La Audiencia Nacional revoca otro tercer grado a un preso de ETA al no pedir «perdón»
Se trata de la tercera ocasión en la que los jueces echan para atrás la decisión de una junta de tratamiento tras endurecer los requisitos
D. GUADILLA y j. artola
Lunes, 14 de febrero 2022, 21:21
La Audiencia Nacional ha revocado el tercer grado concedido hace unas semanas al preso de ETA Iñigo Gutiérrez Carrillo al considerar que «no ha pedido ... perdón a las víctimas». La decisión del juez de Vigilancia Penitenciaria es la tercera en este sentido en los últimos meses y confirma el endurecimiento en los requisitos que deben cumplir los presos de ETA para obtener beneficios penitenciarios.
Gutiérrez Carrillo estaba encarcelado en la prisión de Aranjuez junto a su pareja María Lizarraga y su hija Izadi, de tres años, dentro de un módulo familiar. A finales del año pasado se decidió el acercamiento a la cárcel de Zaballa de la mujer y la concesión del tercer grado a él. La semilibertad le fue aplicada de forma oficial hace menos de tres semanas, según informó ayer Etxerat. Entre los motivos por los que la junta de tratamiento dio el visto bueno a esas medidas estaba el cuidado de la menor. La legislación establece de hecho que, una vez cumplidos los tres años, los niños que conviven con sus padres tiene que abandonar el centro penitenciario.
Según los datos del Ministerio del Interior, Gutiérrez Carrillo ingresó en prisión en 2008, cumple una condena de 14 años por delitos de colaboración con banda armada y depósito de armas y saldrá de prisión de forma definitiva este próximo mes de julio.
Iñigo Gutiérrez llevaba apenas unas semanas en semilibertad y le quedan cinco meses de condenaIñigo Gutiérrez
La decisión de la junta de tratamiento fue recurrida por la Fiscalía de la Audiencia Nacional. El origen de la polémica está en las cartas tipo con las que los presos de ETA pedían hasta la fecha su progresión de segundo grado a tercero. Aunque en un primer momento tanto el Ministerio Público como los jueces las daban por buenas, la doctrina está cambiando.
Ahora se considera que las muestras de arrepentimiento que van incluidas en esos textos son muy genéricas y que debe haber un «perdón» expreso. En los últimos meses ya se había revocado el tercer grado de Unai Fano y la semana pasada el de Jon Crespo, lo que ha generado un movimiento de crítica en el seno del entorno de los presos y, en particular, en Etxerat y en Sare.
El papel de la Audiencia
Las decisiones de la Audiencia Nacional, en concreto, han sido interpretadas por estas asociaciones como la aplicación práctica de un paso atrás en la política penitenciaria y en una nueva vuelta de tuerca del 'loby' más ideologizado en la Fiscalía de la Audiencia Nacional. «El preso Iñigo Gutiérrez cumplió las tres cuartas partes de su condena el pasado año y cumplirá la integridad de su condena de 14 años de prisión el próximo mes de julio, razones de más para que estuviera ya en la calle», señaló ayer Etxerat en un comunicado.
Etxerat acusa a la Audiencia Nacional de «volver a obstaculizar la reintegración»
Según esta asociación, «no se entiende esta decisión de la Audiencia Nacional». «Tal y como señalamos en los casos de Fano y Crespo», añadió en su nota Etxerat, «tras esta regresión de grado, más allá del propio preso perjudicado, se encuentra su familia y su entorno, en este caso una niña de tres años que necesita en este momento de la presencia y atención de su padre que, por otro lado, en aplicación de la legislación ordinaria, hace tiempo que debía estar en libertad».
Para este colectivo, la Audiencia Nacional «vuelve a obstaculizar el camino hacia la reintegración, la resolución, la convivencia y la paz». Etxerat también sostuvo que esta «regresión incide en una política de excepcionalidad que la mayoría de la sociedad vasca rechaza».
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