EH Bildu y los disidentes de GKS piden diálogo pero se acusan de incitar las peleas juveniles
Los jóvenes críticos responsabilizan a la izquierda abertzale de «lo que pueda pasar en verano» y denuncian que se vete en las txosnas a «militantes comunistas»
EH Bildu rompió este martes su silencio sobre los últimas agresiones entre jóvenes radicales de diferentes facciones en la Parte Vieja de San Sebastián. El parlamentario de la formación independentista, Iker Casanova, negó este martes que estos incidentes impliquen una división interna en la izquierda abertzale, ya que situó a Gazte Koordinadora Sozialista –uno de los dos sectores en disputa– fuera de esta órbita ideológica, si bien supone una disidencia juvenil que procede de su entorno y que tiene como embrión a la organización estudiantil Ikasle Abertzaleak, también desmarcada de la línea oficial.
Tanto el parlamentario de EH Bildu como GKS se culpan mutuamente de alimentar la tensión y de incitar los incidentes. Casanova situó el origen de la provocación en el sector disidente. Según reconoció, «la situación es grave», ya que, «por parte de algunos se ha fomentado una respuesta agresiva y atacante», en referencia a GKS. Este grupo, a su vez, ha reprochado en los últimos días a EH Bildu su «trato discriminatorio» y le ha advertido que será responsable «de lo que pueda pasar en verano».
En este sentido, Casanova negó que hubiera una división y situó fuera de la izquierda soberanista a Gazte Koordinadora Sozialista. En su opinión, «si hay jóvenes organizados fuera de la izquierda soberanista, no es una disputa interna».
Desde GKS se hace también un llamamiento al diálogo para rebajar la tensión interna, pero se culpa a EH Bildu y a Sortu de promover desde hace tiempo una campaña contra ellos. «Han optado por llevar la tensión a las calles y, como es obvio, esto va a suponer situaciones de riesgo para todos», señalaron el lunes en un comunicado en el que reiteran que lo ocurrido el sábado en la Parte Vieja donostiarra se produjo al intentar evitar «el linchamiento» de uno de sus militantes.
GKS asegura que «desde un principio, la actitud de EH Bildu y de Sortu ha sido la de negar su existencia y la de intentar destruirnos... intentando imponer su fuerza, optando por eliminar con violencia y no con argumentos la militancia comunista». «No han tenido ningún problema mentir: que somos españolistas, violentos, misóginos, que las mujeres socialistas hemos sido engañadas por los hombres, que nuestra única intención es ir contra la izquierda abertzale», sostiene la nota. Censuran, en ese sentido, el veto a GKS en las txosnas de espacios festivos en Vitoria, Lazkao, Hernani o Lesaka. «Han puesto en marcha estrategias para destruir moralmente, y a veces físicamente, a nuestros militantes», dice el escrito. Denuncia, incluso, despidos ilegales, grabaciones encubiertas, discriminación a estudiantes de Ikasle Abertzaleak por parte de profesores de Sortu, e incluso «insultos, golpes y amenazas de muerte». «Han hecho que las redes sociales sean un espacio para la persecución social», sostiene.
Evitar enfrentamientos
El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, pidió que los «procesos de discusión se hagan de manera pacífica y no por la vía de la violencia» y aseguró que cualquier situación que «dé lugar a un enfrentamiento físico en la calle entre ciudadanos es un motivo de preocupación, se trate de un conflicto interno de una organización política o de una pelea callejera». Ante ello, emplazó a que los procesos de discusión «los hagan de forma pacífica y sin recurrir agresiones físicas ni a la violencia».
Por su parte, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, abogó por fomentar entre los jóvenes de los partidos «el uso de la palabra y la tolerancia» y destacó que«la democracia es incompatible con prácticas violentas».