Las banderas rojas de GKS reavivan el pulso en el entorno radical
Mugimendu Sozialista se moviliza contra la «explotación» de los jóvenes bajo la incógnita de su posición ante las municipales
Gazte Koordinadora Sozialista exhibió músculo este sábado con sendas movilizaciones en Bilbao y Pamplona, respectivamente, que demostraron su creciente poder de convocatoria en este caso ... bajo un lema: «Frente a «la ofensiva de empresarios y gobernantes, la juventud trabajadora a la lucha». No era la primera vez que recurría a la presión de la calle, pero en esta ocasión los organizadores habían planificado una campaña 'especial', conscientes de que su reto es ampliar la concienciación entre los jóvenes trabajadores para denunciar las condiciones de precariedad en las que viven. Hubo un dato icónico relevante en la marcha de Bilbao, que reunió a tres millares de jóvenes: no se exhibió ninguna ikurriña y solo se vieron banderas rojas. Días antes, el pulso de cartelería y pancartas en la víspera de la fiesta de San Sebastián en la plaza de la Constitución de GKS y Ernai fue todo un botón de muestra elocuente de su rivalidad.
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La movilización pretende generar un revulsivo en la juventud trabajadora y activar su sentido de clase oprimida. «Los banqueros y grandes empresarios están haciendo negocio en esta crisis», señalaba GKS en su llamamiento. «Esta realidad precaria ha venido para quedarse», apuntaba. «Los políticos profesionales son beneficiarios de esta ofensiva mientras las condiciones sociales y laborales de los jóvenes empeoran», añadía en su convocatoria.
GKS, que forma parte de Mugimendu Sozialiasta, mantiene un discurso de marxismo clásico en busca de la articulación de un Partido Comunista adaptado a las actuales circunstancias, con un discurso obrerista y una denuncia en profundidad del sistema de partidos de la democracia liberal y de la política parlamentaria, que entiende que forma parte de la misma ofensiva capitalista que quiere impugnar. La convocatoria, en ese sentido, rebasa el pulso tradicional que GKS mantiene con la izquierda abertzale oficial que, sin citarla, incluye dentro del bloque parlamentario que critica con dureza.
En EH Bildu y en Sortu, de forma oficial, no se quiere entrar en ningún tipo de debate o polémica con GKS, porque se da por supuesto que la búsqueda de notoriedad es una de sus señas de identidad y que los rivales de la izquierda abertzale son los más interesados en airear a esta corriente crítica. Pero sí hay dirigentes que analizan el movimiento en el marco de la deriva de cierta izquierda de discurso revolucionario europeo, más retórico que real, que tiene características 'reaccionarias' en el sentido de que pretende tener el monopolio de la pureza ideológica y se desliza hacia comportamientos sectarios, con constantes reproches a los demás de alentar una dinámica socialdemócrata y reformista, de renuncia a la ideología rupturista.
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Desde EH Bildu se considera que el fenómeno GKS no va a tener un coste electoral y se da por previsible que Mugimendu Sozialista se inclinará finalmente por la abstención, por ejemplo, en las próximas elecciones municipales. Si acaso, admiten, solo un sector muy ideologizado puede verse afectado por esa estrategia que, apuntan, beneficia en especial al PNV y a los defensores del actual estatu quo.
Previsible abstención
Ciertamente, GKS aún no ha despejado la incógnita de su posición ante las elecciones municipales si bien la posibilidad de la abstención ha sido una de las variables que históricamente siempre se ha manejado. No hay aún nada decidido, porque tampoco ha madurado la posibilidad de que la actual organización se plantee entrar directamente en la arena política. En este momento se trata de extender la famosa frase que Trosky escribió en 1938 en la declaración fundacional de la IV Internacional celebrada en París: «La juventud es la llama de la revolución proletaria». Otros, sin embargo, ven en GKS una deliberada apuesta para convertirse en «la ELA de los jóvenes», en alusión a la función de 'contrapoder' que ejerce el sindicato nacionalista mayoritario, con una pretensión por condicionar el tablero social vasco. Sobre todo cuando la izquierda a abertzale oficial ha entrado de lleno en el juego parlamentario y se ha convertido en un sostén decisivo del Gobierno.
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El 'Gazte Topagunea' de Ernai en abril, plato fuerte de su décimo aniversario
Ernai, la organización juvenil de la izquierda abertzale que libra con GKS un pulso por el protagonismo, se dispone a celebrar este año el décimo aniversario de su creación. El contexto de su nacimiento fue un claro reflejo de los cambios experimentados en la sociedad vasca. ETA ya había anunciado el cese definitivo de la violencia y la izquierda abertzale comenzaba a efectuar un viaje hacia la vía institucional. El tradicional rupturismo de la izquierda abertzale comenzaba a reciclarse.
Espoleados por la irrupción del activismo de GKS en los últimos tiempos, Ernai también se mueve para no quedar fuera del foco. Mugimendu Sozialista muestra un discurso comunista revolucionario que escenifica la rivalidad. Ernai intenta responder y diseña una estrategia de intervención callejera y de lucha social para impulsar el discurso independentista popular y de izquierdas. El 'Gazte Topagunea' de los próximos 5, 6, 7 y 8 de abril en Elorrio serán su palanca de salida.
En ese marco, EH Bildu tiene previsto reforzar en las candidaturas elecciones municipales y forales del 28 de mayo la presencia de candidatos ligados a Ernai, que es su cantera de dirigentes.
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