«Votaremos el Presupuesto de Sánchez; ha demostrado que quiere una relación especial con el PNV»

-La ley del 'solo sí es sí' ha generado una enorme alerta social por la rebaja penal a autores de delitos sexuales. ¿Le preocupa?

-Sí. Está claro que desde el punto de vista de la técnica jurídica esta ley no es la más adecuada y se tiene que transmitir seguridad a la población femenina. Y me preocupa la derivada que está tomando este Gobierno, de ir en cada ley a marcar con tanta intensidad un modelo ideológico concreto. Porque al final, en esa pelea sempiterna que tiene la izquierda, se les pasan cosas como estas.

-¿Quién está implementando ese modelo ideológico?

-Podemos. Da la sensación de que, en cada norma, necesita poner su seña de identidad. Pero luego en técnica jurídica son malos.

-¿Y eso le perjudica a Sánchez?

-Un Gobierno está para gobernar, no para dar lecciones ideológicas a nadie. Creo que ahora Sánchez no estará cómodo. Y Yolanda Díaz tampoco.

-¿El Gobierno, entonces, debe rectificar con esta ley?

-Sí. Yo sería partidario de reformarla cuanto antes. Cuando se mete la pata, lo mejor es sacarla.

-El PNV también votó a favor de la norma. ¿Es que no se dieron cuenta del agujero legal que supondría la fusión de los delitos de abuso y agresión sexual?

-Pero si a ti una ley te viene validada por todos los órganos del Estado y del Gobierno… Además, sobre ese asunto no se discutió nada. Hubo discusiones ideológicas. Podemos quería confrontar con Vox. Y eso se pasó por alto.

-El CGPJ llegó a remitir un informe en el cual advertía de los problemas que traería la ley…

-Sí. Pero nosotros no tuvimos conocimiento de ello.

-¿Se siente al menos algo responsable por no haber recalado en la letra pequeña de la ley?

-Todos podemos tener una cuota parte de responsabilidad, pero la responsabilidad principal, diría que del 99%, es de quien ha puesto en marcha la ley. A ver si uno ahora con seis votos, y que no está en el Gobierno, va a tener que asumir las culpas...

-¿Es Irene Montero una ministra eficaz?

-Está más a las formas que al fondo. Y eso pasa factura en política.

-¿Qué le parece que cargue contra el poder judicial y tache de «machistas» a los magistrados?

-Podemos está en el Gobierno, pero sigue aplicando las lógicas de un partido antisistémico de oposición. Y si se está en el Gobierno, debes atenerte a las reglas y al respeto interinstitucional.

-Últimamente, el Gobierno no sale de una polémica y ya se está metiendo en otro charco…

-Es su forma de hacer política. Y es cierto que se mete en más charcos de los necesarios. La política de bloques española esté cayendo en el estrambote y en la exageración. Es tan monolítica y tan 'guerra civilista' que parece el cuadro de Goya de los mamporrazos.

-¿Y el PNV está cómodo en este escenario? Porque su partido es el sostén del Gobierno.

-No nos gusta. Pero no es tanto una cuestión de comodidad o no, sino de eficacia en el Gobierno. Y la realidad es que, mientras hay polémica, no se trabaja.

-Otra controversia: ¿El Gobierno miente sobre la tragedia ocurrida en la valla de Melilla?

-No sé si miente, pero desde luego le está costando mucho decir la verdad. Y a las pruebas me remito: hay vídeos, atestados, declaraciones… Aquello ha sido una auténtica barbaridad. Y hay que investigarlo bien para aclararlo.

-El PNV contradice la versión del Gobierno al asegurar que no es cierto que la delegación desplazada a Melilla accediera a todos esos vídeos. ¿Eso no es mentir?

-Sí. Efectivamente. Se pudo acceder a una parte del material, pero no a todo. Pero incluso con esa parte del material a la que pudimos acceder, ya hay más que sospechas de que la versión oficial sea cierta. Entonces, vamos a aclararlo. Y si hubo responsabilidades, hay que depurarlas.

-¿Eso conllevaría la dimisión de Fernando Grande-Marlaska?

-Un político, y más un cargo gubernamental, no puede permitirse el lujo de mentir. Sería una responsabilidad muy grave si eso se llegara a demostrar. Pero primero hay que demostrarlo. Yo no quiero ser injusto ni con el ministro, ni con el Gobierno.

-Otro debate que está abierto es la reforma del delito de sedición. ¿Hasta qué punto este cambio en el Código Penal que promulga el Gobierno es solo para contentar al independentismo catalán, por mucho que se justifique diciendo que busca equipararse a la normativa de países europeos?

-Son compatibles las dos cosas. El delito de sedición español era un anacronismo y no tenía parangón con la regulación de ese tipo de figuras penales en las democracias más avanzadas europeas. Si, además de eso, les das un poco de crema de bálsamo a las heridas que siguen abiertas en Cataluña por el procés, bienvenido sea.

-Estas últimas semanas han cerrado varios acuerdos con el Gobierno: el Cupo, los Cuarteles de Loiola, las selecciones internacional de surf y pelota… ¿Sánchez está cortejando al PNV?

-(Se ríe). No le queda más remedio que cortejarnos un poco. Es una pena que los acuerdos tengan que llegar siempre 'in extremis'. Pero vamos a ver la parte buena: hay cosas muy importantes para este país que han venido de nuestra mano. El Cupo, por ejemplo, es importantísimo.

-Y encima se blindan ante el PP...

-Exactamente. Hemos sentado algo ya inamovible porque gobierne el PSOE o el PP, ya hay un precedente de ambos en la misma lógica de acuerdos, porque han aceptado que esta sea la mecánica de cálculo del Cupo. Esto no lo habíamos conseguido nunca.

-¿Satisfecho, por tanto, con la actitud del Gobierno?

-Estamos bastante satisfechos de este tramo final. Nos ha costado, porque hemos tenido que repicar mucho durante unos meses, pero esto es tener paciencia y saber aprovechar la buena ola.

-De hecho, en el Alderdi Eguna avisó a Sánchez de que le tocaba cumplir sus pactos con el PNV. ¿Está cumpliendo entonces?

-Sí. Hay cosas que se pueden mejorar, pero estamos razonablemente satisfechos. Faltan algunas cositas, porque uno nunca está contento del todo, como ponerle más de ritmo a los traspasos.

-Denis Itxaso viene diciendo que el traspaso de Cercanías está en su recta final. ¿Es así? ¿En qué punto está la negociación?

-Estamos hablando de dinero. Espero que esto fructifique en breve, que las cosas se desencallen y la transferencia sea rápida.

-¿Se prevé materializar el traspaso antes de que finalice el año?

-Sí. Yo creo que sí.

-Entiendo entonces que Sánchez sí está atendiendo al PNV después de criticar, literalmente, que no les hacía ni caso...

-Es que teníamos la sensación de que nos habían metido al rincón. Nuestra agenda se había quedado paralizada y no se movía una carpeta. Afortunadamente, le hemos metido un arreón.

-¿Qué contrapartida recibirá el Gobierno por parte del PNV?

-Nosotros pagamos siempre por adelantado, y ya le pagamos con su investidura. Además, le estamos dando un soporte legislativo con una lealtad que a veces no la tiene ni su socio, Podemos.

-¿Pero el apoyo del PNV a los Presupuestos es la moneda de cambio que recibirá el Gobierno por tantas concesiones?

-Tenemos aún abierta la negociación de algunas cosas… Para nosotros era definitivo desatascar unas cuantas cosas porque era la demostración palpable de si el Gobierno tenía voluntad política o no de mantener una relación especial con el PNV. Y eso lo hemos conseguido: nos han dado pruebas de que sí, de que quiere mantener esa relación especial. Pero luego teníamos que asegurar que las cosas del comer de Euskadi a efectos de inversión iban también. Y ahí hemos encontrado bastante buena receptividad. Entonces, lo lógico sería que nuestro voto sea favorable a los Presupuestos.

-¿El Gobierno va a contar entonces con los seis votos del PNV?

-Sí, sí. Salvo que haya un giro radical en algo que ahora no acierto a ver, lo lógico sería que sí.

-EH Bildu acaba de arrancar al Gobierno el compromiso de que sean las diputaciones quienes gestionen la tasa a las energéticas y la banca. ¿Le ha sentado mal? Porque el PNV estaba cocinando este acuerdo también...

-Ya estaba hecho. A Bildu le han vendido mercancía averiada. Y me parece bien que Bildu empiece a entrar a las cosas de comer y no a sus soflamas y a sus pancartas con reivindicaciones imposibles. Pero se nota que están todavía un poco verdes, porque les han vuelto a engañar. Les han dado un acuerdo que el Gobierno ya lo tenía orientado.

-Explíquese.

-Este tema ya había sido objeto de varias reuniones con el PNV, el Gobierno Vasco y Diputaciones.

-Entonces, es el Gobierno quien ha dejado al PNV fuera de la foto.

-Bueno, Madrid hasta cierto punto es un zoco. Sabía que nuestros votos están más o menos ahí, y ha querido asegurarse los de Bildu dándole algo que ya nos había dado. Es una jugada de trilero.

-¿Sánchez ha sido un trilero?

-Con este tema sí. Así que doy a Bildu la bienvenida al club del realismo político.

-¿Tenía conocimiento de que el Gobierno estaba trajinando este asunto con EH Bildu?

-No. Y se nota que el acuerdo lo ha escrito el Ministerio porque va en la línea de lo que estaba hablado con nosotros. Y es llamativo porque, en teoría, nuestra enmienda era la que tenía que ser aprobada; era lo que estaba hablado.

-Acusan a Bildu de vetarles.

-Claro. Porque lo podíamos haber hecho los dos tranquilamente. Pero lo que querían era una medalla que colgarse. Pero es una medalla que no es de oro: solo está bañada en oro. Porque el contenido estaba amarrado ya antes.

-EH Bildu niega la mayor. Dice que ha sido una negociación exclusivamente bilateral entre ellos y el Gobierno.

-Sí, pero sobre la base de una enmienda del PNV.

-¿EH Bildu les está comiendo la tostada en el Congreso?

-No. En esto le han engañado. Le han vendido un Rolls-Royce, pero el motor era de otro coche.

-¿No le ha entrado al PNV un ataque de celos por el protagonismo que está adquiriendo EH Bildu en Madrid?

-No. No me preocupa la competición. Y yo tengo memoria. En 2017, cuando cerramos el Cupo en los mismos términos que ahora, Bildu no aprobó aquello. Y ahora están 'negociando' este tipo de cositas que provienen de algo que hace solo cinco años era traicionar a Euskadi, según decían.

-¿Este es el preludio de la pugna entre el PNV y Bildu en mayo?

-Si la pugna es porque Bildu nos viene a disputar el espacio institucional, el de las normas, no me parece mal. Yo confío plenamente en el modelo de gestión del PNV y creo que les ganaremos. Era mucho peor cuando nos tiraban piedras y nos reventaban los actos.

-Un modelo de gestión que, por cierto, ha criticado su socio. Eneko Andueza aprecia «síntomas de agotamiento» en el PNV.

-Ya le gustaría a Andueza que su partido tuviera la marcha que tiene el PNV y, sobre todo, la mancha social y popular que tiene el PNV. Entiendo que Eneko tenga que sacar la cabeza como pueda, pero cuando uno tiene que sacar cabeza es porque la tiene baja.

-¿Gobernaría en coalición con un partido al que ve agotado?

-No. Hay declaraciones que se vuelven un búmeran y pegan al que lo ha tirado. Acepto con deportividad ese tipo de declaraciones, pero hay que medir un poco la forma de hablar, porque la paciencia tiene límites.