Urkullu preside su último Consejo de Gobierno y pone en valor la convivencia entre PNV y PSE
Jeltzales y socialistas firman este miércoles un acuerdo de gobierno que sitúa como primera prioridad Osakidetza
Ahora sí, la era Urkullu agota ya sus últimas horas. El aún jefe del Gobierno Vasco presidió este martes su último Consejo de Gobierno, su ... última reunión para zanjar los flecos gubernamentales sueltos. Un último encuentro formal y oficial con su equipo más estrecho que el lehendakari en funciones aprovechó para hacer una oda a la labor que han venido desarrollando los diferentes departamentos que componen su gabinete. Agradecimiento y reconocimiento fueron, de hecho, la dos palabras que resumen la intervención que realizó frente a sus diez consejeros, jeltzales y socialistas, a quienes reconoció su «disposición al acuerdo y al diálogo». Un entendimiento entre diferentes que volverá a escenificarse este miércoles en el Parlamento Vasco, con la firma del acuerdo del nuevo Gobierno entre el PNV y el PSE -liderado por Imanol Pradales y que quedará plasmado en un documento de un centenar de páginas- que tendrá a Osakidetza como máxima prioridad en una legislatura en la que ganan peso cuestiones como la transición energética, el fomento del empleo digno de calidad o medidas para favorecer la emancipación juvenil. Además, esta vez los socios no sellarán sus diferencias en materia de autogobierno.
Fue Bingen Zupiria, portavoz del Gobierno Vasco, quien en la habitual rueda de prensa de los martes destacó que «han sido muchos los casos en los que se ha hecho un esfuerzo muy importante por parte de todos los consejeros para llegar a acuerdos e intentar evitar transmitir a la sociedad una sensación de bronca y de diferencia». «Es cierto -continuó Zupiria- que ha habido un par de cuestiones en las que ha habido diferencias y han tenido una proyección en la sociedad, pero han sido la ínfima minoría de las que se han planteado y ha habido un esfuerzo permanente para llegar a acuerdos».
Zupiria manifestó en este sentido, y al hilo de la intervención de Urkullu, que en un Gobierno de coalición existe un programa de gobierno, sí, pero que en muchas ocasiones los contenidos pueden provocar puntos de vista diferentes, «a veces entre departamentos de un mismo partido político y a veces también entre departamentos correspondientes a los dos partidos que han sustentado esta coalición». De ahí que tanto el lehendakari como el consejero socialista Iñaki Arriola pusieran ayer en valor, en el seno del Consejo, la disposición al acuerdo y al diálogo. Más aún en un Gobierno bicolor.
Zupiria, que defendió el pacto PNV-PSE como «gobiernos de equipo», también afrontaba ayer su última rueda de prensa como portavoz. Y es que el ambiente de despedida durante el Consejo de Gobierno fue palpable desde el minuto uno. Finalmente, hasta 55 medidas salieron ayer adelante en este sprint final. Aunque los consejeros también han dejado los deberes hechos al futuro Ejecutivo de Imanol Pradales, que será investido como nuevo lehendakari mañana en el Parlamento Vasco gracias a la mayoría absoluta que suman PNV y PSE.
Así, todos los departamentos han realizado las tareas que les impuso el lehendakari para poder hacer una transición más ordenada. La primera de ellas consistía en identificar aquellos aspectos de la gestión de cada departamento que no estuvieran finalizadas, como convocatorias, concesiones de subvenciones, desarrollo de leyes, decretos... Es decir, todas aquellas tareas que se contemplan para que se ejecuten a lo largo de todo un año natural.
«Al año todavía le quedan seis meses, hay cuestiones que están lanzadas y que hay que culminar; y así, quien llegue a los departamentos en los que nosotros ahora estamos tengan toda la información necesaria para culminar bien la tarea que tenemos encomendada», explicó. Además, aseguró que «muchos departamentos hemos hecho el esfuerzo de dejar por escrito cuáles son los diferentes ámbitos en los que se podrían hacer cosas de otra manera». No obstante, apuntó que se trata de aportaciones casi personales y que quedará en manos del nuevo equipo de Pradales la decisión de que se lleven o no a cabo.
Conscientes de que el Consejo que iban a afrontar era «diferente», Urkullu -cuyo futuro más inmediato sigue en el aire, aunque según fuentes consultadas está «trabajando en algunas iniciativas que no están vinculadas a las instituciones- y todos los consejeros desayunaron previamente juntos en un claro ambiente de despedida en vísperas de que Pradales tome las riendas del nuevo Gobierno Vasco. Este nuevo ejecutivo, cuyo acuerdo de coalición se firmará hoy, tendrá Osakidetza en el número uno de sus prioridades, tal y como reivindicó el propio Pradales a lo largo de toda su campaña electoral. Con el programa de Gobierno ya encarrilado, falta por despejar la incógnita del reparto definitivo de carteras. Y no se descarta la opción de que Pradales amplíe aún más su Ejecutivo y que el PSE llegue a tener hasta cinco consejerías.
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