La inauguración del Memorial de las Víctimas del Terrorismo en Vitoria ha dejado este martes una imagen para la historia, la fotografía de los Reyes de España en el interior del zulo, reproducido a escala real, en el que ETA mantuvo secuestrado durante 532 días al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, y al industrial donostiarra Julio Iglesias Zamora, otros 116.
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El acto comenzaba puntual a las 12.45 horas a las puertas del Memorial con el emocionado saludo a la representación de todas las asociaciones y fundaciones de víctimas del terrorismo, por parte de los Reyes, Felipe VI y doña Letizia, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el lehendakari, Iñigo Urkullu, acompañados por su director, el periodista e investigador, Florencio Domínguez. Al acto y posterior visita al Museo, han asistido también todos los patronos de la Fundación Centro Memorial, entre los que se encuentran los vicelehendakaris del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka e Idoia Mendia, los ministros de Interior, Fernando Grande Marlaska, y de Educación, Isabel Celaá, así como el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso; la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal; el presidente del TSJPV, Iñaki Subijana, y autoridades locales.
En su discurso, Felipe VI, presidente de honor del Patronato del Memorial, ha remarcado el cariño con el que se ha construido el Centro «junto con toda la voluntad y la responsabilidad que la dignidad de las víctimas merece». El Rey ha destacado que la memoria de las víctimas es «un ejercicio de respeto, pero también un elemento esencial para que las generaciones venideras sean siempre conscientes de la gravedad de lo sucedido, del dolor que el terrorismo provoca a toda la sociedad y a sus víctimas en particular, y de la permanente obligación que toda la sociedad y todo Estado tiene de combatirlo».
Ha asegurado además que «el espacio inaugurado hoy servirá para preservar y difundir los valores democráticos y éticos que personifican las víctimas del terrorismo, para construir su memoria colectiva y concienciar al conjunto de la población en la defensa de la libertad y de los derechos humanos y contra el terrorismo». Felipe VI ha añadido que el recuerdo de los damnificados constituye un elemento «esencial para evitar cualquier legitimación o justificación del terrorismo y para que no se vuelva a repetir el injusto dolor causado».
A su llegada a las inmediaciones del edificio, la antigua sede del Banco de España, en pleno ensanche vitoriano, han sido recibidos por un aurresku de honor y a continuación han descubierto una placa conmemorativa, gesto que ha recibido el aplauso de los asistentes.
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Los Reyes, Sánchez y Urkullu han presidido minutos después la comitiva que ha realizado la visita al Centro Memorial guiados por el comisario de la exposición permanente, el historiador Raúl López Romo. Tras un detallado recorrido por las seis salas de la muestra y la visita a la reproducción del zulo donde ETA mantuvo secuestrado a José Antonio Ortega Lara y a Julio Iglesias Zamora, ha tenido lugar el acto de inauguración propiamente dicho con los discursos de Florencio Domínguez, el presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero y el Rey.
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Una visita real con distancia social
El primero en intervenir ha sido el director del Centro que ha agradecido que «una vez más» los Reyes hayan querido dar testimonio de su «compromiso con las víctimas del terrorismo» y ha destacado que la memoria de las víctimas constituye un elemento esencial «para la deslegitimación ética, social y política» del terrorismo. «No debe ser neutral ni equidistante frente a la violencia. Tiene que contribuir a privar al terrorismo de cualquier justificación o reconocimiento. Será, así, una medida eficaz para prevenir que en el futuro alguien pueda recurrir de nuevo a la violencia».
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Domínguez ha recordado que han pasado casi diez años, desde que el Parlamento aprobó la Ley de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo que incluía la creación de un Centro Nacional para la Memoria en el que las víctimas de ETA tienen un espacio «relevante» en este Centro porque ha sido la banda que «más víctimas, más daño personal y más impacto político» ha provocado. El Memorial, ha remarcado, «no olvida ninguno de los terrorismos que hemos padecido, empezando por el de carácter yihadista que tanto dolor ha provocado en nuestro país y que constituye la principal amenaza del presente».
El director ha destacado la «nueva etapa en el desarrollo del Memorial» que se abre a partir de hoy. Desde que empezaron su andadura en 2016 han desarrollado proyectos de carácter educativo, de investigación, publicaciones, actuaciones expositivas y, sobre todo, de divulgación. «Porque un Centro como este tiene como reto principal transmitir al conjunto de la sociedad un conocimiento real de la historia de la violencia con pretensiones políticas y de las víctimas que provoca», ha detallado.
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Domínguez ha asegurado que el Memorial quiere que los más jóvenes «sepan» lo que implica la violencia, «sean conscientes de a dónde conducen los discursos del odio y entiendan que nada disculpa la vulneración de los derechos humanos más básicos como hace el terrorismo».
Ha reconocido que «no hubiéramos llegado aquí si las asociaciones y fundaciones de víctimas no hubieran trabajado durante muchos años para ser interlocutores de las administraciones y para estar presentes en el espacio público democrático». «Las víctimas han protagonizado en España un movimiento asociativo sin igual en Europa, que ha contribuido a darles visibilidad ante la sociedad. Desde hace tiempo trabajan también por una memoria que ayude a la sociedad a generar los anticuerpos necesarios para protegerse del virus del terrorismo», ha explicado.
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Ha recordado la colaboración mantenida en los cinco años de funcionamiento del Centro Memorial, con todas las asociaciones para desarrollar proyectos conjuntos o participar en sus actividades. «Y lo vamos a seguir haciendo en el futuro», ha apuntado. Prueba de ello es que el edificio que fue Banco de España durante décadas será a partir de ahora «Banco de la Memoria».
En nombre de las asociaciones y fundaciones de víctimas ha intervenido Tomás Caballero, presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo que ha recordado que hoy «continuamos sometidos a la amenaza de nuevas formas de terrorismo, con un alcance internacional, y con capacidad para golpear en cualquier momento y lugar» y ha tenido un recuerdo especial los dos periodistas españoles, David Beriain y Roberto Fraile, asesinados en Burkina Faso.
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«Esta realidad, la de verdugos implacables y víctimas inocentes, es la que no debemos permitir que se desdibuje», ha apuntado. Por eso, ha considerado que la creación de el espacio «de encuentro» que supone el Centro Memorial «podrá preservar la memoria y salvaguardar la veracidad del relato, es esencial». «No podemos asumir, que el rechazo y la condena firme que provocó en el pasado la barbarie terrorista, o la consternación que genera cada nuevo atentado, se diluya». Caballero ha hecho suyas unas palabras del escritor José Saramago: «Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia».
En palabras de Tomás Caballero, «nuestros legisladores supieron ver la importancia de garantizar ese relato de lo sucedido cuando decidieron la creación de este Centro Memorial, y creo que hoy su existencia y su actividad son aún más necesarias que entonces». En su opinión, su legado documental y las actuaciones que desarrolla, son «el testimonio imprescindible». «El respeto que debemos a la dignidad de cada víctima, la obligación moral que tenemos con cada uno de los que ha dado su vida por nuestra democracia, exige que no escatimemos esfuerzos para garantizar que el Estado, que supo resistir a la fuerza de las armas, no sucumba ante ninguna otra forma de coacción, ya sea dialéctica o política». Ha citado la propia Fundación de Víctimas como ejemplo de «consenso y pluralidad», lo que a su juicio, la convierte además en «un símbolo cuya máxima expresión es contar con la presidencia de honor del Rey», a quien también quiso agradecer su «constante apoyo» a las víctimas.
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En el proyecto de Memorial ha venido trabajando en los últimos cinco años un equipo de cinco personas comandadas por Florencio Domínguez. El Centro existe desde 2016, año en que se dio comienzo a la actividad pública, aunque su gestación se remonta diez años atrás. Para hacerlo realidad primero hubo que rehabilitar el edificio, unos trabajos que se prolongaron entre 2014 y 2018.
A continuación fue el momento de enfrentarse al diseño de la exposición. Visitaron memoriales dedicados al pasado reciente de Europa, en Alemania, Holanda, Francia o Bélgica y les sirvió para aprender «cómo musealizar el trauma». También se inspiraron en otros centros existentes en España aunque dedicados a otros fines, como el Museo de las Peregrinaciones de Santiago de Compostela.
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