Cuenta atrás para una legislatura marcada por el Covid y la guerra

Para el PNV la legislatura ha sido «fructífera» en cuanto a la aprobación de leyes. «La anterior legislatura no hicimos tantas normas y de cara al futuro tenemos que hacer crecer el autogobierno porque parece que se cumplirán los compromisos con el Gobierno central de que lleguen las transferencias», explica Egibar, que vive sus últimos meses al frente del grupo parlamentario. Además, apunta que los próximos años con el Ejecutivo de Sánchez «puede ser clave para dar un salto cualitativo», y tras las elecciones vascas, «tendremos que conformar mayorías que nos permitan construir una estrategia para abordar estas cuestiones». A día de hoy, según asegura el presidente del Gipuzko Buru Batzar, «modificamos cuestiones que ya tenemos reguladas y aprobamos pocas leyes troncales», aunque recuerda que el pasado jueves sí que se dio luz verde a dos de estas, como son las de Empleo y Educación.

La pandemia y la guerra en Ucrania «han condicionado la legislatura», pero Egibar considera que se ha dado «una gran respuesta por parte del sistema de salud vasco». De todas formas, cree que no ha habido «una responsabilidad política por parte de otros grupos para dibujar un futuro de objetivos comunes». Con las elecciones en el punto de mira, señala que «el PSE quiere marcar su terreno y ellos verán con quién quieren gobernar si son capaces de hacerlo».

La coalición aber-tzale considera que la «legislatura está prácticamente agotada». La portavoz de EH Bildu en el Parlamento Vasco, Nerea Kortajarena, cree que el penúltimo pleno del año, en el que se aprobaron un total de seis leyes, «ha vuelto a mostrar la debilidad del Gobierno al tener que copar una sesión ordinaria de fin de año, acelerando todos los procedimientos, para poder dar una imagen de cumplimiento de su calendario legislativo, tirando del rodillo de su mayoría absoluta y dando portazo a las propuestas de la oposición». En todo caso, Kortajarena asegura que «los problemas se están acumulando y seguramente Osakidetza es el ejemplo más claro de la decadencia que estamos viviendo».

EH Bildu, que presenta a Pello Otxandiano como candidato a lehendakari, reitera que se está produciendo «un cambio de ciclo político» y resalta que «el Gobierno no está sabiendo leer el momento y no está a la altura de las decisiones que hay que adoptar para hacer frente a los grandes retos de época».

Kortajarena apunta que el Ejecutivo de Urkullu «llega siempre tarde y no tiene capacidad de anticipación. No se puede seguir haciendo política como hace 10 años». «Es necesario abrir ventanas e iniciar un proceso de regeneración, nuevos liderazgos y es por ello que cada vez estamos cosechando más apoyo», concluye la portavoz abertzale.

Los socialistas vascos cierran la legislatura «con la sensación del trabajo hecho». Eso sí, su portavoz en la Cámara vasca, Ekain Rico, subraya que «por mucho que quieran dar este mandato por acabado, todavía queda mucha labor por hacer». Además, El parlamentario socialista afirma con orgullo que «se han cumplido los hitos que se recogían en el acuerdo de gobierno PNV-PSE». Entre ellos enumera «la recuperación económica, pese a la guerra o la pandemia, y el aumento del empleo superando el millón de personas cotizantes». Si bien han dado luz verde a la Ley de Educación sin llegar a ningún acuerdo con los partidos de la oposición, Rico espera que «podamos sumar con otras fuerzas políticas y hacer leyes transversales».

El portavoz socialista ve las más que próximas elecciones con optimismo, ya que cree que llegan a la cita electoral «en buen estado porque apostamos por estar en los gobiernos para dar soluciones a la ciudadanía vasca». En referencia a los partidos de la oposición, Rico resalta que «hay quien prefiere quedarse detrás de la pancarta, mientras nosotros resolvemos los problemas de los ciudadanos vascos». «EH Bildu se pasa tanto de frenada que acaba votando contra los trabajadores al igual que Vox, como lo demuestra su negativa de apoyar la Ley de Empleo», asevera Rico. «Ya no es solo el suelo ético que nos separa», matiza el socialista, «sino que la coalición abertzale no vote las normas que ayudan a la gente». Y en este sentido cree que para seguir mejorando lo mejor es que «se siga confiando en el PSE».

Para la coalición morada el balance de los últimos cuatro años «no es positivo». Su portavoz y posible candidata a lehendakari, Miren Gorrotxategi, critica que «las políticas continuistas del Gobierno Vasco han provocado un deterioro de los servicios públicos, especialmente se ha notado en Osakidetza y en nuestra escuela pública». Y si bien «hemos conseguido llegar a acuerdos en leyes importantes como Igualdad o la propia RGI, en el aspecto económico estructural el Ejecutivo de Urkullu no nos ha dejado entrar». PNV y PSE han aprovechado su mayoría, según explica Gorrotxategi, «para desarrollar una legislatura constituyente. Se han aprobado las leyes que van a dejar marcada la dirección política de Euskadi en todos los ámbitos que determinan nuestra vida en sociedad y las relaciones económicas y productivas como las de salud, educación o empleo».

Elkarrekin Podemos vuelve a recordar que «en las elecciones anteriores fuimos insistentes con la posibilidad de un tripartito de izquierdas». En aquel momento ni EH Bildu ni PSE quisieron atender aquella posibilidad, pero «parece que la ciudadanía abrirá con sus votos la posibilidad de armar nuevas mayorías de izquierdas y progresistas para Euskadi». Gorrotxategi considera que la política vasca necesita un «revulsivo» y «nosotras siempre estaremos en esta apuesta». «Tras prácticamente 40 años de gobiernos de derechas del PNV, creo que ya es hora de abrir las ventanas, sacudir las alfombras, y que entre aire nuevo en Ajuria Enea», subraya la portavoz de la coalición. Para ello, pide al PSE que «deje de ser el palmero de las viejas políticas de recorte y privatización que lleva años y años compartiendo con los jeltzales».

Para los populares «el Gobierno Vasco ha escenificado prisas y ha forzado debates» durante los últimos meses. Carmelo Barrio, portavoz del PP, plantea «un ejecutivo cansado y agotado al que le importa acumular leyes lamentables como la de educación, que pretendían que fuese su norma estrella». En general, el veterano dirigente del PP considera que el balance de los últimos cuatro años es «negativo» por la «conflictividad laboral, el absentismo, las huelgas o la situación de Osakidetza». De esta forma, el portavoz popular cree que «se ha caído el mito de la gestión del PNV y los socialistas han sido su monaguillo». Barrio asegura que encaran la cita electoral con un nuevo presidente y candidato a la Lehendakaritza, Javier de Andrés, «con experiencia y capacidad», y que el PP es la opción de la «moderación y equilibrio». Además, subraya que la mayoría de gobierno no son solo PNV y PSE, los integrantes del Ejecutivo de Urkullu, «sino también lo son EH Bildu y Podemos, porque llegan acuerdos con ellos de manera puntual». «El apoyo al estatuto y a la foralidad solo lo garantizamos los populares vascos», remarcó Barrio, quien asumió que la legislatura está en el tiempo de descuento.

La portavoz de Vox, Amaia Martínez, achaca al ejecutivo dirigido por Urkullu la «pésima gestión de la pandemia y el cordón sanitario que le han hecho a su partido». Martínez apunta que el Gobierno ha tenido «imprevisión, improvisación y un marcado autoritarismo». La portavoz de Vox cree que «el blanqueamiento de ETA y su entorno, elevar a EH Bildu a la categoría de socio prioritario» ha tenido como conclusión «la izquierda abertzale disputa al PNV ser la opción más votada en Euskadi».