Javier de Andrés | Presidente del PP vasco

«No volveríamos a apoyar gratis a Mendoza, solo ha servido para que el PNV haga seguidismo de Bildu»

–¿Tiene sintonía con el proyecto de Presupuestos que ha presentado el Gobierno de Imanol Pradales? ¿Cómo lo calificaría?

–En dos materias prioritarias como son Salud y Seguridad el disponible va a ser inferior al de este año, algo que no acabamos de entender, cuando lo que hace falta es un esfuerzo adicional porque las cosas no están yendo bien. Hay un crecimiento de la inseguridad, Sanidad está funcionando mal y, sin embargo, estos ámbitos no han sido la apuesta de este Presupuesto. Y para rematar crece un 17% el gasto en cargos de libre designación. 203 nuevos, es un disparate. Más consejeros, altos cargos, chóferes, jefes de prensa, asesores...

–¿Se va a pensar entonces si tiende la mano al lehendakari para apoyar las Cuentas?

–Lo tenemos que ver, pero mi impresión es que las grandes cifras no concuerdan con las que nos gustarían. Tampoco veo fácil que este Gobierno, con mayoría absoluta, esté dispuesto a hacer un cambio sustancial por el apoyo que le pudiera dar el PP, pero haremos nuestras propuestas.

–¿Ve más disposición a entenderse con EH Bildu que con el PP?

–Es lo que viene haciendo y es posible que esta ocasión también sea así. Indudablemente hay una sintonía mayor. Estamos viendo cómo PNV, Bildu y PSOE acuerdan los Presupuestos generales del Estado, también los de Navarra. Y Bildu ya ha hecho un ofrecimiento muy abierto mostrando una amplia disposición porque hay una sintonía con este Gobierno y con estas formas de hacer las cosas. Sintonía que entiendo muy justificada porque realmente el liderazgo de la política vasca lo está tomando EH Bildu. Veo a PNV y al PSOE a remolque del impulso que está dando Bildu y nos preocupa mucho.

–¿No temen quedar orillados si no entran al acuerdo?

–No. Euskadi necesita una alternativa a una política de izquierdas como la que se viene gestando con esa sintonía Bildu-PSOE-PNV. Y la alternativa somos nosotros. Somos aún un partido con un apoyo pequeño, pero ideológicamente tenemos una alternativa muy potente que es, de hecho, mayoría en el conjunto de Europa.

–¿La negociación de los Presupuestos forales irá en paralelo a la de los vascos?

–No. Cada institución es autónoma, se dan circunstancias distintas y las propuestas también van a ser diferentes.

–En el caso de Gipuzkoa, ¿habrá mayor posibilidad de acuerdo dado que PNV y PSE no cuentan con mayoría absoluta?

–Siempre hemos estado dispuestos a poder introducir nuestras iniciativas porque lo que queremos es ser útiles. Primero tenemos que ir conociendo el proyecto al detalle, pero los portavoces y representantes del PP en las Juntas Generales van a tener una autonomía muy importante.

–¿Volverían a apoyar hoy a Eider Mendoza como hicieron en 2023 para facilitar la conformación del Gobierno foral de PNV-PSE?

–No, como lo hicimos, gratuitamente, no. No se volvería a hacer porque después de aquel gesto lo que hemos visto es que solo ha servido para que el PNV haga seguidismo de las políticas de EH Bildu, que creemos que no son buenas. Lo hemos visto en el Ayuntamiento de Vitoria, también en Gipuzkoa y lo estamos viendo en el Gobierno Vasco. En muchas áreas, en materia de energías en impuestos... Al final hay un liderazgo social al que los nacionalistas no están dispuestos a plantar batalla. El PNV se ha quedado limitado a buscar empleos y adjudicar contratos a sus simpatizantes y la parte ideológica la ha dejado en manos de Bildu. Con un partido que actúa así no podríamos hacerlo sin exigir a cambio contraprestaciones de gestión y compromisos políticos.

–¿Cuáles serían?

–Tenemos que utilizar el Gobierno foral para ser más atractivos en la generación de empleo, de empresas o en resolver problemas como el de la vivienda, en la que también se está siguiendo una política completamente de izquierdas que conduce a agravar la situación. Ante ese liderazgo de la izquierda, encabezado por Bildu, se tiene que presentar una alternativa.

–¿Se equivocaron entonces al apoyar a Mendoza?

–Si hubiéramos sabido lo que ha ocurrido, no hubiéramos accedido a dar nuestros votos sin garantizarnos elementos de seguridad y de cambio.

–¿Aunque eso pudiera haber derivado en entregar el Gobierno foral a EH Bildu?

–Llega un punto en el que no veo muchas diferencias entre EH Bildu y lo que puedan hacer el PSOE y el PNV. Los vemos votando todo el día juntos en el Congreso, lo mismo que en tantas otras materias aquí.

–¿Le ha sorprendido el acuerdo entre PNV y PSE para la reforma fiscal? ¿Qué va a suponer?

–No conocemos nada. Por lo poco que he visto parece que va a haber subida de impuestos. Y nosotros creemos que lo que hay que hacer es compensar la bajada de la capacidad adquisitiva que tienen los trabajadores y aliviar la situación. El Presupuesto del Gobierno Vasco sube un 4,7% y no conozco en este momento ninguna empresa que vaya a subir ese porcentaje a sus empleados. ¿Eso qué significa? Que quien va a pagar esta subida son los trabajadores.Nuestra disposición al acuerdo va a ir dirigida a bajar impuestos, a apoyar a las clases medias, a la gente que tiene un comercio, una profesión o trabaja por cuenta ajena y está viendo reducida su capacidad adquisitiva.

–¿Qué opina del acuerdo para la recaudación del impuesto de la banca y multinacionales?

–Esto en principio tendría que tener un efecto neutro en su incorporación al Concierto. Lo que sí creo es que en nuestro sistema a veces parece más que hubiera detrás un lobby que una agencia tributaria. Y eso no es nada bueno para el Concierto.

–¿Qué postura va a tener el PP en la reforma del Estatuto?

–No vemos mal una actualización del autogobierno porque con la experiencia de 40 años se ve que ha habido cosas que no funcionan bien. Hay una politización de la Administración que es extraordinaria y un clientelismo interno y externo que perjudica la competitividad y la igualdad de los ciudadanos vascos. Tenemos que establecer cláusulas de garantías para las personas que favorezcan y hagan un Estatuto que dé más libertad a la gente y más equidad.

–El PNV apuesta por una relación bilateral con el Estado que reconozca la singularidad del autogobierno y la realidad nacional de Euskadi. ¿Aceptaría esos términos?

–No buscamos un Estatuto identitario. Nos gustaría que estuviera dirigido a la gente y no a los propósitos ideológicos de una parte.

–EH Bildu habla ahora de gradualizar el proceso para la independencia. ¿A qué le suena?

–Es una estrategia para un proyecto de ruptura. Que nos disfracen la ruptura en un proceso de cámara lenta no nos va a confundir porque creemos que lo que necesita Euskadi es modernizarse como lo está haciendo Europa, tendiendo puentes, entendiéndose, compartiendo y sumando esfuerzos. Aquí no se habla nunca del valor de la unidad, solamente del valor de la división. Nosotros creemos que la unidad aporta mucho.

–Ortuzar abrió una ronda de partidos para abordar el tema estatutario. ¿Se ha reunido con el PP?

–Llamaron para concretar unas fechas que no encajaban y estamos esperando a que nos propongan unas alternativas.

–¿Con qué objetivo acudirá?

–Estamos dispuestos a apoyar un Estatuto que mejore el funcionamiento de la Administración vasca, que desde luego ha dado muestras de importantes debilidades. Pero no estamos en una discusión rupturista ni en modelos identitarios del siglo XIX. Que ya están absolutamente obsoletos. La sociedad europea está tendiendo puentes y lo que proponen Bildu, PNV y el PSOE es a la ruptura de puentes y no participaremos de eso.

–¿Cómo le está viendo al nuevo lehendakari, encaja mejor con los objetivos del PP vasco?

–Lo veo ideológicamente muy condicionado. En materia de vivienda, por ejemplo, el PNV está criticando la ley que aprobaron entre otros Bildu y el PSOE en el Congreso y, sin embargo, la está aplicando aquí con las zonas tensionadas. Vemos un PNV que dice que declarar zonas tensionadas genera problemas de oferta y encarece y dificulta el acceso a la vivienda, y Pradales lo está ejecutando. Lo ha hecho ya en Errenteria y lo va a hacer también en Donostia y en el resto de capitales vascas. Esto demuestra que hay un lehendakari que está muy condicionado por sus socios, que son minoritarios, pero sobre todo por el tirón ideológico de Bildu, que es el que marca la pauta realmente en Euskadi.

–¿Ve algo positivo?

–No sé, tengo que pensar mucho para ello... No sé. Veo un gobierno que resulta más caro, con más chóferes y hasta ahora no veo liderazgo. El tema de las energías renovables, por ejemplo, es muy significativo porque el lehendakari dijo que quería que Euskadi se pusiera en cabeza y es el propio PNV el que se está oponiendo a cualquier proyecto. Con lo cual veo que no lidera este asunto tampoco.

–¿Espera que el nuevo PNV que salga del proceso interno que ha puesto en marcha pueda retomar relaciones con el PP de Euskadi?

–Desgraciadamente, damos por hecho que no. El compromiso del PNV con el PSOE es absoluto. Está profundamente unido y realmente pensamos que hoy el PNV es un pétalo más en la rosa del Partido Socialista.

–¿No ve margen de ningún tipo?

–El PNV está condicionado por el PSE en todos los gobiernos de Euskadi. Y si el PNV hiciera una cosa diferente, el PSE tendría la opción de unirse a un EH Bildu blanqueado. Eso es justamente lo que lleva a que el PNV caiga en las manos o mejor dicho en el 'puño' del PSOE. El PNV ahora mismo es dependiente del PSOE.

–¿Cree que resistirá el Gobierno de Pedro Sánchez?

–En tauromaquia se habla de 'toro amorcillado', es un toro que está herido, pero se sostiene sobre las cuatro patas y puede durar muchísimo tiempo sin que se venzan. Yo veo a Sánchez amorcillado.

–¿Y a Feijóo cómo le ve?

–Creo que ha hecho un papel muy importante. Se refleja también en las encuestas. Ahora mismo el Partido Popular español es el que tiene mayor porcentaje de votos de toda Europa. En España seguimos siendo no solo los que ganamos las últimas elecciones, los que tenemos el poder municipal y económico, sino que también estamos liderando las encuestas. Estamos en un 35% de votos, lo que es un índice muy bueno de la aceptación que tiene el PP.

–¿Le ve en la Moncloa a corto plazo?

–Con un presidente que tiene unos apoyos independientemente de lo que haga, mal o bien... En muchas ocasiones, los nacionalistas prefieren que las cosas vayan mal en el país porque eso alienta a sus bases. Con Sánchez están encantados porque tiene un gobierno muy débil y muy malo para España.

-Finalmente salió adelante la reforma legal que computa a los presos de ETA las penas cumplidas en Francia. ¿Cómo pudo ser que sus compañeros del PP apoyaran erróneamente que saliera adelante?

-La posición del PP no era decisiva. Si se hubiera querido, se hubiera podido evitar indudablemente. Pero es importante resaltar que esas penas cumplidas en Francia lo son por delitos distintos.

-¿Qué le pareció el gesto de Tellado mostrando fotografías de víctimas de ETA?

-Lo que me parece es que se va a sacar a 50 terroristas a la calle sin que cumplan su condena y que algunos quieren poner el peso sobre una forma de expresión que puede ser más o menos acertada.

-¿Qué les diría a las víctimas que se sintieron ofendidas y molestas con esa actuación?

-Que hay otras víctimas que se han sentido más ofendidas por el hecho de que se saque a 50 terroristas a la calle.

-¿Aprecia un nuevo impulso en las políticas de memoria como anunció la nueva consejera de Justicia y Derechos Humanos?

-No veo ningún cambio. Para nada. Veo tiempos para más hipocresía.

-El pasado octubre se conocieron los primeros terceros grados aprobados por ese departamento del PSE. Aseguran que se está cumpliendo la ley.

-La ley no respalda esto porque no hay reconocimiento del daño causado ni un arrepentimiento. De lo contrario, significaría que los presos están dando lecciones a los de Bildu que todavía no han condenado al terrorismo. ¿Resulta que ahora los presos sí que condenan? Yo no me lo creo. La ley no se está cumpliendo. Lo que ocurre es que la Fiscalía no recurre. ¿Por qué? Porque está manipulada por el Partido Socialista.