Arkaitz Rodríguez se refuerza ante los críticos de Sortu al presentarse como único candidato

El pasado 5 de enero finalizó el plazo previsto en la normativa electoral interna. No hay más que una candidatura, según han confirmado fuentes de esta formación. Que los críticos hayan decidido no dar esta disputa implica que la única plancha que será sometida a votación por las bases de la dirección en las asambleas de las organizaciones locales será la de la línea oficial que encabeza Arkaitz Rodríguez, que ha logrado neutralizar esa contestación interna con un discurso claramente continuista y marcado por cierto relevo generacional.

En realidad, la última fase del proceso congresual se lleva a cabo los próximos 19, 20 y 21 de enero, con la votación del nuevo Consejo Nacional entre las diferentes asambleas locales, que será proclamado el día 22 en un acto político. La mitad del Consejo, aproximadamente, ya fue anunciada en una plancha conjunta encabezada por Rodriguez, como nuevo secretario general: el último exjefe político de ETA David Pla, como responsable de la Innovación Estratégica en el partido, y por Aimar Altuna, como secretario del área de Resolución de Conflictos que toma al relevo a un histórico veterano como Rufi Etxeberria, que seguirá pero en una discreta segunda línea alejado de los focos.

Otros segundo bloque de la Ejecutiva –con hasta otros 11 integrantes– será desvelado el mismo día 19, antes de las asambleas, aunque no hay dudas de que saldrán respaldados por la militancia. Se trata de dirigentes que serán de plena confianza de Arkaitz Rodríguez y de su 'núcleo duro' de colaboradores en la nueva dirección y cuya identidad hasta ahora no se ha desvelado, si bien lo lógico es que sea de un perfil muy similar a los ya anunciados en diciembre.

El debate del congreso ha afianzado la línea política trazada por Rodríguez, con un objetivo esencial que se centra en la ampliación del espacio político y sociológico de la izquierda abertzale y la apuesta que hace, también, para fortalecer a EH Bildu como un único sujeto político en el que se actualiza el papel que tienen los partidos que la integran, es decir tanto Sortu como Alternatiba y Eusko Alkartasuna.

Sortu, a partir de este congreso, aligerará determinadas estructuras orgánicas de funcionamiento en aras a potenciarse como referente de dinamización ideológica y en potenciar su conexión e implicación con los movimientos sociales de base.

Aunque en el debate interno las tesis del sector crítico han resultado minoritarias y han salido derrotadas, la discusión ha permitido que aflore la inquietud creciente por el debilitamiento del 'latido nacional vasco', una pérdida de peso del sentimiento de Euskal Herria y, además, que se admita como una de las prioridades el trabajo de concienciación en los municipios urbanos más importantes para fortalecer un proyecto de izquierda independentista capaz de entender los profundos cambios sociales que se registran en Euskadi.

Sortu también ha debatido sobre la línea estratégica que en este momento defiende la izquierda abertzale en las instituciones, que considera un acierto a pesar de los reproches del sector más minoritario por su excesivo tacticismo. Otro problema que ha salido a la superficie ha sido el de la vertebración del país y su equilibrio territorial.