El PNV advierte a Sánchez contra la vía Cs y sigue en el «no rotundo» a la reforma laboral

Fuentes del EBB aclararon ayer que no es el PNV quien veta a nadie en esta negociación, sino que han sido partidos como Cs los que se han posicionado como incompatibles con la formación jeltzale, en una postura que es un clásico de la formación naranja desde su salto a la política estatal. Su presidenta, Inés Arrimadas, se reunió ayer con dirigentes de la CEOE y les confirmó su apoyo al decreto de la reforma laboral siempre que no se modifique el acuerdo alcanzado por los agentes sociales. Incluso habló de hacer un «frente común» contra los «separatistas».

En Sabin Etxea ignoraron esas palabras y aseguraron que, «si el Gobierno atiende nuestra única reivindicación, que es el respeto al marco vasco de relaciones laborales, nosotros firmaríamos hoy mismo», recalcando que no sería decisivo quiénes pudieran ser el resto de los socios en los que se apoyase Sánchez. Aunque Esteban señaló ayer que sería «importante» que la reforma laboral saliera con los socios de investidura.

Fue el propio Esteban quien, en una entrevista en Euskadi Irratia, subrayó que el PNV sigue hoy en el «no rotundo» al decreto sobre la reforma laboral, después de un fin de semana sin nuevos contactos con el Gobierno. Además, el portavoz del PNV vio poco probable que Cs se pueda unir a la mayoría habitual que apoya a Sánchez. «No creo que el Gobierno pueda sumar a Ciudadanos al acuerdo cuando este grupo ha dicho claramente que, si se atienden las reivindicaciones del PNV, votará en contra», recordó.

Esteban adelantó que la posición final del grupo jeltzale en el Congreso «será un 'sí' o un 'no', en función de que se recojan nuestras demandas», pero descartó la posibilidad de una abstención. El portavoz jeltzale explicó que su partido no considera que haya que «poner patas arriba» el acuerdo sobre la reforma laboral, sino que «se podría mantener el núcleo, pero acondicionando algunas cosas», algo que, en su opinión, «entendería Europa y deberían entender tanto patronal como sindicatos».

Esteban aseguró que «no hay tanto problema» por parte de los sindicatos firmantes del acuerdo para que la reforma recoja la reivindicación del PNV. «CC OO no tendría ningún problema y UGT lo ha terminado dando por bueno», señaló. Pero lamentó que «lo que sucede es que una parte de la patronal ha decidido no aceptarlo» y el Gobierno «no se ha dado cuenta de que no es suficiente lograr un acuerdo a nivel social y luego presionar, presionar y presionar, sin hacer ninguna modificación para que el Congreso lo apruebe. Las cosas no se hacen así».

Esteban se refirió también al otro gran foco de discordia que el PNV mantiene con el Gobierno de Sánchez: el traspaso del Ingreso Mínimo Vital (IMV). El dirigente jeltzale avisó al Ejecutivo de que, si no materializa «pronto» esta transferencia, en cuestión de «semanas», su formación no colaborará «en ningún tema» con el Gobierno.

El PNV desvincula la exigencia sobre el IMV de la negociación sobre la reforma laboral, entre otras cosas porque la primera se basa en tres acuerdos firmados por Andoni Ortuzar con el Gobierno en el plazo de año y medio, por lo que «no hay razón para que aún esté incumplida». Esteban recordó que «todo está firmado y muy bien definido», por lo que censuró que «parece que, de nuevo, están poniendo trabas y queriendo retrasarlo». «Si no se materializa pronto, ya no será solo la reforma laboral, sino que el PNV no colaborará en ningún otro tema», avisó.

La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, se mostró convencida ayer de que finalmente será posible alcanzar un acuerdo con el PNV sobre la reforma laboral. Sobre el traspaso a Euskadi del IMV, subrayó que «está firmado» y que los gobiernos central y vasco se encuentran en un «cruce de documentos para dar total seguridad jurídica» a ese traspaso. «La voluntad es más rápida que los trámites», lamentó.