Casado y Alonso, muy sonrientes durante la convención. Rafa Gutiérrez

Casado zanja la polémica: «Yo soy también del PP vasco»

El presidente nacional enmienda las críticas de Álvarez de Toledo y respalda la trayectoria de los populares vascos y la constitucionalidad de los derechos históricos

Koldo Domínguez

Sábado, 14 de septiembre 2019, 16:49

Pablo Casado no quiere incendios internos y distracciones ante la inminente repetición de elecciones generales. Sabe que es su oportunidad de llegar a La Moncloa y quiere centrar todos sus esfuerzos en lograrlo. Así que hoy ha venido a Vitoria con el traje de bombero y ha apagado el fuego generado hace 48 horas por su portavoz parlamentaria al arremeter contra el PP vasco por su «tibieza» con los nacionalistas y por acercarse a las tesis del PNV respecto a la foralidad.

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«Empiezo siendo muy claro. Yo soy también del PP vasco (...). Me parece esencial remarcar que el PP no tiene explicación ni razón de ser sin el PP vasco». Con estas dos afirmaciones Casado ha logrado apaciguar las aguas, que bajaban bastante revueltas, y ofrecer a Alfonso Alonso y su equipo lo que querían escuchar: un respaldo explícito a la trayectoria de los populares vascos y a ese «perfil propio» con el que quieren recuperar el espacio electoral perdido. «Gracias por todo lo que habéis hecho. Y sobre todo, gracias con admiración y respeto, a todo lo que vais a seguir haciendo», ha concluido Casado su intervención.

Al fin y al cabo, ese era el objetivo de la convención que este mediodía ha clausurado Casado. Presentar a la sociedad vasca un PP vasco actualizado, asentado en sus raíces fueristas y en la defensa del constitucionalismo en Euskadi. Y contar con el visto bueno de Génova. «Es verdad que por el camino hemos pasado un calvario (en referencia a las declaraciones de Álvarez de Toledo) y hemos tenido que enseñar los dientes. Pero al final salimos de la convención como queríamos», reconocía un dirigente vasco minutos después de acabar la convención.

Lo que no está claro es si ese apoyo tan explícito era la idea original de Casado. O si iba a venir a Vitoria con más precauciones y no tan entregado. Pero una vez Álvarez de Toledo dijo lo que dijo, no tenía otra opción. Si no quería abrir un cisma de impredecibles consecuencias, estaba obligado a presentarse ante el PP vasco con tono apaciguador y arreglar el desaguisado creado por la dirigente hispano-argentina.

Galería. Casado respalda la apuesta del PP vasco por la foralidad. EP

También queda pendiente de saber hasta dónde llegará este apoyo manifestado hoy. Por lo visto en Vitoria, se da por hecho que Alonso tendrá margen para desarrollar sus propuestas al menos hasta las elecciones vascas de 2020. A partir de entonces, nadie se atreve a garantizar nada. Como siempre en política, las urnas serán las que dictaminen. Si los votantes respaldan su propuesta, Alonso tendrá opciones de seguir al frente del PP vasco. Pero si la caída sigue, en Génova activarán un proceso de renovación para el que ya suenan nombres.

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«En todo el PP la música suena igual. Y cuando a algún solista se le escapa una nota, siempre hay un piano para intentar taparla», ha asegurado el hoy 'pianista' Casado al restar importancia a la 'salida de tono' de Álvarez de Toledo. Es cierto que en ningún momento ha llegado a desautorizarla, pero sus palabras han sonado a eso.

Así que Casado se ha puesto a la faena de arreglar el entuerto desde el inicio. Y ha empezado por suturar el 'orgullo herido' de los populares vascos. Ha puesto en valor su amistad y la trayectoria personal de Alfonso Alonso, al que ha halagado en repetidas ocasiones. Se ha referido a los militantes del PP vasco como el «tuétano» de la formación nacional, como «héroes de la libertad» y se ha confesado «orgulloso» de la historia de su partido en Euskadi. «No existe ETA porque existe el PP», ha asegurado entre aplausos. «Y tenemos que seguir escribiendo la derrota del terrorismo», ha añadido.

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La defensa de los derechos históricos, piedra angular de ese 'acento propio' que quiere remarcar Alonso, era otro de los puntos puestos en cuestión de Álvarez de Toledo. Y Casado ahí también ha sido muy claro: «Si el PP defiende la foralidad es porque es claramente constitucional. No van contra la Constitución (...). Este debate está muy superado», ha llegado a afirmar, al tiempo que confesaba que el partido «necesita de la personalidad» de todas las organizaciones territoriales. «Claro que necesitamos la vuestra, necesitamos vuestra influencia. Yo no veo la discrepancia como disidencia. No es nada preocupante que alguien hable de foralismo, del Concierto... Así es España, plural, diversa y unida. Y unidad no es uniformidad». Además, ha despejado cualquier duda –duda que se ha llegado a escuchar en ciertos ambientes de Madrid– de que el PP vasco se ha acercado a los nacionalistas vascos. «No sois nacionalistas, más bien todo lo contrario».

Advertencia sobre España Suma

Casado también ha aprovechado el acto de clausura de la convención, en el que estaba presente toda la cúpula directiva del PP vasco, para hacer un llamamiento a la unidad de voto del centro derecha. Es decir, ha puesto en valor la fórmula de 'España Suma' que tan pocos adeptos tiene en Euskadi. Ha argumentado que si a las últimas elecciones generales el PP vasco hubiera ido coaligado con otras fuerzas de centro derecha, habría logrado retener los escaños de Álava y Bizkaia. «O unimos a los que tienen las mismas ideas para España o no gobernaremos», ha apuntado. La duda que ha dejado en el aire es si se refería a pactar sólo con Ciudadanos, opción que no se vería del todo mal en el PP vasco, o también con Vox, algo descartado por Alonso y su equipo. Si finalmente se repiten en noviembre las elecciones generales, será un buen momento de comprobar hasta donde llega el respaldo y la sintonía que Casado ha demostrado hoy con los populares vascos.

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