Ortuzar urge a Sánchez a cumplir sus compromisos con el PNV porque «la paciencia se agota»

Andoni Ortuzar utilizó este domingo el altavoz del Alderdi Eguna del PNV para pegar un puñetazo en la mesa y advertir al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que tiene que cumplir los compromisos contraídos con Euskadi si quiere seguir contando con el respaldo del grupo jeltzale en el Congreso. «No se puede ser más 'zintzo' y leales de lo que estamos siendo, pero tampoco vamos a ser tontos», enfatizó el presidente del EBB como aviso a Sánchez de que el apoyo del PNV no es incondicional y se basa en una serie de compromisos que no se están abordando. El grupo nacionalista en el Congreso fue determinante para que la moción de censura contra Mariano Rajoy saliera adelante, y la llegada de Sánchez a la Moncloa abrió una ventana de esperanza para avanzar en cuestiones bloqueadas como la culminación del Estatuto de Gernika, pero, cuatro meses después del relevo presidencial, las «buenas palabras» no terminan de concretarse en hechos. Y el PNV ha dicho basta. «El tiempo pasa y la paciencia se agota», clamó Ortuzar.

El líder del EBB elevó el tono en la fiesta anual del PNV y señaló al presidente socialista que «gobernar es algo más que hacer declaraciones. Es cumplir compromisos, asumir con valentía los problemas. Y eso pedimos para Euskadi: que cumplan ya. Hay que pasar de las promesas a las transferencias ya». El tirón de orejas público de Ortuzar a Sánchez no se debió a la efusividad del Alderdi Eguna, donde los discursos tienden a inflamarse para aglutinar a la militancia: el líder del EBB le trasladó la misma idea al presidente del Gobierno en privado la semana pasada. «Ha llegado el momento de pasar de las palabras a los hechos», le dijo.

El detonante fue la primera oferta de transferencias que ha traslado el Gobierno central al Ejecutivo vasco para desbloquear los traspasos pendientes: una propuesta que apenas incluye dos líneas de ferrocarril que ya estaban pactadas previamente y cinco kilómetros de la AP-1 a su paso por Álava. Un movimiento que supo a poco al gabinete de Urkullu y que empezó a desbordar la paciencia en Sabin Etxea. Así se lo hizo saber Ortuzar a Sánchez, según apuntaron fuentes del EBB.

El PNV no oculta su malestar con el proceder del Gobierno socialista porque los «incumplimientos» no se limitan a la ausencia de avances relevantes en las trasferencias pendientes, sino que se extienden a otras materias como los compromisos presupuestarios que Sánchez garantizó que respetaría antes de la moción de censura. Por ejemplo, desde el EBB destacan que aún no se han abonado al Gobierno Vasco los 50 millones correspondientes a la rebaja de la tarifa eléctrica a las empresas vascas o que desde el Ministerio de Fomento se están poniendo algunas pegas a cuestiones relacionadas con la construcción del TAV.

Hay otro factor que inquieta en Sabin Etxea, y es que en la última semana el Gobierno de Sánchez ha empezado a lanzar mensajes de que la ausencia de un acuerdo presupuestario para 2019 podría abocar a un adelanto electoral. Se trata del escenario que el PNV ha querido evitar desde la llegada de Sánchez a la Moncloa, y la principal razón por la que le ha dado un apoyo casi incondicional en sus primeros cuatro meses de mandato. La hipótesis de que la legislatura estuviera vista para sentencia complicaría sobremanera que el Ejecutivo socialista diera pasos que aún no se ha atrevido a acometer, como un estudio profundo de las 37 transferencias pendientes que reclama el Gobierno Vasco. Si hasta ahora el presidente ha priorizado otros asuntos como el conflicto catalán o las crisis de gobierno que ha afrontado con las dimisiones de ministros como Màxim Huerta o Carmen Montón, si pierde sus apoyos parlamentarios su nivel de necesidad respecto al PNV sería aún menor.

Valiéndose del lema que el PNV ha elegido este año para el Alderdi Eguna, 'Prest', Ortuzar instó a sus compañeros de partido a estar «preparados» ante un posible adelanto electoral en España, y aseguró que «el PNV no teme las elecciones». Aunque, al mismo tiempo, reclamó al presidente del Gobierno que «no se despiste con la ofensiva de la derechona ni se le nuble la vista por unas encuestas que les dan no sé cuántos puntos por encima del segundo». Por contra, le animó a «ponerse a gobernar» en vez de hacer cábalas sobre un posible adelanto electoral y advirtió que «esperamos y exigimos más del Gobierno de Sánchez». «Urge culminar el Estatuto y poner en marcha todos los compromisos presupuestarios con Euskadi», añadió.

Respecto al debate sobre el nuevo estatus, Ortuzar afirmó que «el PNV quiere el mayor autogobierno posible para Euskadi» y sostuvo que su intención es basarlo «en el máximo acuerdo político entre partidos vascos y conforme a un pacto con Madrid y Bruselas». Tras negar que existan «dos almas» en el PNV, se refirió a las bases del nuevo estatus acordadas con EH Bildu y reconoció que «podían haber sido más amplias, pero son legítimas y democráticas». No obstante, añadió que «queremos ensancharlas», aunque aclaró que «los que aún no están en el acuerdo van a tener que moverse».

El líder del EBB también salió al paso de las críticas que relacionan a su partido con la corrupción por el caso De Miguel. Aseguró que «el PNV es un partido honesto», aunque puntualizó que «puede haber alguien entre nosotros que no tenga conductas adecuadas. Pero cuando eso pasa, se le aparta y el partido actúa con rapidez». Recalcó que «el PNV no está sentado en el banquillo de acusados».

Ortuzar también dedicó unas palabras a Cataluña. Tras recordar «a todas las personas que permanecen en prisión o en el exilio», reclamó «su puesta en libertad y una solución dialogada y democrática para la nación catalana, igual que la pedimos para la nación vasca».