Marcaje desde el primer minuto
La batería de iniciativas de EH Bildu marca el arranque del curso con una exhibición de 'poder' desde la oposición
Las cerca de 200 iniciativas de EH Bildu al Gobierno Vasco presagian el tono de la legislatura, en la que la coalición independentista quiere visualizar ... su marcaje severo al Ejecutivo de coalición PNV-PSE con un altavoz elevado de sus exigencias. La cifra encierra solicitudes, peticiones de información y preguntas parlamentarias y ya demuestran que la formación independentista se ha puesto las pilas este verano para escenificar que va a ejercer de oposición en toda regla en el Parlamento. Aunque solo sea como mero golpe de efecto, que EH Bildu registre 200 cuestiones frente al centenar del PP, las 19 de Sumar y las ocho de Vox llama la atención.
EH Bildu ubica esta ofensiva parlamentaria en una estrategia por fortalecerse como oposición y como alternativa de gobierno. Ha roto la tregua sobre Osakidetza al pedir la comparecencia del consejero de Salud, Alberto Martínez, para que explique la situación del Servicio Vasco de Salud durante el verano. La izquierda independenista no ha bajado la guardia de la denuncia, aunque haya llegado a la conclusión de que ya no le sirve ejercer un papel de crítica hiperventilada, con un tono demasiado agresivo. Este estilo ya no vende y puede ser hasta contraproducente. La bronca de Madrid no le sirve en absoluto. El marco mental vasco es diferente y su opinión pública, también.
Otro debate será el del estatus del autogobierno que llegará, tarde o temprano, y que puede ser una seria china en el zapato que incomode del lehendakari Imanol Pradales. El PNV no va a renunciar a la bandera de la soberanía, pero a la vez está comprometido con el PSE a buscar un nuevo pacto estatutario que sea respetuoso con la legalidad estatutaria y constitucional. Es decir, el consenso resultante no puede incorporar el derecho a decidir porque esta premisa choca con la Carta Magna. La pregunta del millon sería: ¿es factible un nuevo estatus que, sin entrar en el terreno del derecho a la autodeterminación, propicie un nuevo mínimo común denominador entre nacionalistas y no nacionalistas anclado en el reconocimiento de la pluralidad. El guion de trabajo es arduo: la plurinacionalidad, las garantías para el autogobierno, la culminación del Estatuto o la pervivencia de determinadas inercias intimidatorias del pasado que deben condenarse sin ambajes porque sobran en este país por completo. Estas vienen a ser las principales asignaturas pendientes de septiembre para el lehendakari. Tras las vacaciones de verano ha llegado el tiempo de la faena. Cada momento tiene su afán. Al Gobierno Vasco se le va a exigir rapidez en ofecer frutos tangibles y un giro perceptible en la manera de gestionar los problemas. Ya no son suficientes las buenas intenciones. Para recoger la cosecha, primero hay que sembrar.
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