Víctimas piden que no se les use como «moneda de cambio»
Roberto Manrique, víctima del atentado de ETA en la supermercado Hipercor en Barcelona en 1987, y Carmen Galdeano, cuyo padre fue asesinado por los GAL ese mismo año, participaron ayer en las jornadas 'Aiete, diez años después' y coincidieron en que «queda mucho trabajo por hacer en el reconocimiento» de los damnificados por la violencia, al tiempo que reclamaron a los partidos políticos que no utilicen a las víctimas como «moneda de cambio» por intereses partidistas. Señalaron también que no se puede englobar a todas las víctimas en un único colectivo.
Publicidad
Manrique y Galdeano participaron por la mañana en una mesa redonda denominada 'Retos del proceso de paz vasco', que compartieron con el abogado sudafricano y mediador Brian Currin y con el representante del Foro Social Agus Hernán. Currin, que tuvo un destacado papel en el proceso del final de la violencia de ETA, denunció que el Estado español «no está haciendo nada para solucionar el reconocimiento a todas las víctimas de la violencia».
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión