La «verdad histórica» para deslegitimar el terror en Euskadi

«Estos niños mentían para proteger sus vidas y las de sus padres. Aprendieron a construir una vida paralela donde sus padres pasaban a ser simplemente funcionarios. Inventaban mil y una historias hasta tener la confianza suficiente para confesar, como si se tratase de un delito, que sus padres vestían aquel odiado uniforme verde», cuenta el primer capítulo del libro de más de 700 páginas.

Cuatro años de trabajo e investigación, a cargo del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo y del Instituto de Historia Valentín de Foronda de la UPV, han hecho posible este proyecto de investigación, el estudio «más extenso, riguroso y documentado» sobre la violencia de ETA, los GAL y la ultraderecha en Euskadi. El primer tomo recorre los años 1968 a 1981. El segundo, de 1982 a 1994, se publicará en octubre y el tercero, de 1995 a 2011, llegará a las librerías en marzo de 2022. Los autores de la trilogía, explica Pérez Pérez, no aspiran a construir «la verdad oficial», pero como historiadores «tratamos de aportar la verdad histórica del terrorismo, de su onda expansiva y arrojar luz acerca de por qué perduró tanto tiempo en Euskadi».

Se trata del primer proyecto aprobado por el Patronato de la Fundación del Centro Memorial en 2015, a instancias del Ministerio del Interior, y ha contado con una inversión de 1,2 millones de euros. Además de los tres libros hay otra parte «que se ve menos», explica Pérez Pérez para detallar la importante documentación reunida a lo largo de todo este tiempo y que va a ser depositada en el Centro Memorial de Vitoria. Se trata de 26.000 archivos digitales con noticias de prensa, sentencias judiciales y unas 2.000 actas municipales de casi todos los ayuntamientos en los que hubo víctimas mortales, localizadas gracias a un seguimiento sistemático y exhaustivo de las informaciones públicas sobre los 381 asesinados. Decenas de fotografías acompañan los textos, algunas «muy representativas de la soledad que se sufría, como refleja la capilla ardiente de cuatro guardias civiles asesinados en Markina en 1980, o en el atentado en Beasain a los conocidos como 'los novios de Cádiz', a los que nadie bajó a ayudar», cita.

Domínguez y Rivera explican en el prólogo del libro que «vivimos tiempos en los que la interpretación de lo ocurrido amenaza con cobrar más entidad que los propios hechos conocidos». En su opinión, estudiar los hechos, sus contextos y la evolución de las interpretaciones en el tiempo «es tan posible como necesario». «Lo exigen primero sus víctimas –verdad, justicia, reparación– y lo necesita sin ninguna duda la sociedad». Remarcan además que «una actitud crítica y deslegitimadora del terrorismo es la medida más eficaz para prevenir que en el futuro alguien pueda recurrir de nuevo a la violencia con pretensiones políticas».

El trabajo ha sido realizado en su totalidad por doctores en Historia Contemporánea, coordinados por Pérez Pérez, y en la supervisión de la investigación y los textos han tomado parte el equipo del Memorial que dirige Domínguez y expertos como José Mari Ortiz de Orruño, Antonio Rivera, Txema Portillo y Rafa Ruzafa.