Javier de Andrés
«El Partido Popular no va a hacer un cordón sanitario a Vox para que los socialistas lleguen a un acuerdo con Bildu como alternativa»
El caso Cerdán ha complicado todavía más la gobernabilidad del Estado y el Partido Popular tantea ya a los socios de investidura para saltar a ... La Moncloa. En Euskadi, el presidente de los populares vascos, Javier de Andrés, cree que «el problema que tiene el PNV para participar en un gobierno del PP es que el PSOE no le deja».
– Ejercen una férrea oposición con el PNV en Euskadi vinculándolo al caso Cerdán mientras su partido en Madrid trata de acercarse a los jeltzales. ¿Es compatible?
– Nosotros hacemos una oposición seria al PNV por esta y por cualquier otra causa. Creemos que detrás de la gestión del PNV hay mucha propaganda y que los años van demostrando que no ha sido lo buena que ellos cuentan. Ahí está el declive de la educación, sanidad o industria. En este caso no creo que nadie espere que por expectativas de negociación o de futuro vayamos a estar callados respecto de lo que pudiera ser una participación dentro de la trama corrupta.
– ¿Qué buscan con esta estrategia?
– Somos un partido político cada vez más distinto al PNV. Es un partido cada vez más dependiente del PSOE y, consecuentemente, más distante de lo que nosotros planteamos en todos los órdenes.
– ¿Por qué señalan ustedes a personas que consideran «próximas al PNV», como Alzaga o Zalbidegoitia, cuando todavía no hay procesos judiciales en firme?
– Cuando hago oposición en el Parlamento Vasco o en cualquier otro lugar no estoy esperando a que haya un juez que me dé la razón. Este es un momento en el que el PNV tendría que explicar la presencia de personas muy vinculadas a su estructura dentro de la simpatía o proximidad con Cerdán y con su trama corrupta.
«El PNV tendría que explicar la presencia de personas muy vinculadas a su estructura próximos a Cerdán»
– ¿Ha hablado con Aitor Esteban?
– Muy superficialmente. Coincidimos un día en el Parlamento y cruzamos unas palabras, pero no hemos tenido ninguna reunión.
– ¿Está fría su relación?
– Sí, porque la relación entre el PNV y el PSOE es tan intensa que el PP ahí no tiene papel.
– Sus adversarios políticos creen que Feijóo ha traspasado las líneas rojas en su ataque a la familia de Sánchez con su alusión a la actividad de las saunas de su suegro fallecido.
– No, porque el ataque no ha sido a esa persona, ha sido directamente a Sánchez. Lo que estaba haciendo Feijóo es desvelar la hipocresía de una persona que ha tenido un beneficio personal en relación con la prostitución y que luego esté dando lecciones. Si hay alguien con proximidad al mundo y al negocio de la prostitución dentro de la política española es Pedro Sánchez. Que él se convierta ahora en la referencia para acabar con ese sector, como dijo Feijóo, se trata de hacer una negación de su propia biografía.
– ¿Por qué debe dimitir Sánchez y no Ayuso cuya pareja ha admitido cometer fraude fiscal?
– El hecho diferencial es cuál es el daño causado al erario público. En el caso del gobierno de Sánchez es indudable. En el otro no se trata de una cuestión relativa a una corruptela de dinero público. Curiosamente nadie tiene ningún problema en vincular a Ayuso por circunstancias familiares. El presidente y la vicepresidenta también acusaron a la mujer de Feijóo de una corruptela que era absolutamente falsa y equivocada. Y eso no despertó ninguna inquietud. Ahí el PSOE traspasó una línea roja y no el PP ahora, como ha dicho el PNV.
– Esas vinculaciones familiares también las ha usado el PP con la mujer del presidente, Begoña Gómez.
– Begoña Gómez está encausada y es evidente políticamente que había un trato de favor respecto a esa persona, que sin cualificación alguna estaba recibiendo el trato de catedrática. ¿Tenemos que esperar a que haya una sentencia judicial dentro de 10 años para decir que Begoña Gómez tenía un beneficio político por ser la mujer del presidente? Es algo que lo percibe cualquiera.
«Si hay alguien con proximidad al mundo y al negocio de la prostitución dentro de la política española es Sánchez»
– Feijóo ha dicho que el PSOE pactará con EH Bildu y que el PNV «se quedará sin gobierno, sin principios y sin votantes». ¿Lo comparte?
– Un partido político tiene que ser leal a su proyecto. Si tu único objetivo es mantener el poder te va a crear muchos problemas. Es algo que también ha hecho el PSOE, que ha renunciado a un proyecto político como el que defendía hace tan solo 15 o 20 años, en términos generales. Para mantener el poder se ha aliado con delincuentes de toda clase, de corruptos o de personas vinculadas al mundo del terrorismo. Eso va a tener un coste para el PSOE.
– ¿Ve posible la alianza Bildu-PSE en Euskadi?
– Si el PNV tuviera un ataque de ética y retirara su apoyo a Sánchez, posiblemente le condujera a que el PSE le quitara su apoyo y perdiera el poder. Eso lo saben muy bien. Es más, Eneko Andueza ya se lo ha advertido públicamente.
– El jueves un miembro de su partido arremetió con dureza contra la coalición abertzale y los socialistas en el homenaje a Miguel Ángel Blanco. ¿Qué le pareció?
– Dani García fue quien leyó el manifiesto, pero la autoría es de la Fundación Miguel Ángel Blanco. Nosotros también hemos tenido que escuchar discrepancias por parte de las víctimas respecto a nuestras decisiones y las hemos adoptado y aceptado con respeto.
– ¿Si usted fuese Ayuso se levantaría de la mesa de la Conferencia de Presidentes cuando el lehendakari Imanol Pradales comenzó a hablar en euskera?
– Lo que no se tiene que llegar a producir es que una persona en una reunión a puerta cerrada utilice una lengua que no sea la que común para todos. En una reunión con otras 16 personas de distintas comunidades jamás un vasco ha utilizado otra lengua que no sea común. El castellano es una lengua vasca. No solamente porque lo hablemos todos los vascos, es porque también nació aquí. El lehendakari, cuya lengua materna también es el castellano, debiera de haber hablado en castellano. Se está viendo en el Congreso de los Diputados con toda claridad la pérdida que hay con las traducciones. La pérdida de parlamentarismo, de debate, de diálogo, en la medida en que se recurre a la traducción. El valor que tiene el uso directo de la palabra y la expresión que tenga cada uno es muy importante.
– ¿Teme que este tipo de episodios puedan provocar que se perciba al PP como un partido que está en contra del euskera?
– Eso es lo que intenta hacer el PNV. El problema que hay es la falta de respeto a la libertad lingüística en Euskadi para toda aquella gente que no puede comunicarse y que tiene problemas de acceso al mercado laboral por la exigencia del euskera. Si el PNV tiene tanta sensibilidad respecto a la posibilidad de hablar ante 17 o 16 personas en euskera, creo que tendría que tener la misma sensibilidad para aquellas personas que quieren comunicarse en euskera a la hora de aprender. Y seguramente eso conduciría a una mejora de la situación educativa de Euskadi.
«En una reunión con otras 16 personas de distintas comunidades jamás un vasco ha utilizado otra lengua que no sea común»
– La ponencia política del PP aprobada el pasado fin de semana en el congreso nacional considera «inadmisible» la transferencia de materias como la Seguridad Social a Euskadi. El Gobierno Vasco les acusa de no querer reforzar el autogobierno.
– Afortunadamente es una competencia que no se puede traspasar. Y digo afortunadamente porque el déficit de la Seguridad Social en Euskadi es tan grande que significaría prácticamente la imposibilidad del sostenimiento del sistema económico vasco. Tenemos un déficit de pensiones tan enorme que si se fracturara el sistema nos dejaría en enorme desventaja. Lo que está pidiendo el Gobierno Vasco es que se renuncie por parte del Estado a ejercer competencias que son exclusivas y que le ceda la gestión. Y eso no es una cuestión de cumplimiento estatutario.
–Pero la gestión de esa competencia se va a traspasar según el acuerdo de investidura entre PSOE y PNV.
– No es verdad. Nos están mintiendo. Es una ficción. Lo que se está pidiendo es que no aparezca el nombre del Estado en la Seguridad Social, pero no la transferencia.
– ¿Hay que aplicar un cordón sanitario a Vox?
– Lo que tenemos que hacer es quitar a Sánchez de La Moncloa y a partir de ahí las cosas pueden ser distintas. Rajoy gobernó en minoría y también lo hizo Aznar en una época, como lo han hecho Zapatero y Sánchez. Se puede formar un Ejecutivo en minoría perfectamente y el espíritu de Feijóo desde luego no es un pacto con Vox. El problema con el que se encuentra el PNV para poder participar ahí es que es posible que el PSOE no le deje, que parece que es lo que viene pasando desde hace un tiempo.
– ¿Y si el PP no se ve en otra tesitura que apoyarse en la formación de Abascal?
– Todo el mundo sabe, y no vamos a ocultarlo, que el PP no va a hacer un cordón sanitario a Vox para que el PSOE llegue a un acuerdo con Bildu como alternativa, que es lo que sucede ahora. Eso creo que está claro.
«El proyecto de Feijóo se ha convertido en la primera referencia de centro derecha en Europa. Y eso no se está valorando»
– ¿Y no tiene miedo a la ultraderecha?
– Tenemos que hacer un proyecto propio de centralidad. Feijóo está consiguiendo mantener un partido centrado, transversal e integrador como primera referencia política del país. Eso ya no pasa en Francia, Italia, Hungría u Holanda. El proyecto de Feijóo se ha convertido en la primera referencia de centro derecha en Europa. Y eso no se está valorando suficientemente.
– Además del PNV, otro de sus posibles socios en Madrid puede ser Junts. ¿Van a ir a Waterloo para convencer a Puigdemont?
– El PP, habiendo ganado las elecciones en el año 2023, no gobierna precisamente porque no hizo eso. Y no creo que las cosas cambien porque tenemos unos planteamientos que están por encima de esa obsesión que tiene Sánchez con el poder.
«Aspiro a una reacción social que sea consciente de que el modelo nacionalista ha fracasado»
– ¿Cómo valora el primer año de legislatura del lehendakari Pradales?
– Los compromisos que tiene ya el proyecto PNV-PSE están muy probados, con notables fracasos que ya se empiezan a percibir con claridad y no veo ningún cambio. Por ejemplo, estamos viendo cómo el tema clientelar es realmente abrumador y las puertas giratorias son de escándalo. Una fundación constituida por Urkullu ha recibido 600.000 euros de cuatro empresas que eran socios en múltiples empresas con el Gobierno Vasco. Y sin embargo se tolera. Además, estamos perdiendo peso económico y somos los últimos en la transformación eléctrica. No hay voluntad de cambiar porque haría falta un liderazgo importante para hacer un giro.
– Habla de dar un giro, pero vistos los números, es imposible formar un gobierno en Euskadi sin partidos nacionalistas.
– Lo que aspiro es a una reacción social que sea consciente de que el modelo nacionalista ha fracasado. El mundo va por otro lado. El mundo va en línea de apertura, de comunicación y no de los grilletes que plantea el nacionalismo
– Pero quien más ha crecido en el último ciclo electoral ha sido precisamente otro partido abertzale: EH Bildu.
– Esa es la reflexión que yo quiero que haga la sociedad vasca. Si el filtro nacionalista no nos está creando nuevos problemas, por ejemplo en la industria, en la incorporación de personal cualificado o en la educación. Lo del País Vasco no es una cosa excepcional, es algo que se intentó en otros lugares de Europa y también fracasó. Como fracasa el comunismo, el nacionalismo también fracasa. Y Euskadi está fracasando.
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