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La máxima de McLuhan

El foco ·

El presidente no dudó ayer en desplegar todos sus recursos escenográficos y dialécticos para mantener viva la esperanza de que el conflicto catalán puede tener una salida

Javier Roldán Moré

San Sebastián

Jueves, 16 de septiembre 2021, 06:39

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Pedro Sánchez aplicó ayer la máxima de McLuhan de que el «medio es el mensaje» y se plantó en el palacio de la Generalitat para ... intentar sofocar el incendio que se desató horas antes en el seno del propio Govern. El presidente, que no quiere que el caso catalán sea su espada de Damocles hasta final de legislatura, no dudó ayer en desplegar todos sus recursos escenográficos y dialécticos para mantener viva la esperanza de que el conflicto catalán puede tener una salida. El inquilino de la Moncloa se trasladó hasta la plaza de Sant Jordi para destensar la eléctrica relación que se vive en todos los ángulos del eje Madrid-Barcelona. Horas después de que el president Aragonès diera un puñetazo en la mesa al expulsar a los indultados del procés de la mesa de diálogo, Sánchez se puso en primera línea del escenario para pedir tiempo y pocas precipitaciones. No quiere prisas ni plazos porque poner fechas con objetivos complicaría y mucho la estabilidad de su Gobierno. La distancia entre ambas partes es notoria, pero nadie quiere romper los puentes. El president, que la víspera evitó un choque de trenes con el Gobierno al excluir a dos de los condenados por el procés, amortiguó un golpe diseñado por Puigdemont que iba dirigido a Sánchez. Aragonès mostró un pragmatismo responsable al extinguir el incendio que sus socios de Junts querían provocar antes de la reunión bilateral. Si hubiera aceptado ese trágala, la mesa bilateral hubiera saltado por los aires.

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