Necesidad obliga
El foco ·
La presidenta de Navarra, la socialista María Chivite, ha iniciado el proceso de contactos para buscar apoyos –que los necesita imperiosamente– para sacar adelante sus ... primeros presupuestos al frente del gobierno que lidera, compuesto por PSN, Geroa Bai y Podemos, con el apoyo externo de Izquierda-Ezkerra. Chivite cuenta de saque con 23 escaños y para aprobar la ley estrella de su primer curso en liza deberá contar con el respaldo –por lo menos en modo abstención – de Navarra Suma, que tiene 20 escaños, o de EH Bildu, que cuenta con 7 parlamentarios. La presidenta navarra sabe desde el primer minuto que tomó posesión de su cargo en el palacio foral que debería practicar lo que en su día denominó Zapatero como 'geometría variable'. Es decir, combinar el respaldo de unos u otros partidos de la actual oposición para ir completando su hoja de ruta programática.
Y para ello ha iniciado una ronda de contactos en paralelo con EH Bildu –con quien podría estar más en sintonía en materia social– y con Navarra Suma, que viene coincidiendo con naturalidad en las votaciones para defender politícas lingüísticas, de símbolo y aquellas que se refieren con la defensa del orden constitucional. Estos encuentros con ambos partidos –antagónicos donde los haya– serán la prueba del algodón para Chivite porque sencillamente se depejerá la incógnita de con quién pacta sus primeros presupuestos, con la izquierda abertzale o con los regionalistas navarros.
Un dirigente político vasco suele defender la teoría de que cuando un gobierno arranca en minoría su legislatura lo importante es amarrar tus primeros presupuestos como tu propio sello lacrado, que los siguientes, si hay problemas, los puedes prorrogar y complementarlos con decretos. Pero en esta tesitura de depender de terceros, lo importante es arrancar con unas cuentas hechas por el propio ejecutivo. Además se ofrece una imagen de consistencia en los primeros pasos de acción de gobierno ante el luminoso del Parlamento foral que, que muestra mayorías y minorías.
En esta misma necesidad se encuentra el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, de Navarra Suma, quien ha aireado la opción de intercambio de apoyos entre su partido y el PSE de Chivite. Ambos dirigentes salvarían sus presupuestos en sus respectivas instituciones. Todo es posible.
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