El aforo del Reale Arena se ampliará hasta los 41.000 espectadores la próxima temporada
El proyecto prevé ganar 1.690 localidades entre las cuatro esquinas del anillo superior y la parte más alta de las dos tribunas centrales
La ampliación del Real Arena en 1.700 localidades hasta alcanzar un aforo de 41.000 fue la gran noticia que dejó la Junta ... General de accionistas que la Real Sociedad celebró ayer en el Kursaal. La anunció Jokin Aperribay durante su intervención, cuando al detallar el capítulo de las inversiones, aludió a un aumento en la capacidad del estadio acorde con el actual momento de crecimiento del club.
La ganancia de esas localidades se consigue a través de dos actuaciones. La primera, en las cuatro esquinas del anillo superior, en un espacio ahora diáfano que está sin construir y en el que se consiguen 1.165 nuevos asientos: 980 como consecuencia de la ampliación de esas esquinas, 80 por la igualación de los vomitorios y 105 al rellenar huecos ahora sin cubrir.
El resto de las localidades se ganarán en las zonas superiores de las dos gradas centrales, en lo que se conoce como los anfiteatros. En el de la Tribuna Este, la más próxima al Xanti, se consiguen 275 más, mientras que en la Tribuna Principal se ganan otros 250. En total son 1.690 asientos para elevar la capacidad de Anoeta hasta los 41.000.
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Los trabajos aún tienen que recibir los permisos del Ayuntamiento y el plazo de ejecución no es muy largo, ya que no se trata de una actuación demasiado compleja en el aspecto técnico. Los planes del club contemplan que el estadio ya pueda afrontar la próxima temporada con su nueva capacidad, lo que permitiría responder mejor a las demandas de nuevos socios y ticketing.
Tercera ampliación desde 1993
El incremento de la grada de Anoeta se trata de un hecho relevante, ya que será la tercera ampliación del recinto desde su construcción en 1993. Nació con un aforo para 29.350 espectadores que se vio aumentado cinco años después con la construcción de las tribunas de entreplanta en los dos fondos, que permitieron ganar casi 3.000 localidades más hasta las 32.000. Ese aforo se mantuvo sin variación hasta la remodelación que dio paso al Reale Arena en 2020 y que elevó las butacas disponibles hasta las 39.400. Con esta nueva intervención, el número definitivo alcanzará los 41.000 aficionados.
En este momento la Real no puede inscribir a más socios y tiene cerrado su cupo en 38.000. LaLiga obliga a los clubes a vender un mínimo de entradas en taquilla por partido y tiene una lista de espera de 3.000 personas que aguardan a inscribirse como abonados en cuanto sea posible. Esto no significa que las nuevas localidades vayan destinadas exclusivamente a socios, ya que es algo que aún tiene que decidir el club. No obstante, al referirse a este proyecto, Aperribay recordó que «hay una lista de espera de socios importante así como para ocupar nuevos palcos».
Disponer de pocos billetes a la venta en los partidos limita los ingresos por ticketing, sobre todo en los partidos señalados en los que la recaudación podría ser más importante al ser mayor el precio de las entradas.
También se puede circunscribir este movimiento en el horizonte del Mundial 2030 que coorganizará España y en el que se requiere una capacidad mínima de los estadios de 40.000 espectadores para optar a ser sede.
Blindar la zona visitante
A raíz de los incidentes provocados por los seguidores del Benfica en el partido de Champions con el encendido y lanzamiento de bengalas al anillo inferior, la Real tomó medidas para garantizar la seguridad de los aficionados locales. En el siguiente encuentro ante el Sevilla instaló una red a partir de las mamparas de protección que ya existían que evitaba lanzar cualquier objeto, pero era una medida provisional que necesitaba de una revisión para los partidos europeos.
Aperribay explicó que en la Liga el sector destinado a la afición visitante es de 556 localidades mientras que las exigencias de UEFA amplía esa zona hasta los 1.742 asientos para cumplir con el 5% del aforo, por lo que también habría que extender ese blindaje a zonas ocupadas habitualmente por socios.
El club tiene pensado elevar esa mampara hasta los 7,40 metros de altura entre la pantalla baja de vídrio (2,40) y otros cinco metros con una protección de metacrilato. El resto será cubierto por una red hasta el tejado de la tribuna. En la Liga esas medidas de protección serán fijas pero en Europa habrá que montarlas y desmontarlas para cada partido, lo que conllevará varios días de trabajo al tener que operar con una grúa desde el exterior del estadio por encima de la cubierta. Podría darse el caso de que en algún encuentro anterior de Liga los socios de esas zonas tuvieran que soportar la incomodidad de seguir el juego a través de esas pantallas.
Aperribay explicó que «no podemos permitir que vuelva a pasar lo del día del Benfica. Nuestro objetivo es garantizar la plena seguridad de la gente de casa aunque pueda conllevar unas molestias y haya socios que se puedan ver perjudicados en momentos concretos».
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