El pulso de Junts favorece la intención del PNV de presionar para las transferencias
Los jeltzales han incluido en las negociaciones que se modifique la Ley de Vivienda porque denuncian que invade competencias vascas
PNV y Junts están haciendo una pinza al PSOE. No se sabe si de manera coordinada o por mera coincidencia, pero el hecho es ... que ambas formaciones tensionan al máximo las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez. De hecho, está en el aire que el pleno del Congreso se convoque la semana que viene, tal y como habían adelantado en el entorno del presidente en funciones, embargados de un optimismo que quizá quede frustrado.
La estrategia de Carles Puigdemont, que el pasado jueves enfrió la posibilidad de un acuerdo inmediato, refuerza la posición del PNV de frenar las prisas del PSOE. Como se encargó de advertir el jueves la presidenta del BBB, Itxaso Atutxa, van a ser minuciosos en las negociaciones, teniendo en cuenta que queda plazo hasta el día 27, porque además de transferencias quieren garantías de que se cumplirá lo firmado.
Lo cierto es que el ritmo que ha establecido Puigdemont le viene de perlas al PNV. Si el líder de Junts hubiera amarrado el pacto con los socialistas, al igual que hizo el jueves ERC, los jeltzales se hubieran quedado solos en su apuesta por apretar a los socialistas, lo que hubiera supuesto una presión difícil de aguantar. Siendo dos los partidos que no dan su brazo a torcer, la tensión se hace más llevadera, teniendo en cuenta además que los focos mediáticos se dirigen más hacia Carles Puigdemont que hacia Aitor Esteban.
La transferencia de los Cercanías de Renfe a la Generalitat podría favorecer que se dé este paso también para Euskadi
Las exigencias que plantean los jeltzales para dar su apoyo a Sánchez son conocidas y vienen de antiguo. El PNV reclama que se transfieran las competencias pendientes, recogidas en el Estatuto de Gernika y que, como han venido recordando estos últimos meses, llevan un retraso de cuarenta años. Los jeltzales han lanzado un órdago porque se encuentran ante una oportunidad histórica derivada de los cinco escaños de que disponen en el Congreso. Sin esos cinco votos a favor – la abstención no es suficiente– Sánchez no sería reelegido presidente y se tendrían que repetir las elecciones generales.
De ahí que el PNV haya puesto sobre la mesa la joya de las competencias que quedan por transferir para apuntalar el autogobierno: el régimen económico de la Seguridad Social. Para el PSOE es un decisión difícil, porque si dan el visto bueno recibirán un aluvión de críticas desde otras comunidades autónomas alegando que se rompe la caja única. No obstante, la necesidad de votos está haciendo que los socialistas estén dispuestos a arriesgar, ahí está el acuerdo para amnistía a los encausados por el procés o la condonación de 15.000 millones de la deuda de Cataluña con el Estado.
Además, la crítica de los agravios se puede neutralizar, según subraya el PNV, explicando que la caja única de la Seguridad Social no se rompe porque se trata de transferir solo el régimen económico. Por tanto, en manos del Estado seguiría quedando la capacidad normativa y sancionadora. Es decir, la Seguridad Social se mantendrá como un organismo de titularidad estatal que cede a Euskadi la gestión ordinaria.
Otra competencia por la que el PNV lleva peleando desde hace meses es la de Cercanías de Renfe. El nudo gordiano reside en cómo financiar el servicio, bien a través del Cupo o mediante otro mecanismo. Parece que en esta ocasión todo se alinea para lograr la transferencia, máxime cuando a ERC se le ha garantizado este mismo traspaso. Se tratará de una empresa mixta constituida por el Estado y la Generalitat y que se denominará Rodalies Catalunya.
Invasión de competencias
Otra de las cuestiones que está sobre la mesa es el enfado del PNV por lo que consideran una invasión de competencias, como en el caso de la Ley de Vivienda. Los jeltzales votaron en contra de la misma y han amenazado con presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional si no se modifica. Esta es una cuestión prioritaria para el PNV. Su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, en la campaña electoral de mayo aseguró que la competencia de Vivienda «es exclusiva de las instituciones vascas» y que existe una ley en Euskadi «avanzada, mejor que la aprobada por España. ¿Por qué tenemos que aceptar una cosa que viene de Madrid que es peor que la nuestra?».
El PNV ha aprovechado esta ley para denunciar que el único partido que dice que no hay invasión competencial es Bildu, porque ERC después de haber votado a favor, también reconoció que se produce tal invasión.
Los jeltzales mostraron asimismo su preocupación porque han detectado en el acuerdo firmado entre el PSOE y Sumar la posibilidad de que se limen competencias vascas.
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