Simpatizantes de Junts Pel Sí celebran los resultados. R. C.

El independentismo evita conmemorar el día que se lanzó al precipicio

Diez años de las elecciones 'plebiscitarias' del 27-S, que aceleraron el 'procés'

Sábado, 27 de septiembre 2025, 00:13

Hace justo diez años, el 'procés' se aceleró hasta la colisión de octubre de 2017. El momento en el que el independentismo perdió los frenos ... fue la cita con las urnas del 27 de septiembre de 2015. Por primera vez, Convergencia (Unió ya se había separado) y Esquerra se presentaron juntos bajo una misma marca, Junts pel Sí, que agrupó además a los líderes de la ANC y Ómnium Cultural. El único actor relevante que no se sumó fue la CUP.

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El secesionismo concurrió unido en una misma candidatura y el entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, presentó las elecciones autonómicas catalanas como un plebiscito sobre la independencia. Las planteó como el referéndum definitivo, después del intento de consulta soberanista del 14-N en 2014. Hacía un año que Jordi Pujol había confesado que había tenido una fortuna oculta al fisco durante décadas en Andorra. Convergència, asediada por los casos de corrupción (Pujol, 3% y Palau) y muy criticada por los recortes sociales, dio el giro del soberanismo al independentismo en 2015. Mas y Duran rompieron y desapareció la coalición CiU.

Las elecciones del 27-S, que nadie celebrará este sábado desde el nacionalismo, fueron el despegue definitivo del 'procés'. Pero Mas, así lo han reconocido desde el constitucionalismo y desde el independentismo, cometió varios errores. Supo aunar al nacionalismo en una candidatura para mitigar el castigo a Convergència. En cambio, no reconoció la derrota en el supuesto plebiscito. Junts pel Sí ganó claramente las elecciones, con 62 escaños (sobre 135), pero el independentismo no superó el 50% de los votos en el supuesto plebiscito. Se quedó en el 47%. Aquella misma noche, el único que admitió la no victoria en el plebiscito fue el candidato de la CUP, Antonio Baños.

En Junts pel Sí, que habían hecho campaña por el «voto de tu vida», no frenaron y empezó una dura pugna entre CDC y ERC, que no paró hasta octubre de 2017. «Ha ganado el 'Sí' y la democracia», «claro que es un plebiscito», afirmó Mas. «En las próximas semanas tendremos que poner las bases para posibilitar una Cataluña independiente», aseguró Junqueras. El problema fue que Junts pel Sí se quedó lejos de la mayoría absoluta y tuvo que pactar con la CUP. Ahí empezó la penitencia para Mas. Los anticapitalistas, tras varias asambleas kafkianas en las que incluso llegaron a empatar a 1.515 votos en una consulta para decidir si apoyaban la investidura, acabaron tumbando al líder convergente. Le echaron a la «papelera de la historia», según afirmaron Anna Gabriel y Benet Salellas, hoy abogado de Santos Cerdán, y forzaron la elección de Carles Puigdemont.

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Mas erró al no frenar a la CUP y también con la elección de Puigdemont, a quien creía que podría tutelar desde fuera. Puigdemont, que por entonces era alcalde de Girona, fue investido presidente de la Generalitat en enero de 2016, con los votos de Junts pel Sí y la CUP. Puigdemont fue quien aceleró el 'procés' y quien lideró la celebración del referéndum ilegal del 1-O de 2017 y la declaración unilateral de independencia del 27-O. El expresidente de la Generalitat lleva huido de la justicia española desde octubre de 2017.

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