Aficionados de la Real ultiman una iniciativa para confraternizar con los del Ajax en Donostia
El holandés de Ereñozu, Ben Parham, ejerce de vínculo entre las aficiones para organizar la víspera un partido de fútbol, una visita conjunta al estadio y cena en una sidrería
La violencia ha sido desde hace décadas la asignatura pendiente del fútbol. Pasan los años y el lado oscuro de este deporte no termina ... de desaparecer. Los incidentes provocados por los ultras del Anderlecht en el Reale Arena en el último partido de Europa League están ahí. La solución a estas actitudes fuera de lugar están en manos de todos y conscientes de esa responsabilidad que también recae en los aficionados, un grupo de realzales ha ideado una serie de iniciativas para crear un clima amistoso y de cercanía en la visita del Ajax que permita a todos disfrutar en torno al fútbol. El promotor del proyecto es Ben Parhan, nacido en Breezand, junto a Ámsterdam, hace 45 años pero residente en Ereñozu desde hace más de veinte y socio txuri-urdin desde el subcampeonato liguero con Denoeuix en 2003. Esa condición de seguidor de ambos equipos es el vínculo que quiere explotar para que esta historia tenga un final feliz.
La idea le rondaba la cabeza desde el día del sorteo en el que sus dos clubes quedaron emparejados. A diferencia de otros años, esta vez no habría un doble enfrentamiento sino un único partido en San Sebastián. «Fue una pena, porque me hacía más ilusión ir a Ámsterdam con la Real y hacer de embajador en mi ciudad para toda la gente de aquí. Llevo media vida en Gipuzkoa, mi mujer Amets es de aquí, mi hijo Aimar también, tengo más amigos vascos que los que dejé allí...». Sin embargo, el partido de Anoeta también será especial para él.
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Los incidentes sucedidos en el último encuentro contra el Anderlecht fueron la espoleta que acabó por convencerle de que tenía que hacer algo para que ese día tan entrañable en el que se verán las caras Real y Ajax no se vea manchado por la violencia. Compartió sus inquietudes con otros compañeros de grada en Anoeta y entre varios de ellos comenzaron a dar forma al proyecto. Ben ha sido presidente de Maite Taldea durante varios años y es muy conocido entre los aficionados más viajeros porque ha compartido muchas salidas acompañando a la Real.
El objetivo es generar un buen ambiente entre las dos aficiones que deje sin argumentos a los violentos para provocar incidentes
Sin tiempo que perder se puso manos a la obra para contactar con los aficionados del Ajax a través de su agrupación 'Supporters Verenigins', que agrupa a 135.000 seguidores del conjunto holandés. A diferencia de aquí, en los Países Bajos no hay peñas sino que los hinchas se agrupan en una única asociación vinculada al club. En su juventud Ben viajó con el Ajax por toda Europa –tenía 16 años cuando el cuadro holandés ganó su cuarta Copa de Europa en aquella final ante el Milán con el gol de Kluivert– y conoce a la perfección cómo funcionan sus desplazamientos porque los ha vivido en primera persona en aquella época.
Comunión en torno al fútbol
Este holandés de Ereñozu, o vasco de Ámsterdam, transmitió el proyecto a distintos contactos de 'Supporters Verenigins' que han visto con buenos ojos la iniciativa. La intención es generar un clima amistoso alrededor del partido para dar ejemplo de cómo hay que vivir el fútbol partiendo de los puntos en común que les unen a las dos hinchadas. «Ambos somos clubes con una filosofía de cantera y una historia detrás por las que se nos reconoce fuera de nuestros países», explica Parham.
La intención de este grupo de realzales es llevar a cabo una serie de actividades entre aficionados de ambos equipos la tarde del miércoles 27 de noviembre, la víspera del partido, con el objetivo de compartir un rato agradable, estrechar lazos y dejar sin argumentos a los más violentos. «Siempre es más complicado para los ultras actuar y generar altercados si ven que la relación entre las dos aficiones es buena. Si el día anterior ya se ve ese buen rollo tendremos mucho ganado».
La asociación de hinchas del Ajax ve con buenos ojos la iniciativa y hasta podría venir algún veterano a jugar el amistoso
En la actividades participarían una quincena de aficionados por cada parte, a elección o por sorteo de los clubes. La idea es juntarse a tomar algo en alguno de los bares que hay alrededor de Anoeta para conocerse y a continuación disfrutar de una visita al estadio. Después el grupo se desplazaría en autobús a un campo de fútbol-7 por determinar para disputar un partido amistoso entre aficionados de ambos equipos y, a continuación, ir a cenar a una sidrería en la que intercambiar diferentes recuerdos y hacerse una foto de familia. A la conclusión, el autobús les dejaría en el centro de la ciudad.
Solicitud a la Real
Los promotores del proyecto han percibido desde Holanda un buen 'feedback' a la iniciativa y el Ajax estaría dispuesto a aportar las camisetas para el partido. También se ha mostrado abierto a difundir el evento –su web tiene un seguimiento de un millón de personas– y a trabajar para que algún exjugador suyo esté presente en el partido de fútbol-7.
Con todas las reservas que siempre entraña hablar de los violentos, desde allí se ha transmitido que los ultras no tienen nada en contra de la Real y ninguna intención de crear altercados. Al contrario del Anderlecht, la afición del Ajax si va a agotar las 1.943 entradas del 5% del aforo del estadio que les corresponde, aunque recalcan en la idea que suelen viajar muchas familias al estilo de lo que sucede con los blanquiazules en Europa.
Los promotores ya han trasladado el proyecto a la Real y están a la espera de recibir una contestación desde el club
Ahora falta que el club txuri-urdin respalde la iniciativa porque, en opinión de Ben Parham, «sin la presencia de la Real no tendría sentido». El proyecto ya ha sido trasladado a la planta noble de Anoeta y están a la espera de una respuesta sobre el soporte que podría dar al proyecto. Económicamente se resumiría en patrocinar la visita al estadio, donar las camisetas del partido, ayudar en la gestión del campo para el partido y colaborar para que algún veterano juegue el amistoso. En caso de salir adelante se trataría de una confraternización entre aficiones sin precedentes en las competiciones europeas.
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