Remiro, sobre estas líneas con mascarilla y una tirita en el brazo de los análisis, saluda. RS
Real Sociedad

Remiro vuelve y ya están todos en Zubieta

«Estoy feliz por volver», confiesa el portero de la Real al incorporarse ayer a los entrenamientos tras superar el coronavirus

Álvaro Vicente

San Sebastián

Jueves, 14 de mayo 2020, 06:55

Va a ser que sí: Remiro había pasado hace tiempo el coronavirus y lo que quedaba en su cuerpo eran restos casi insignificantes. Tan al ... final de la enfermedad estaba cuando se sometió a las pruebas el miércoles de la semana pasada que ayer, cinco días antes de lo previsto por el club, se presentó en Zubieta para entrenarse por primera vez en esta segunda pretemporada.

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Al guardameta le extrajeron sangre ayer a primera hora de la mañana, como descubre la tirita que asoma en el brazo derecho en la fotografía que acompaña estas líneas, y un rato después, tras dar resultado negativo en el test serológico para la IgM, ya se entrenaba en el campo principal de Zubieta con una sonrisa de oreja a oreja y una poblada barba. «Feliz por volver a verte», expresó el jugador en las redes sociales a la conclusión de su primera sesión, acompañando estas líneas de la imagen de un balón de fútbol y un corazón verde, en clara alusión al color del césped.

Remiro solo se ha perdido cuatro entrenamientos en Zubieta que ha compensado con el trabajo que ha podido hacer en su domicilio. El portero ha podido hacer kilómetros en la cinta de correr y en la bicicleta estática en este tiempo porque ni se ha enterado que ha pasado el coronavirus si no es porque el test al que se sometió encendió la alarma la pasada semana. Remiro dio negativo en el test PCR, mientras que en el examen serológico se detectaron valores positivos para la IgM -inmunoglobina M-, lo que significa que en algún momento ha podido estar en contacto con el germen. Ante este escenario, el club, como establece el protocolo, optó por aislarlo en su domicilio ante la posibilidad de contagiar a alguno de sus compañeros. Lo curioso del caso de Remiro es que ha estado solo en su domicilio, sin contacto con el exterior, en el confinamiento.

Remiro parando un balón en su primer entrenamiento. rs

Otros jugadores que han estado en condiciones similares a Remiro son Yangel Herrera, del Granada, y el exrealista Juanmi Jiménez, hoy en el Betis. Ellos también dieron positivo en el test serológico y también estarían pasando ya la enfermedad, aunque sea de manera asintomática. Son estos, dos de los ocho casos que ha destapado LaLiga -el de Remiro no está contabilizado-, según ha detallado su presidente Javier Tebas sobre un universo de 2.500 test realizados en Primera y Segunda División.

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La incorporación de Remiro al trabajo significa que ya están todos en Zubieta. Imanol no tiene ninguna baja. Cuenta con la plantilla al completo porque Illarramendi se entrena con normalidad al haberle venido de perlas el parón de liga para quemar etapas en su recuperación del tobillo. El entrenador de porteros, Luis Llopis, ya dispone de los cuatro jugadores con los que trabajará: Moyá, Zubiaurre, Ayesa (el portero del filial) y Remiro.

Intensos entrenamientos

El portero volverá hoy a entrenarse y no descansará hasta el domingo. Es la previsión que maneja Imanol. El entrenador, fiel a su espíritu, ha programado entrenamientos intensos todos los días. Porque una cosa es que no haya contacto entre los jugadores como marca el protocolo, protegidos siempre con mascarillas y guantes, y otra distinta el nivel de exigencia. Ese no baja. En Zubieta hay chispa. Los jugadores han trabajado mucho y bien en este confinamiento. No han tocado balón, pero han cumplido con lo reclamado por los preparadores físicos y se han mantenido en su sitio. Han pasado a la historia los tiempos en los que los futbolistas volvían con kilos de más. Ahora es justo al revés. Quizás llegan con algo menos de peso por haber perdido músculo. Los jugadores de la Real han llegado en perfectas condiciones. También los jugadores del filial que se han sumado a los entrenamientos: Pacheco, Zubimendi, Roberto López y Lobete. Imanol tiene dónde elegir. No hay mejor noticia con 11 partidos -más quizás la final de Copa- en ocho semanas a la vista en los que va a hacer falta echar mano de todos. Ni que decir en un escenario anómalo como el que se presenta, con la opción de hacer cinco cambios en cada partido por equipo. La Real tiene un tesoro.

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Para la semana que viene se calcula que llegará la fase de entrenamiento por grupos, en la que se dividirá a la plantilla en tres de ocho efectivos cada uno, de forma que cada grupo entrene de manera consecutiva evitando coincidir en cualquiera de las áreas.

En el horizonte, el arranque del campeonato en junio, el fin de semana del 13-14 o el 20-21 en función del ritmo de desescalada, para acabar a finales de julio. Nueve jornadas para ser equipo Champions.

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