Covite cree que es una «buena noticia», pero «ahora vamos a ver si lo cumplen»

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, calificó el compromiso del EPPK de acabar con los 'ongi etorris' para aliviar el «dolor» de las víctimas de «buena noticia». «Es lo que llevamos pidiendo desde 2016 de forma continuada. En esta noticia ha tenido que ver y mucho el trabajo de Covite, la presión ejercida por nosotras sin desaliento desde 2016, nada más y nada menos. Lo hacíamos en total soledad hasta 2019», recuerda. La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, apuntó que sabe que «la izquierda abertzale hace esto y todo lo demás por pura estrategia». «Se ven cada día más presionados por los medios de comunicación, sienten esa presión social y política, y por eso al final acaban por ceder». «Ahora vamos a ver si lo cumplen», expresó.

Maite Araluce, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT)., indicó que «llegan tarde. Tenemos que sentarnos a estudiarlo (el comunicado), con profundidad y, si es cierto, bienvenido sea, pero hay que ver en qué queda». «Nos creemos los hechos, no las palabras, por eso tenemos que esperar, pero si de verdad quieren dejar de hacer daño a la víctimas, que colaboren con la Justicia». Araluce agregó que las víctimas no comprendían «cómo una sociedad podía permitir este tipo de recibimiento que han causado tanto daño».

Por su parte, Daniel Portero, presidente de la Asociación Dignidad y Justicia, tildó de «demencial y vergonzoso» lo que hace un PSOE que «manipula a Bildu y viceversa». Según Portero, esta decisión viene motivada porque este martes se vota en el Congreso una proposición de Ciudadanos para modificar la ley de víctimas del terrorismo. «Este anuncio es para justificar el voto en contra del PSOE a esta proposición de ley a favor de las víctimas», manifestó Portero.

Por su parte, el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, afirmó que «ni hemos sido irresponsables ni buscamos excusas o confrontaciones gratuitas al reclamar el fin de los recibimientos públicos a los presos excarcelados de ETA. Es una cuestión de respeto y empatía hacia las familias de víctimas que nunca volverán a casa».

Itxaso consideró que «es un paso en la buena dirección», que espera que «se plasme en hechos cuanto antes», y que demuestra «que la presión social y política desde firmes valores cívicos y éticos da resultados».

El Foro Social calificó la declaración de «relevante» y «una aportación a la convivencia democrática». Con esta decisión el EPPK, aseguró, «hace causa común con la mayoría social y política de este país, decidida a dar pasos en la resolución del conjunto de las consecuencias del ciclo de violencias».

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