Sánchez ofreció a Redondo ser ministro en dos ocasiones durante su mandato

¿Qué pasó en realidad entre Sánchez y Redondo para que se consumara su inesperado divorcio? Todo parece indicar que fue el mismo día de autos, el sábado, cuando Sánchez colocó a su inseparable colaborador fuera de la Moncloa. Pero, ¿fue el presidente quien le destituyó o fue el donostiarra quien pidió abandonar su cargo?

Fuentes cercanas a Iván Redondo sostienen que el que fuera asesor del presidente había solicitado personalmente a Sánchez apearse del Gobierno en 2019, tras ganar el PSOE las últimas elecciones generales, y en una segunda ocasión lo volvió a reiterar hace mes y medio. Sin embargo, según estos mismos medios, el presidente hizo caso omiso a esta petición. Esa decisión de «parar», que la escribió el pasado sábado en la tarjeta de despedida que colocó en su despacho, se la trasladó al presidente por «coherencia», aunque su marcha se congeló por la pandemia.

Uno de los momentos claves de este inédito y soterrado pulso entre Sánchez y Redondo se produjo, según el entorno del asesor donostiarra, en una reunión que ambos mantuvieron en la tercera semana de mayo, cuando Redondo le reiteró que quería dejar el puesto y el presidente ofreció a Redondo ser ministro para «retenerle a toda costa».

En estos mismos medios se detalla que el líder socialista le pidió a su entonces jefe de gabinete que meditara la oferta y que lo hablara con su entorno familiar para sopesarlo «por amistad». No era la primera vez que le ofrecía un ministerio, ya que Sánchez, nada más ganar la moción de censura a Rajoy, le había ofrecido una cartera en su recién estrenado Gobierno, que rechazó de manera tajante, según mantiene el entorno del asesor político.

Sin embargo, aunque Sánchez y Redondo no llegaron a un acuerdo a finales de mayo, ambos siguieron configurando juntos el nuevo Gobierno. No obstante, las mismas fuentes señalan que el presidente contemplaba a Redondo como su futuro ministro, a pesar de que conocía su negativa.

El presidente buscó por todos los medios convencer a Redondo y, según el entorno del asesor, el martes pasado Sánchez envió a cenar con Redondo a dos amigos comunes para tratar de convencer al donostiarra que se quedara en el Ejecutivo. Redondo, que transmitió en esa cena que se marchaba de manera definitiva, conocía que se iba a producir de manera inminente la remodelación de un Gobierno en el que, paradójicamente, había participado fechas antes en su elaboración. La cuerda estaba a punto de romperse.

La mañana de este pasado sábado se produjo el decisivo encuentro entre el presidente y su asesor, en un ambiente «correcto», y fue en esa reunión donde se consumó la ruptura. Un divorcio que en las filas del PSOE se ha vivido con «euforia». Fuentes socialistas y cercanas al presidente, que ayer recogía El País, contradicen de manera radical las versiones 'redondistas' al sostener que fue el propio jefe de gabinete quien quiso ser ministro de Presidencia para aglutinar mayor poder dentro del Ejecutivo y colocarse en su virtual 'número dos'. Sin embargo, según medios cercanos al presidente, esta proposición no la veía Sánchez porque, con la salida de Carmen Calvo y José Luis Ábalos, prefería que Félix Bolaños, otro 'pata negra' del PSOE como los salientes, ocupase ese codiciado puesto. Sánchez le dijo 'no' a todo y le enseñó el camino de la calle.