Se enreda la Ley de Educación, una de las prioritarias del bipartito
Las diferencias entre PNV y PSE, a las que se suman las críticas de la oposición, complican que la norma logre un apoyo amplio
La Ley de Educación se ha planteado desde el Gobierno Vasco como una norma estrella y con vocación de alcanzar amplios acuerdos con la oposición ... dada su trascendencia. Sin embargo, los buenos augurios con los que se aprobó el pacto educativo en abril de 2022, con el voto a favor de PNV, PSE, EH Bildu y Podemos, se han torcido. En el seno del Ejecutivo han surgido diferencias entre jeltzales y socialistas a lo que suman las 300 enmiendas de la oposición, cuatro de ellas pidiendo la devolución de la norma.
El gobierno de coalición aprobó el pasado mes de abril el proyecto de ley, pero la realidad es que peneuvistas y socialistas se han enzarzado en una polémica a cuenta de los modelos lingüísticos. El PNV defiende que los modelos A, B y D «están superados», mientras que el PSE asegura que «se mantienen».
Noticia relacionada
Diecisiete leyes del Gobierno Vasco, en riesgo de atascarse
EH Bildu critica con dureza esta división en el seno del ejecutivo, pero su postura es posibilista porque quieren «dar una oportunidad al debate». Como contrapartida, apretarán para que sean aprobadas sus enmiendas parciales.
Los otros grupos de la oposición han solicitado la devolución de la ley al Gobierno. Desde Elkarrekin Podemos-IU, que en su día firmó el pacto educativo, denuncian que el texto traiciona la letra y el espíritu de aquel acuerdo. La formación ha presentado además 44 enmiendas parciales que buscan «trasladar el pacto en su literalidad y espíritu» a la ley.
Desde el PP han registrado una enmienda de totalidad y 66 parciales y reclaman «la convivencia con dos idiomas oficiales». Por su parte, Vox considera prioritario que el Estado recupere la competencia educativa y Ciudadanos critica que se prioriza «la euskaldunización forzosa».
Las discrepancias sobre los modelos lingüísticos han enfrentado a jeltzales y socialistas
El Pleno del Parlamento Vasco del pasado jueves refleja esta división. PNV y PSE salvaron la situación gracias a que EH Bildu no se sumó a las enmiendas a la totalidad presentadas por el resto de la oposición. De esta manera, la tramitación de la ley sigue adelante. En última instancia, si la coalición no apoya la norma, el bipartito cuenta con mayoría absoluta para sacarla adelante, pero si aplica el rodillo se habrá frustrado el objetivo de lograr un apoyo más amplio para una ley considerada trascendental.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión