a lo que exige la Real. En otros equipos que defienden más bajo si eres un central que dominas el juego aéreo te lo pasas pipa despejando arropado en tu área. El problema viene cuando hay que ir a apretar lejos, salir a banda a las rupturas, iniciar el juego atrás...

-¿Y ese riesgo compensa?

-Claro que sí. El otro día nos quedamos con que hicimos 17 ocasiones claras al Levante pero nos olvidamos de que muchas se originaron porque teníamos a los centrales y a Zubimendi metidos en campo contrario y robamos un montón de balones. No dejamos contragolpear a uno de los equipos que mejor lo hace.

-¿No hay partidos en los que se aburre?

-No, que va. Yo sé que si estamos bien en defensa, como mucho me van a hacer dos ocasiones claras, uno contra uno o remate liberado. Porque tenemos mucho el balón, defendemos arriba, hacemos bien las vigilancias, somos rápidos en todas las líneas... En Villarreal nos hicieron el gol y nada más; el Valencia en Anoeta, igual; el Levante no tiró a puerta...

-¿Prefiere esos partidos en los que apenas interviene o los que le da más trabajo el rival?

-Cuanto menos intervengas, mejor, porque el objetivo es que no te hagan gol. Esos días significa que el equipo ha estado muy bien.

-Más que un portero, en muchos partidos es un jugador de campo más, ¿no?

-Es verdad. Soy un poco 'kamikaze' y me gusta jugar así.

-¿Por qué lo de 'kamikaze'?

-Porque me gusta arriesgar y, como aún me falta experiencia, en ocasiones no mido bien.

-Pues no le recuerdo errores que hayan costado goles...

-Mis amigos me dicen que soy un portero con suerte y que no pago los fallos porque no acaban en gol. El día del Nápoles en Anoeta pegué mal dos con la izquierda que me las leyó Insigne, pero como las echó fuera se quedó ahí.

-¿Qué siente al verse segundo en el Trofeo Zamora tras Oblak?

-Es un aliciente pero no lo tengo como un objetivo. En este equipo me siento un jugador más que se viste con camiseta de otro color.

-¿Pero ve factible ganarlo?

-Hombre, si seguimos en esta línea tenemos opciones, pero el Atlético tiene un estilo de juego que favorece que encaje muy pocos goles. Por eso Oblak lo ha ganado tantas veces. Nosotros sabemos que si queremos ganar partidos también tenemos que defender bien.

-En la Real solo lo ha conquistado Arconada...

-Eso son palabras mayores. Arconada es una leyenda y yo nunca voy a poder ser como él. Era potencia y agresividad pura.

-Él levantó la última Copa en 1987 tras ser decisivo en los penaltis. ¿Esas tandas son tanta lotería como se dice?

-Yo creo que sí. Tengo la teoría de que un penalti bien lanzado es imparable. A partir del error del lanzador empiezan las posibilidades del portero.

-¿Y qué tal se le dan?

-No me considero un parapenaltis pero tampoco soy un desastre. En Zubieta paro bastantes.

-A tres semanas de la final no hay que dejar cabos sueltos y como el Athletic gana siempre a penaltis...

-La verdad es que han ganado al Betis, al Tenerife, al Elche... Nosotros solo hemos tenido la experiencia de la Supercopa.

-¿Llevar tres meses como único portero de la primera plantilla es una presión mayor porque no puede coger ni un resfriado?

-No le he dado muchas vueltas a eso, la verdad. Es más, te diría que los entrenamientos son más intensos aún porque los chavales, tanto Ayesa como Marrero y Unai Ruiz, son pura energía. Y si con Moyá el ritmo es alto, estos van a mil porque quieren hacerlo todo. Vienen como aviones.

-¿Cómo ve a Ayesa?

-Cuidado con Gaizka. Es un portero que me gusta mucho, pura personalidad. Se nota que es navarro como yo, porque es muy cabezón. Es muy ágil, rápido, atrevido, potente, va bien con el pie... Este me va a dar mucha guerra en unos años.

-Volviendo a la ausencia de Moyá. También cabía pensar que sin él se relajaría porque va a jugar siempre. ¿Ha sido así?

-Yo me pico mucho en los entrenamientos y eso me impide relajarme. Intento entrenarme como si estuviese en un partido. No creo que en estos meses sin Moyá haya bajado mi rendimiento.

-El otro día me lo crucé en Zubieta y me dijo que llega a la final. ¿Tan bien está?

-Seguro que sí. No se la pierde por nada. Lo mismo de portero que como compañero es muy importante para nosotros.

-¿En qué partido de esta temporada ha acabado más satisfecho?

-No sé si es satisfecho, pero sentí mucho orgullo en el de la Supercopa ante el Barcelona. Llegué al hotel y mientras hablaba por videollamada con mis padres y mi hermana, les decía que estaba en el mejor club en el que podía estar. Esas cosas las sabes cuando te pasan cosas así.

-Pero fue un palo duro...

-Desde luego, pero hay días en que dentro del campo ves al portero rival y dices: 'a éste es imposible marcarle hoy un gol'. Eso pasó con Ter Stegen. Lo estaba viendo. La que sacó a Zaldua me pareció la más fácil para él, porque está bien posicionado y con la fuerza que tiene es capaz de dar unos saltos impresionantes. Más difícil es la falta de Januzaj, porque no es tan rápido en los desplazamientos, en empezar a correr, y toca lo justo para que vaya al palo.

-¿Hubo muchas lágrimas en el vestuario?

-Las hubo, sí. Pero más de rabia que de pena. Fuimos mejores que el Barcelona jugando a lo que ellos juegan, y eso rara vez se ha visto. Empiezas perdiendo, empatas, les superas en la prórroga... Hay que aprender de aquello.

-¿Mereció la pena pasar aquel año sin jugar en Bilbao para vivir un momento como este?

-Sin duda. Cada día estoy más convencido de la decisión que tomé. Noto que el tiempo me da la razón. Llevamos dos años en puestos europeos, hemos llegado a la final de Copa, he jugado contra el Nápoles, Manchester...

-¿Qué ha encontrado en la Real que no esperara?

-La calidad de los entrenamientos y el nivel que tienen los chavales que suben de abajo. Eso no deja de asombrarme. Barrenetxea, Aihen, Guevara, Zubimendi, Robert Navarro, Turrientes... Son muy buenos.

-¿En Lezama no ha coincidido con chavales prometedores?

-Pero son diferentes. Los de aquí son más asociativos, con más calidad. Llaman más la atención. Los de allí quizás tienen más físico, son más fuertes y más duros. Veo al Sanse y tiene un equipazo. Urko, por ejemplo, es un escándalo. Filtra cada pase que es un locura. Influye mucho que el primer equipo y los inferiores estén enfocados con la misma idea, que tengan la misma metodología, porque el salto es mucho más fácil.

-Se le ve encantado...

-Es que tenemos un bloque muy joven. Quitas a Silva, Monreal y Moyá, y dentro de cinco años podemos estar jugando los mismos. Somos un equipo sub-25. Con el potencial que tenemos, la forma de trabajar, lo ambiciosos que somos y lo que aprieta Imanol, hay mucho jugo por sacar a este equipo. Cuando fiché por la Real no sabía que me iba a encontrar esto. Ha superado mis expectativas.

-¿Qué esperaba entonces?

-Yo me guié por lo que me transmitieron Aperribay, Olabe, Bretos, Llopis e Imanol cuando hablé con ellos. Fue pura intuición. Pero de ahí a estar como estamos, hay mucha diferencia.

-Luis Enrique da el lunes la lista para la selección. ¿Tiene la esperanza de ser llamado?

-Esa ilusión siempre está ahí, no te voy a mentir. No es algo que lo espere, pero sí que miraré la lista cuando salga.

-Henderson aprieta cada vez más a De Gea en el United, Kepa no juega en el Chelsea... ¿Se ve en la Eurocopa?

-Sería la leche, aunque fuese de utillero -risas-. No, en serio, no pienso tan lejos. Yo reflexiono en lo que depende de mí: estar bien y entrenarme a tope. ¿Que llega? Genial. ¿Que no? Pues a trabajar más duro para que llegue.

-Podría darse el caso de coincidir con Kepa y Unai Simón, con los que estuvo en el Athletic.

-Los tres vivimos juntos en la residencia de Derio. Sería curioso.

-¿Mantiene relación con ellos?

-Sí nos vemos, sí, pero con los que más mensajes me cruzo es con Unai López, Yuri y Herrerín. Al margen del Athletic, con Mikel Rico, Aduriz, Iraizoz...

-Volviendo a la Real, ¿cómo explica semejantes altibajos en una temporada? Parece que no tienen término medio...

-El término medio es el de ahora. Porque somos capaces de estar así, ganando partidos, mucho tiempo. Llevamos casi dos años haciéndolo. Lo de diciembre fue un bache. Nosotros lo sabíamos, porque en los partidos hacíamos muchas cosas buenas...

-¿Tanto acusaron un calendario tan comprimido?

-Se nota, pero todos queremos jugar muchas competiciones. El cansancio es un factor importante, pero también lesiones como las de Silva y Oyarzabal, aunque hemos hecho partidazos como el de Nápoles sin ellos. Isak, que ha andado bien todo el año, se ha salido en febrero. ¿Y si le da por enchufarlas en diciembre? Son muchos factores.

-La historia cambió con el gol del sueco en Villarreal, ¿verdad?

-Nos dio energía nueva en la cabeza de la gente. Desde entonces hemos sumado 13 puntos de 15 y solo se nos ha escapado el triunfo al final en Madrid con un gol que fue de traca. Porque Vinicius le pega mal y rebota en Zubeldia cuando me venía a las manos.

-¿Cree que nos calentamos viendo al Sevilla a tres puntos y pensando en la Champions?

-Si ganamos en Granada y el Betis se lleva el derbi, estamos empatados, ¿no? Hay plantilla para pelear por lo que sea. Otra cosa es si nos va a dar o no. Pero no renuncio a nada.

-El Betis viene apretando fuerte por la quinta plaza...

-Es un buen equipo. Mira cómo levantó dos goles al Alavés...

-En seis visitas a Granada, cuatro victorias y dos empates...

-El año pasado ganamos en el último momento pero no me quedé muy contento. Allí cometí mi mayor fallo, en aquella falta de Vadillo que se me coló. Pero como decía antes, tuve la suerte de que ganamos y nadie se acuerda de la jugada.

-¿Puede ser determinante para mañana el partido europeo que viene de jugar el Granada?

-Es un factor importante, pero nosotros vamos a jugar con la misma intensidad de siempre. Puede ser que aguanten el ritmo o que no lo hagan por el esfuerzo del jueves. Nosotros no vamos a variar nuestro estilo.