El histórico triunfo del PP en Andalucía, con una flamante mayoría absoluta de Moreno Bonilla, deja claramente noqueado al PSOE, que hinca la rodilla ante ... una incontestable victoria de los populares en una comunidad que hasta la fecha ha sido granero socialista por antonomasia. Moreno Bonilla, que logró trenzar hace cuatro años una mayoría conservadora con Ciudadanos y con el apoyo externo de Vox, ha conseguido conectar con el electorado andaluz imponiendo su estilo de gestión moderada que ha estado reforzada por una política puramente andalucista verdiblanca y aterrizada a las necesidades de sus electores. El PP de amplio espectro de Moreno Bonilla, con los 58 escaños logrados, ha absorbido todo el voto de Ciudadanos y frenado en seco a Vox, dejándole a Olona en la oposición y aminorando las futuras aspiraciones del partido de Abascal. Un síntoma que en Génova se interpreta como el inicio del declive de la extrema derecha.
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El 'bonillazo' en Andalucía sitúa a Núñez Feijóo en una situación inmejorable para meter el miedo en el cuerpo de Sánchez, que encaja el peor resultado desde que que está al frente del PSOE. El presidente del Gobierno podría estar rumiando una nueva inminente crisis de gobierno para dar la vuelta al calcetín de una situación que al PSOE se le presenta muy cuesta arrriba, casi rozando el pánico, con unas elecciones municipales a la vuelta de la esquina dentro de un año. La imparable tendencia alcista del PP en Andalucía confirma el inicio de un nuevo ciclo político en España, donde los populares han endosado a los socialistas una descomunal derrota que colocará al partido de Ferraz en una casi segura crisis interna. La posición de Núñez Feijóo en su carrera hacia la Moncloa sale más que reforzada, mientras que la sonora derrota del PSOE sitúa a Sánchez en su peor encrucijada.
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