El Gobierno Vasco recordará el fin de ETA con un acto de Urkullu con jóvenes en Bilbao

El Gobierno de Urkullu quiere poner el énfasis en que la juventud tiene que tener un papel protagonista en el modelo de convivencia futuro. En un día en el que se recordará que han transcurrido diez años desde que ETA anunció el cese definitivo de sus acciones, el Ejecutivo considera que «quien mejor puede reflejar ese simbolismo es el lehendakari con los jóvenes». A falta de ultimar el diseño del acto, la filosofía estará relacionada con la participación de las nuevas generaciones en el debate y reflexión sobre el futuro modelo de convivencia.

También Gogora impulsará la mirada al pasado con autocrítica recordando a las personas ausentes por causa de la violencia ejercida por la banda terrorista. El Instituto de la Memoria que dirige Aintzane Ezenarro está inmerso en la preparación de diversos actos en colaboración con los ayuntamientos de las tres capitales, con el fin «mirar al pasado con autocrítica y al futuro con esperanza». Para recordar a las víctimas, se contará con actos diseñados en un formato más clásico, de mesa redonda, pero también se piensa en la organización de iniciativas de corte más simbólico a través de la música, la luz, los poemas o la danza. El objetivo es recordar a los ausentes, a las 854 víctimas mortales de ETA, y a todos los damnificados que causó la banda a lo largo de cincuenta años de terror.

La idea del Ejecutivo es poner el foco en el cese de la violencia, anunciado el 20 de octubre, como tal, y no tanto en la Conferencia de Aiete que se desarrolló tres días antes del comunicado de la banda terrorista. Mientras, la izquierda abertzale, a través de las jornadas organizadas por el Foro Social, en el Palacio de Aiete, pone todo el peso en que esa conferencia y el respaldo de personalidades internacionales fueron la pista de aterrizaje para el cese de ETA, el Gobierno de Urkullu pone en valor todo el conjunto de iniciativas de muchas personas, entidades e instituciones que contribuyeron a que el cese fuera unilateral y apunta también a que el final de la banda es el resultado de un sinsentido y de una presión social que fue creciendo en los últimos años.