El debate de Sortu y los críticos de EA agitan las aguas de EH Bildu
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Bajo un pulso frontal con el PNV, la hoja de ruta de la formación soberanista descarta por completo volver a ser una mera coalición electoral como pide el sector de GaraikoetxeaEl debate en Sortu, el partido principal de EH Bildu, y la división interna de EA empiezan a agitar los equilibrios internos de la coalición ... independentista, definida el lunes como el 'frente amplio' de los soberanistas de izquierda por su coordinador general, Arnaldo Otegi. Lo hace en un reinicio del curso político marcado por la polarización entre EH Bildu y el PNV y una agenda social y económica cada vez más activa en el contexto de la superación de la pandemia.
Desde EH Bildu se asegura que su estrategia viene aprobada en el último congreso. Y que la hoja de ruta trazada no se va a alterar lo más mínimo. Pero la confrontación con el PNV lleva a EH Bildu, también, a ser consciente de que el discurso de sus rivales pasa por desgastarles, por poner de relieve sus contradicciones y por dejar al descubierto que la inercia del pasado es más poderosa que lo que la marca de EH Bildu pretende trasladar para ampliar su base social y electoral. En fuentes de la dirección de EH Bildu se tiene la sensación de que el PNV busca deliberadamente un discurso simplista de 'pelea' para mantener el 'voto de orden' que tiene prestado y así impedir no sólo un eventual relevo en la hegemonía, sino también un cambio en la política de alianzas y un torpedo al eje derecha-izquierda, en el que se sienten, creen, muy incómodos los jeltzales. En ese sentido, niegan por ejemplo que la polémica sobre los 'ongi etorris' refleje una involución ideológica por su parte. «Hay muchos intereses por proyectar la percepción de un relato negativo sobre nosotros obviando el trabajo discreto que estamos haciendo en muchos municipios por la convivencia», sostienen.
El 29 de septiembre el Consejo Nacional de Sortu presentará una ponencia político-organizativa abierta a las enmiendas
El congreso de EH Bildu marca, en todo caso, su propia dinámica. Sortu tiene la intención de simplificar sus estructuras organizativas en aras a un fortalecimiento de EH Bildu como 'sujeto político' -un proyecto que se puso en marcha en el congreso fundacional-, aunque se mantendrá como referencia ideológica interna para activar la movilización de la izquierda aber-tzale, de manera que el referente electoral sea en especial la coalición soberanista.
El debate de Sortu -que se va a librar en los próximos meses de octubre y noviembre de forma presencial en las asambleas locales- puede agitar las aguas. De hecho, el peso de Sortu en EH Bildu es el origen del malestar de un sector de EA, la corriente más crítica con la dirección oficialista encabezada por Eba Blanco, afín a Carlos Garaikoetxea, que teme que se desdibujen sus señas de identidad socialdemócrata. La queja es que Sortu ha copado en exceso las nuevas direcciones de la entente y ha desgastado su pluralidad.
Por su parte, Sortu ha establecido un proceso congresual que mantendrá previsiblemente la misma estrategia, pero que debe calibrar qué grado de fuerza puede tener las voces críticas, que buscan una mayor implicación en las dinámicas sociales de movilización popular y de reivindicación anticapitalista, ecologista o feminista, y que defienden la desobediencia civil o la vía unilateral hacia la independencia. La existencia de estas voces más radicales en Sortu no ponen en peligro la apuesta estratégica que defiende Arkaitz Rodríguez. Pero los más ortodoxos quieren también hacerse oír y pugnarán por condicionar el desenlace del congreso. El debate se plasmará en la presentación de enmiendas -parciales o totales- al proyecto de ponencia que presente el Consejo Nacional del partido el 29 de septiembre.
EH Bildu sostiene que el PNV insufla el relato de la confrontación para librar la batalla de la opinión y retener el 'voto de orden'
Los encuentros de julio y agosto en el seno de la militancia de Sortu han servido para tomar la temperatura de las bases, que debaten cómo hacer compatible esta política posibilista de la izquierda abertzale con su compromiso con los movimientos sociales de base. El empeño de Sortu es no descafeinar la naturaleza de movimiento de izquierda independentista transformadora y anticapitalista, y no domesticarse en las clásicas posiciones socialdemócratas asimiladas al sistema.
«Un sujeto político»
Una vez culmine el 15 de septiembre el actual período de acreditación de los miembros del Congreso y establecidas las reglas de juego por la Comisión de Garantías, la luz verde del proceso abrirá el debate de la ponencia político-organizativa, que tendrá lugar en las bases de esta formación antes del congreso de enero.
Más alla de los plazos y del debate de Sortu, EH Bildu no se plantea en ningún momento volver a ser solo una mera coalición electoral, como propugna la corriente en la que se encuadra el exlehendakari Garaikoetxea, fundador de EA hace 35 años. Previamente al congreso fundacional de EH Bildu, apuntan fuentes de la dirección, la asamblea del Baluarte de Pamplona en primavera de 2017 decidió que cada partido cediera su soberanía a un único sujeto político en el que cada bilkide o militante tiene un voto. La decisión, insisten, se tomó entonces por pleno acuerdo de EA, Sortu y Alternatiba en un encuentro que contó con la presencia en primera fila del navarro Maiorga Ramírez, muy crítico ahora con la deriva de la alianza independentista, que cree que beneficia sobre todo a la izquierda aberzale. «Aquella apuesta ya no tiene marcha atrás», aseguran.
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