El Puente Avenida de Irun será declarado Lugar de Memoria

Garmendia ha recordado que el homenaje a las víctimas del exilio republicano español se realiza en el Puente Avenida porque «el 4 de julio de 1936 miles de iruneses cruzaron con sus enseres este lugar hacia Francia para escapar de la Guerra Civil y luego de la dictadura franquista». Y ha reconocido que el exilio es «algo terrible. Españoles que fueron perseguidos y acosados; la página más negra de nuestra historia».

Garmendia y Laborda han protagonizado un acto cargado de simbolismo en el que han estado arropadas por una gran representación de la familia socialista guipuzcoana, como José Ignacio Asensio, Rafaela Romero, Azahara Domínguez, Miguel Ángel Páez o Cristina Lagé. Además Ararteko, Manuel Lezertua, representantes de todos los partidos del Ayuntamiento de Irun, así como asociaciones, como la Republicana Irunesa Nicolás Guerendiain se han sumado al homenaje en el que han ondeado banderas republicanas.

Durante el acto, Garmendia también ha defendido durante el acto la necesidad de aclarar el pasado para construir el futuro: «El Gobierno de Sánchez quiere recuperar la memoria del exilio republicano para España y prueba de ello es la Ley de Memoria Democrática. Y hoy demostramos que el Estado rinde homenaje al exilio y hace todo lo posible por darlo a conocer porque la memoria merece estar basada en la memoria y en el olvido». Es este sentido, ha lamentado esta «estrategia del olvido» al recodar las políticas aplicadas por la derecha y la extrema derecha. «Ahora vemos cómo algunas comunidades gobernadas por PP y Vox se inventan una 'ley de concordia' para desvirtuar las políticas de memoria democrática vigentes. Hasta la ONU se ha revuelto contra estas iniciativas de la derecha y ha alertado sobre el negacionismo».

La alcaldesa de Irun, por su parte, ha querido mostrar también su empatía con aquellos exiliados. «Hoy es día de recordar y sobre todo, de reivindicar la lucha de tantas personas que tuvieron que huir por defender valores como la libertad y la democracia. Nos encontramos en un lugar muy especial y muy adecuado precisamente para visibilizar la fortaleza de la unión. Por este puente huyeron cientos de personas creando una separación física y simbólica», ha destacado.

El Puente Avenida ha cambiado con los años su razón de ser y hoy constituye un elemento de unión, como ha remarcado Laborda, que ha confesado que «este puente es un lugar especial, lleno de historia y de historias. Pero ha dejado de ser un elemento de separación y a través de él nos da la oportunidad».

Un enclave que se unirá a una lista de la que por ahora en Euskadi forma parte Gernika y que tendrán en común su carácter simbólico como escenario del horror pero también como monumentos a la democracia.