Remontar el vuelo con una identidad incierta

Precisamente, la formación que lidera Pilar Garrido en Euskadi ha presentado esta semana un «proceso de reflexión» en el que desgranan algunos de los puntos de su programa y fijan posición acerca del modelo territorial. Todo ello bajo la amenaza del PSE y de EH Bildu, que tras rebajar de su discurso el acento más soberanista, podría estar captando al votante de Podemos.

Las luchas internas han sido una constante en la historia de un partido que nació tras las movilizaciones sociales del 15-M y que se ha ido debilitando tanto a nivel estatal como territorial. En sus cinco primeros años de vida, desde 2015 hasta 2020, el círculo vasco de Podemos contó con cuatro secretarios generales distintos. Unos cambios de dirección marcados por los choques entre afines a Pablo Iglesias y al 'errejonismo', además de las pugnas por situar nombres en las listas. Tras unos años de relativa estabilidad, la irrupción de Sumar ha hecho resurgir algunos fantasmas del pasado, ya que la apuesta de Díaz en Euskadi es Lander Martínez, exsecretario de la formación que dimitió tras perder un proceso de primarias ante Garrido.

Martínez lideró las listas de Sumar por Bizkaia en las últimas generales y fue el único electo del espacio político en Euskadi, quedándose fuera del Congreso los cabezas de lista por Gipuzkoa, Pilar Garrido, y por Álava, Guillermo Presa, ambos de Podemos. La poca simpatía que despierta Martínez en la dirección de Elkarrekin Podemos aleja a la formación de un entendimiento con Sumar, a lo que se añaden las declaraciones que ha realizado Pablo Iglesias esta semana, quien ha afirmado que en clave estatal Podemos se va a diferenciar de Sumar. Un contexto poco favorable para los vascos, donde la representación de la izquierda a la izquierda del PSE es un mar de incertidumbres de cara a las autonómicas.

Los años que Podemos ha formado parte del gobierno de coalición han estado marcados por polémicas como la de la ley del 'Solo sí es sí', la pugna por colocar ministros o la salida de Iglesias de la vicepresidencia. Cuatro años que han lastrado al partido a un desplome general en todos los territorios, desapareciendo en Madrid y en la Comunidad de Valencia. La nueva plataforma de Díaz puede ser ahora un revulsivo que aproveché el trabajo realizado y supere los desencuentros.

Lo que se sabe hasta ahora es que la estrategia de Podemos en Euskadi pasa por reivindicar la marca 'Elkarrekin'. El pasado lunes la secretaria general Pilar Garrido, el parlamentario David Soto y la portavoz en el Ayuntamiento de Vitoria, Garbiñe Noriega, anunciaron «un proceso de reflexión» llamado 'Euskadi berria eraikitzen' para dotar de una hoja de ruta clara al partido. Un documento que refuerza la figura de Elkarrekin, pero que no aclara quién forma parte de ese grupo llamado como «la izquierda vasca transformadora». De hecho, las tres caras visibles en la presentación de este texto fueron de Podemos, sin representación de IU, Berdeak Equo o Alianza Verde. Tampoco de Sumar, a quien han extendido la «invitación» para participar, pero «no han respondido».

Elkarrekin volverá a apostar por Miren Gorrotxategi como candidata para las elecciones vascas. La actual portavoz en el Parlamento Vasco tiene un buen cartel como mujer, euskaldun y docente en la universidad. Aparentemente no tiene ningún rival interno. De todas formas, todo hace indicar que el próximo postulante a la Lehendakaritza tendrán que negociarlo con Sumar, según asegura Martínez. Un debate que no estará exento de tensión.

En Elkarrekin confían en poder recuperar el voto de la izquierda no independentista que les llevó a una inesperada victoria en las generales de hace ocho años. Para ello mantienen un programa social vinculado a la mejora de las condiciones laborales, los cuidados, feminismo, ecologismo y a la defensa de los servicios públicos. Y siguen reivindicando la escuela pública como su principal bandera.

Donde Elkarrekin ha dado un paso adelante ha sido en la cuestión del modelo territorial. En el texto publicado el lunes se fijan tres ejes: un horizonte republicano, el reconocimiento de la realidad plurinacional y de la diversidad identitaria de Euskadi y profundizar en el autogobierno como herramienta para ampliar derechos. También hablan del derecho a decidir.

A pesar de toda esta batería de medidas, recuperar el electorado perdido no será fácil por el giro que ha dado EH Bildu, hacia un perfil social que ha orillado la cuestión identitaria. Desde Elkarrekin han hablado de una «podemización» de la izquierda abertzale. Un escenario que les obliga a buscar una diferenciación en asuntos como la educación o el euskera.

Una EH Bildu al alza es el peor enemigo para un Podemos que capitalizó el voto del descontento vasco cuando todavía la coalición independentista no había renovado las caras de su partido y el fin de ETA era muy reciente. Tampoco ayuda el buen estado de forma del PSE, lo que pone en jaque a Elkarrekin y airea la pregunta de si hay espacio en Euskadi para tres partidos de izquierdas.

Roberto Uriarte, exsecretario general de Elkarrekin Podemos, es la brújula de este espacio político. Conoce el partido desde su nacimiento y ha vivido en primera persona los tira y afloja con el aparato de Madrid. Tanto que dejó la jefatura en 2015 por discrepancias con la dirección nacional, aunque en 2018 fue repescado por Pablo Iglesias. Este bermeotarra de 63 años es licenciado en Relaciones Laborales y recientemente ha vuelto a la UPV para seguir dando clases como profesor de Derecho Constitucional. Siempre ha estado firmemente involucrado con los movimientos sociales, entre ellos el de los pensionistas. Sonó como candidato por Álava para las generales, pero no quiso presentarse bajo las siglas de Sumar.