Gorka Moreno: «Más de un tercio de la población inmigrante toma parte en procesos electorales»

–Los datos del padrón a 1 de enero de 2020 sitúan la tasa de población de origen extranjero en Euskadi en el 10,9%, que son 241.193. En Gipuzkoa, también sería el 10,9%.

–¿Participan en política?

–Según la última encuesta realizada por el Gobierno Vasco, que data de 2018, un 36% de la población de origen inmigrante había participado en algún proceso, casi el doble que en 2010, cuando solo lo hizo un 18,3%. Sigue siendo baja, pero antes de hablar de las tasas tenemos que hacerlo de los requisitos. Es importante el número de personas de origen extranjero que no pueden votar porque la normativa así lo indica.

–¿El porcentaje de voto aumenta en la medida en que hay más inmigrantes?

–Hay dos factores a tener en cuenta. El primero, que van cumpliendo los requisitos para obtener la nacionalidad española y, por lo tanto, pueden votar. En segundo lugar, según van pasando más tiempo en Euskadi, el grado de sentimiento de pertenencia va aumentando y, a medida que lo hace, sienten más como suyos las cuestiones y los problemas políticos y sociales y, por lo tanto, hay una mayor implicación política.

–¿Las segundas generaciones también inciden?

–No siempre. Por ejemplo, los hijos de marroquíes que nacen en España, en principio, tienen la nacionalidad marroquí. Entonces, no tendrían derecho a votar. Pueden participar en procesos, manifestaciones o afiliarte a partidos, pero el sufragio está muy condicionado a que tengan la nacionalidad o no. Y en el caso de que no lo tengan muy limitado a las elecciones municipales y europeas.

–¿Con quién simpatizan?

–Es difícil saberlo con exactitud. En su momento, hicimos una encuesta al respecto y había una porcentaje de no respuesta que rondaba el 60%. Es muy difícil extrapolar.

–¿Quieren integrarse?

–Clarísimamente, sí. Cuando el inmigrante llega, se plantea quedarse cuatro o cinco años para hacer dinero y volver a su lugar de origen, pero se va produciendo un proceso de incorporación a la sociedad en términos laborales, sociales y culturales que hace que se vayan sintiendo más de aquí. Hay una apuesta muy fuerte de la población inmigrante por quedarse y arraigarse aquí.

–Entonces, ¿se podría decir que quieren ser vascos?

–Por supuesto. Y en el caso de los hijos es meridianamente claro. Se sienten vascos.

–¿Dan importancia a la política para avanzar en su proceso de integración?

–El que voten es un signo de que están implicados por los problemas que ocurren aquí. El derecho a voto es muy muy importante porque los partidos van a tener en cuenta sus demandas y necesidades, que se reflejarán en sus problemas.

–¿Cuál es la actitud de los partidos hacia los inmigrantes?

–Desde fuera, se aprecia que en la mayoría de los partidos comienza a haber esa preocupación y presencia de inmigrantes. Se están acercando y están interesados porque es un colectivo más al que hay que tener en cuenta a modo de integración y de inserción.