Los presos de ETA piden acabar con los 'ongi etorris' para aliviar el «dolor» de las víctimas

Las víctimas llevaban demasiado tiempo reclamando erradicar los 'ongi etorris' que se realizan a los presos de ETA en los espacios públicos cuando salen de prisión. Y este lunes, el colectivo EPPK –que aglutina a los reclusos de la banda terrorista– ha dado un paso en esa dirección para eliminar de las calles cualquier recibimiento. A través de un comunicado que ha adelantado el portal web Naiz, el EPPK ha anunciado su expreso deseo de que los 'ongi etorris' se desarrollen de forma «privada» y «discreta» cuando lleguen a sus localidades.

«A través de este comunicado, EPPK transmite a nuestra familia, amigos y compañeros, y a la sociedad vasca, que quiere que las recepciones que se nos hacen cuando salimos a la calle se desarrollen de manera privada y discreta, siguiendo el camino recorrido en general en los últimos meses», indica el texto. Un escrito que el colectivo de presos ha aprovechado también para señalar, sin mencionar a ninguna formación en concreto, que «ciertos agentes y partidos buscan irresponsablemente el enfrentamiento en lugar de la convivencia». «No queremos alimentar ninguna controversia estéril, de ninguna manera: tenemos la voluntad de actuar constructivamente y ser responsables», aseveran en el texto, que llega tan solo un par de semanas después de que el propio Parlamento Vasco rechazara de forma categórica los 'ongi etorris' sin el apoyo de EH Bildu.

«No nos daremos por vencidos en el camino que hemos tomado -continúa el texto- las excusas de quienes se sienten cómodos en las actitudes más pesimistas son cada vez más evidentes para los ciudadanos vascos, sobre todo a medida que su influencia se desvanece».

Tras recordar que han pasado diez años desde el cese definitivo de la violencia por parte de ETA, el EPPK ha destacado que «quienes quieren impedir la paz y perpetuar la imposición, han buscado bloquear y sabotear cada paso adelante desde entonces, buscando venganza y con la voluntad de imponer una historia falsa que distorsione el conflicto, alimentando la historia de ganadores y perdedores».

Por otro lado, el colectivo de presos reconoce que «hay personas que han expresado honestamente que sienten dolor con la bienvenida del público». «Son personas dañadas por las acciones de nuestra militancia del pasado y entendemos que pueden sentirse heridas», manifiesta.

«Aun aceptando que el preso que sale después de muchos años y muy duras condiciones de prisión tiene derecho a recibir el abrazo de sus familiares, [esas víctimas] han expresado que los actos públicos de recepción les causan dolor. Decimos claramente que nuestro deseo es aliviar todos los sufrimientos y abrir nuevas opciones, curar heridas y fortalecer la convivencia entre los ciudadanos vascos», precisa.

Después de consultar a los presos de ETA, el EPPK considera oportuno que su «alegría de ser libres» sea compartida con quienes les esperan en la puerta misma de la prisión o con quienes les reciben «con discreción». «En el futuro, solo queremos recepciones en un espacio privado entre familiares», añade.

El EPPK, según ha adelantado. sitúa esta decisión como «una contribución individual y colectiva» que hacen los presos de la banda a la «convivencia, la paz y el reconocimiento del sufrimiento ajeno», además del suyo propio y el de sus familiares.

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