Navarra reeditará un nuevo gobierno progresista que frena a la derecha

Finalmente no fue así. Las caras tensas del lunes dejaron paso ayer a las de satisfacción en el acto de rúbrica del pacto, en el que estamparon su firma la secretaria general del PSN y candidata a la reelección como presidenta de Navarra, María Chivite; la líder de Geroa Bai, Uxue Barkos; y la portavoz de Contigo-Zurekin, Begoña Alfaro.

El acuerdo entre los tres partidos no garantiza numéricamente la investidura, porque suman 21 escaños en un Parlamento formado por 50 diputados. Por tanto, Chivite necesita del voto a favor o al menos de la abstención de EH Bildu para acceder a la presidencia. La coalición independentista ya ha adelantado que favorecerá sin condiciones su reelección para evitar una repetición de los comicios, previo visto bueno de sus bases, a las que consultará hoy. Chivite anunció que los tres partidos mantendrán una reunión con los dirigentes de EH Bildu para explicarles el programa firmado.

Este apoyo avanzado por la coalición independentista favoreció que en el acto de ayer se diera por segura la reedición de un tripartito que lidera Navarra desde 2019, frente a una derecha que pese a ganar las elecciones de la mano de UPN el 28-M, no cata poder desde 2015, cuando se formó el gobierno de coalición entre Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra.

La primera en manifestar su satisfacción fue María Chivite. La candidata a la investidura reconoció que las negociaciones, en las que ella no participó, fueron «intensas», pero destacó que finalmente han llegado a buen puerto. «Queremos ser el baluarte de progreso en España y nuestro camino –subrayó la dirigente socialista–será el de avanzar en derechos, servicios públicos, igualdad y convivencia, sin recortes ni retrocesos».

Chivite destacó que el pacto entre los tres partidos incide en cuestiones como el empleo, la cohesión social, la igualdad, el feminismo y «el mayor respeto por el euskera, en el contexto de la ley y desde la lógica de la realidad sociolingüística».

La portavoz de Geroa Bai, Uxue Barkos, se felicitó también por haber llegado a un consenso «que nos consolida en una senda que iniciamos en 2015 –legislatura en la que ella fue presidenta– en el terreno de trabajar políticas públicas en esta comunidad desde un ámbito progresista y plural. Esa es la base de un acuerdo que por tercera vez consecutiva va a dar sustento al ejercicio de esas políticas públicas. Son cuatro años más de un compromiso progresista y plural».

En la misma línea se manifestó la portavoz de Contigo-Zurekin, Begoña Alfaro. «Navarra es mayoritariamente progresista de forma clara y lo que hacemos –subrayó– es refrendar el mandato que nos dio la ciudadanía en las pasadas elecciones».

El documento firmado por los tres partidos contempla que cada uno de ellos tenga el mismo número de consejerías que en la legislatura anterior: ocho el PSN, cuatro Geroa Bai y una Contigo. Esta cuestión provocó un duro tira y afloja entre socialistas y nacionalistas porque los primeros arrancaron la negociación apuntándose nueve departamentos en el futuro ejecutivo, mientras dejaba a los segundos con tres.

El PSN quería aumentar su peso y reducir el de Geroa Bai en base a las elecciones del 28-M, en las que los socialistas repitieron los resultados de 2019 (once parlamentarios), en tanto que los nacionalistas lograron siete, dos menos. Contigo obtuvo tres, los mismos que lograron hace cuatro año por separado Podemos e Izquierda-Ezkerra.

El pacto también fija que haya tres vicepresidencias, una para cada grupo y que Geroa Bai designe al senador autonómico.