Zubieta, la incógnita sobre «la cárcel más moderna»

Una de las cuestiones que quedan por resolver para poder dar el traspaso de Prisiones por cerrado es qué gobierno se hará cargo del proyecto de construcción de la nueva cárcel de Zubieta, que está destinada a sustituir a la vetusta prisión de Martutene en primavera de 2023. El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha convertido en los dos últimos años el gran impulsor de la cárcel de Zubieta -cuyo nombre oficial es centro penitenciario Norte III- y hace unos meses avanzó que sería «la cárcel más moderna de España», por lo que tiene una fuerte vinculación con el proyecto. Hasta el punto de que al ministro le gustaría que su construcción corriese a cargo de Interior, aunque entre medias se transfiera a Euskadi la competencia de Prisiones.

El Gobierno central adjudicó hace apenas dos semanas la construcción de la cárcel de Zubieta a una UTE de empresas formada por Acciona, Cycasa Canteras y Construcciones Murias, por un valor de 38,8 millones de euros. El inicio de la construcción está previsto para mayo, y su puesta en marcha para la primavera de 2023. La prisión tendrá capacidad para 500 reclusos y un CIS.

Hasta ahí todo normal, pero el embrollo jurídico surge cuando se da la circunstancia de que entre la adjudicación de la obra y su inicio se va a producir la transferencia de Prisiones a Euskadi, por lo que hay dudas sobre quién debe asumir la construcción y su correspondiente inversión. En la materia a traspasar se incluye una alusión a la «planificación y construcción de los centros penitenciarios ubicados en la CAV», pero ¿qué ocurre cuando el proyecto ya está licitado y adjudicado?

Una solución podría ser que ambos gobiernos negociasen la inversión que se debe realizar para que la asumiese el Ejecutivo vasco, pero Grande-Marlaska mantiene la ilusión de que sea Interior quien desarrolle el proyecto.