Alonso consensuará con Génova las listas electorales de cara al 5-A

Después del revuelo que se ha generado alrededor de su candidatura, Alfonso Alonso no quiere dar un paso en falso que le pueda situar en el foco de las críticas de la dirección nacional del PP. Con la convocatoria de las elecciones vascas marcada ya en rojo en el calendario, los populares vascos han empezado a engrasar su maquinaria electoral, y el líder del PP vasco quiere contar con el beneplácito de Génova en todas las decisiones que se tomen alrededor de los comicios. La principal: la configuración de las listas electorales de cara al 5-A.

Decidir quién irá en esas listas es una tarea que Alonso quiere trabajar conjuntamente con la dirección nacional. De hecho, la interlocución entre Vitoria y Madrid, según apuntan en el PP vasco, es fluida y Génova no se encontrará con ninguna sorpresa desagradable que eche atrás la propuesta del comité electoral vasco que, en última instancia, tendrá que ratificar el mismo órgano a nivel nacional. Lo que sí han trasladado a Alonso algunos dirigentes del PP de Gipuzkoa -territorio en el que las diversas sensibilidades internas son más evidentes- es que a la hora de elaborar las planchas, éstas sean integradoras.

De momento, el comité electoral nacional del PP se reunió ayer para designar oficialmente a Alonso como candidato a las elecciones vascas. Una decisión que casi se lleva por el camino la cabeza de Alonso después de que varias voces internas cuestionasen su liderazgo y dudasen sobre si su perfil era el idóneo para ser la cara visible del cartel electoral del PP. Cayetana Álvarez Toledo y Javier Maroto, de hecho, se apresuraron ayer a calmar las aguas que bajaban revueltas, y ambos coincidieron en que Alonso será quien lidere la formación en las urnas.

Despejadas las dudas, ahora el PP vasco tendrá que debatir internamente -y en comunión con los presidentes de los tres territorios vascos- quiénes conformarán las listas. Aunque antes de abrir ese proceso toca afrontar otra ardua tarea que corre aún más prisa: la posible coalición con Ciudadanos.

El PP vasco y el partido naranja tienen solo 9 días por delante para entenderse, dejar a un lado sus diferencias y negociar para intentar alcanzar un consenso para el 5-A. Y aunque la reunión formal entre ambos partidos todavía no se ha celebrado en Euskadi, el PP ya ha abierto un canal de comunicación con Cs después de que el partido liberal emplazase por carta a Alonso -la misiva también se envió a Pablo Casado, Alberto Núñez Feijóo y Alejandro Fernández- a mantener un encuentro para hacerle partícipe de la iniciativa 'Mejor Unidos' que Cs quiere impulsar.

Alonso, que afrontará por tercera vez una negociación con Cs -en su momento se propuso concurrir bajo la marca 'Vascos Suman'- reconoció ayer que aprecia «disposición» por parte de los naranjas para llegar a un acuerdo electoral. Fueron el secretario general del PP, Teodoro García Egea, y el secretario de Acción Institucional de la gestora de Cs, José María Espejo-Saavedra, quienes dieron ayer el pistoletazo de salida a una posible entente durante una reunión.

Por la parte que toca a Euskadi, Alonso volvió a ratificar ayer su predisposición a conformar una alianza con el partido liberal. Pero el tiempo, sin embargo, corre en su contra. Tanto el PP como Cs tendrán que pisar el acelerador si quieren ir de la mano. Un escenario que, en el caso de que se haga realidad, provocará de forma directa que ambos partidos tengan que ponerse de acuerdo -y con el aval de sus respectivas direcciones nacionales- sobre los puestos que ocuparán en las listas. De hecho, las planchas no se debatirán hasta comprobar si florece la entente. Será entonces cuando Génova y Alonso acordarán los nombres del PP vasco que integrarán la candidatura.