Borrar

Vía crucis vírico

La mirada ·

Está arraigando la perniciosa sensación de que lo único que avanza es la pandemia, con las instituciones impotentes y la ciudadanía desalentada

Lunes, 24 de agosto 2020, 06:32

Comenta

Euskadi se adentra en la última semana de agosto -que es lo mismo que avistar ya un septiembre con toda la comunidad educativa acongojada- superando ... el récord de contagios desde que arrancó la pandemia, aunque las PCR realizadas marquen también máximos y el patógeno parezca menos virulento. Con todo lo relevante que es haber multiplicado los test y desplegado una red de rastreadores, conviene no olvidar que lo trascendental sigue siendo no infectarse. Y eso exige no solo una cautela extrema por parte de la ciudadanía, sino también que los protocolos no siembren desconcierto y contar con unos recursos de respuesta que, en el caso de la Atención Primaria, se han denunciado ya insuficientes ante la aceleración de la segunda ola. La primera nos arrastró como a los demás y nos ha costado asumir que la nueva ya ha llegado, confiados como estábamos -la ciudadanía, pero también nuestros gobernantes- en que lo malo, de volver, lo haría en otoño. Y si en Euskadi estamos así, con la Sanidad aún en el altar del gasto público, el panorama general es temible, con España erigida en el país europeo con la mayor ratio de incidencia del Covid y el doctor Simón pidiendo ayuda a los 'influencers' para embridar a la juventud festiva.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Vía crucis vírico