La 'sentencia' al consejero Espinosa planea de nuevo
Víctima del franquismo. ·
El Observatorio de Derechos Humanos pide anular la condena a muerte al político republicano, homenajeado por el Gobierno Vasco en 2012Fue una historia de novela y forma parte de la intrahistoria de la memoria democrática de Euskadi. Se trata de la biografía de Alfredo Espinosa ... Orive, consejero de Sanidad en el primer Gobierno Vasco del lehendakari Agirre, que pertenecía a Unión Republicana. El Observatorio de Derechos Humanos de Euskal Herria y su propia familia piden la reparación de su figura. Espinosa, detenido por los franquistas tras ser traicionado, fue condenado y fusilado en 1937.
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El Observatorio de Derechos Humanos de Euskal Herria propone al lehendakari Imanol Pradales que lidere una iniciativa institucional, con el fin de que el Gobierno español declare que el Consejo de Guerra que juzgó a Espinosa fue ilegal e ilegítimo, declare la nulidad de la sentencia que lo condenó a muerte y emita la declaración de reconocimiento y reparación personal, tal como se hizo con el expresidente de la Generalitat catalana, Lluis Companys.
La propuesta se apoya en la Ley de Memoria Democrática que establece este mecanismo de reparación del que «deben apropiarse las instituciones, las organizaciones y sindicatos vascos y las propias familias, ejerciendo su derecho a la dignidad de las personas represaliadas».
Además, se pide a los ayuntamientos de Bilbao –donde nació– y al de Vitoria –donde fue fusilado el 26 de junio de 1937– que apoyen esta iniciativa. Espinosa es el único consejero del Gobierno Vasco fusilado por el franquismo. Fue traicionado por el piloto que le traía de Francia, donde estaba exiliado. Anteriormente fue concejal de Bilbao.
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'Médico de los pobres'
Médico de profesión, conocido como el 'médico de los pobres', y político de Unión Republicana, fue traicionado y entregado a los sublevados golpistas. Ante el avance franquista sobre Bilbao, el 11 de junio de 1937 partió en el buque 'Warrior' hacia Francia, junto a los niños del sanatorio de Gorliz, para la compra de material sanitario para el Gobierno Vasco. «Quería urgentemente volver a su puesto de lucha», se recoge en documentos de la época. Para ello, contactó con un piloto asturiano llamado José María Yanguas. «Había realizado más de 60 viajes transportando a consejeros y otras personas de la confianza del lehendakari Agirre», se sostiene en la propuesta del Observatorio de Derechos Humanos.
Despegaron de Toulouse el 21 de junio, pero el piloto les traicionó, simulando una avería y aterrizando en la playa de Zarautz, ya controlada por los franquistas. Nada más tomar tierra, lo arrestó el comandante sublevado Julián Troncoso. El consejero y todos sus acompañantes fueron procesados, salvo el piloto traidor. Espinosa fue trasladado a Vitoria, capital de referencia para el bando franquista en la época, y encarcelado en el convento de El Carmen, donde fue interrogado y sometido a un proceso sumarísimo. La condena: pena de muerte.
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El consejero republicano dedicó sus últimas horas a escribir sobre su vida. Envió cuatro cartas: una a su mujer, otra a su madre, otra a Carlos Labra, compañero de partido, y la última al lehendakari Agirre: «Dile a nuestro pueblo que un consejero del Gobierno muere como un valiente. Dile que muero no por nada deshonroso sino todo lo contrario, por defender sus libertades y sus conquistas legítimamente ganadas en tantos años de lucha. Nada más, querido amigo y siempre presidente. Un abrazo muy fuerte y Gora Euzkadi y Viva la República». El hecho de haber sido fusilado no supuso un impedimento para que el franquismo extendiera su acoso hacia sus herederos, reclamándoles hasta 20 millones de pesetas de indemnización en concepto de responsabilidades políticas en 1948, 1949 y 1959.
Homenaje en 2012
Espinosa ya fue objeto de un reconocimiento político por parte del Gobierno Vasco con el lehendakari Patxi López siendo consejera de Justicia, y responsable del área de memoria democrática, la actual eurodiputada Idoia Mendia. Aquel homenaje incluía un reconocimiento a la familia y una edición especial del sumario que le llevó al patíbulo. También se organizó una exposición al respecto en la Alhóndiga de Bilbao. Tanto Mendia como Rafael Bengoa, entonces titular de Sanidad, presentaron la muestra, en la que además, se hizo entrega a los hijos de Espinosa del expediente militar recuperado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
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Según afirmó entonces Mendía, el Gobierno Vasco tenía una «deuda pendiente» con Espinosa, ya que, pese a su vertiginosa carrera política, es «un absoluto desconocido para la mayoría de los ciudadanos vascos» por lo que es «una obligación remediar esta situación», reconoció la consejera. Bengoa, por su parte, añadió que su figura «ha pasado desapercibida tras la reinstauración democrática y no se la ha valorado en su justa medida». El hospital de Urduliz, a su vez, lleva el nombre del consejero republicano.
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