Portavoz del PP en el Parlamento Vasco

Laura Garrido Knörr: «No se puede modificar un Estatuto para satisfacer las ansias de independencia»

–Comienza con nuevo cargo justo en el momento en el que el PP recupera posiciones. ¿Cómo afronta esta etapa?

–Como un reto y con mucha ilusión. El PP en el País Vasco está consolidando una senda de crecimiento que en las elecciones municipales y forales supuso aumentar de 60.000 a 100.000 votos. Y en esta legislatura queremos afianzar nuestra alternativa al Gobierno PNV-PSE, alternativa la que cada vez confían más ciudadanos.

–¿Se muestra confiada en responder a este reto?

–Sí. Javier de Andrés me ha dado la responsabilidad y el reto de sustentar la portavocía en el Parlamento. Y cuento con un equipo con una acreditada experiencia, trayectoria política y solvencia, con personas como Muriel Larrea, entre otras muchas. Un buen grupo es importante para hacer una buena labor en Cámara, en el día a día, en el seguimiento del Gobierno, en presentar iniciativas.

–Los portavoces de todos los partidos son euskaldunes. En su formación es un valor añadido hablar en euskera...

–Yo tengo la suerte de poder expresarme en euskera y es un idioma que me gusta y practico porque es una de nuestras lenguas oficiales. Empecé en la Ikastola Olabide de Vitoria con tres años, y aunque mi lengua materna es el castellano, me defiendo bien en euskera. Pero, además, tengo una trayectoria política, con mucho tiempo en el Parlamento, donde llevo áreas sociales en las que estoy ya muy consolidada, sobre todo en la sanitaria.

–¿Cree que Pradales no contará con la oposición en esta legislatura, tal y como ha afirmado estos días Javier de Andrés?

-Fue una reflexión muy acertada teniendo en cuenta que Pradales, como el candidato del partido político más votado, debería haber iniciado una ronda de contactos con el resto de formaciones. Sobre todo, por contar con la pluralidad que existe en la sociedad vasca... Lo normal es que lo hubiera hecho. Por eso, obviamente, coincido con mi presidente.

–¿Lo consideran una falta de cortesía política?

–Sí, claro que es una falta de cortesía no llamar a todos los grupos para hacer una ronda de contactos. Javier de Andrés, sin duda, lo hubiera hecho. Si eres el partido más votado y el que va a liderar un gobierno, lo lógico es entablar un diálogo con el resto de formaciones y no sólo con la que vas a formar el Ejecutivo. Aunque si Pradales tiene la intención de aplicar un rodillo durante la legislatura, entonces lo hará así, pero no es lo que nos trasladó en la campaña. Otra cosa que nos ha molestado ha sido quedar fuera de la Mesa del Parlamento. Esta actitud del PNV es un indicativo de por dónde van a ir las cosas en esta legislatura.

–¿Y por qué no están en la Mesa de la Cámara?

–No lo entendemos. Tenemos siete parlamentarios y la pasada legislatura, Elkarrekin Podemos, con seis escaños y menos votos, tuvo representación en dicha Mesa, y eso fue porque PNV y PSE le cedieron un sitio. No ha habido voluntad de reflejar la pluralidad de la sociedad vasca, que se ha mostrado bien clara a través de los votos de los ciudadanos.

–¿Qué consecuencias tiene quedarse fuera de esa Mesa?

–Es importante estar en ella porque así tienes acceso a toda la información. Es el órgano rector de la Cámara y por eso creo que, por derecho, nos correspondía estar presentes. Insisto, en otras ocasiones se ha hecho un esfuerzo con partidos que han tenido menos escaños que los nuestros.

–En cualquier caso, ¿van a dar su voto de confianza al nuevo Gobierno?

–Sí, de inicio se lo daremos, pero estaremos atentos a lo que vaya haciendo. A nosotros los ciudadanos nos han situado en la oposición, eso sí, con más votos que la legislatura pasada, y haremos una oposición constructiva.

–¿En qué asuntos van a poner el foco?

–Seremos una oposición que se ocupe de los problemas reales que tiene la ciudadanía vasca, como son sanidad, educación, economía, empleo, vivienda, seguridad ciudadana… Y, sobre todo, queremos aprovechar las potencialidades que tiene el País Vasco para traer inversiones, atraer y retener talento, y recuperar el peso que teníamos antes en la economía española y que hemos ido perdiendo.

–Es decir, su objetivo se centra en 'las cosas del comer'...

–Eso es. Queremos resolver los problemas que tenemos encima de la mesa y que no pueden esperar, como es la situación de Osakidetza; hay que devolver la confianza de la ciudadanía con nuestro sistema de salud. Es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía vasca. Tenemos que acabar con la delincuencia, con el incremento de la inseguridad en nuestras calles, los asaltos a domicilios, los delitos contra la libertad sexual. Tenemos un problema en educación, cuando el informe PISA nos ha dicho que de 17 comunidades autónomas en comprensión electoral, estamos la 14. Yo creo en mi tierra, y creo que existe otra forma de gobernar.

–¿Otra forma de hacer política?

–Claro, porque aquí se han implantado políticas muy populistas y de izquierdas. Muchos partidos están juntos, tanto en Madrid como aquí. Es un producto con distintas marcas, pero las políticas que impulsan Podemos y Pedro Sánchez en Madrid las apoyan allí Bildu y el PNV. Y ahora Bildu está emplazando a un nuevo estatus.

–Y el PP está en contra...

–No decimos que no se pueda modificar el Estatuto. Otras comunidades autónomas lo han hecho, pero a través del procedimiento establecido. Pero no se puede modificar un Estatuto para satisfacer las ansias y los objetivos de independencia de los nacionalistas.

–¿Van a tener en Euskadi una autonomía total de gestión con respecto al PP en Génova?

–Sí, claro. Somos un partido estatal, indudablemente, pero somos el PP del País Vasco. Y, por tanto, aquí tenemos una estructura orgánica... Y, obviamente, las decisiones que nos afectan las tomamos aquí, independientemente de que también haya una coordinación en temas que sean de ámbito nacional o decisiones que se tengan que tomar de forma consensuada.

–¿Tiene la sensación de que hicieron «una campaña blanda» como afirmaron algunos dirigentes populares en Madrid?

Para gustos los colores. Para algunos sería una campaña blanda, para otros habría sido dura. Yo me quedo con la campaña que hemos hecho, que nos ha posibilitado un gran crecimiento. Hicimos una campaña a pie de calle, abordamos los problemas reales de la ciudadanía. Fue una campaña que apostó por la centralidad, la moderación y la defensa de las clases medias.